Mi nombre es Ryan Cohen, tengo 26 años y acabo de asumir mi cargo como jefe de seguridad en la mansión de la familia Hartford, tarea que no será sencilla con el regreso de la problemática hija de mi jefe a Londres, Eleanor, estuve enamorado de ella durante mi adolescencia y fuimos grandes amigos pero todo acabo cuando se mudo con su madre a Japón, o eso pensaba.
Llegue a vivir a la mansión de los Hartford cuando tenia más o menos 6 años, mis padres se habían separado, mi madre vivía Barking, uno de los barrios más peligrosos de Londres, y mi padre decidió llevarme con el a vivir a la mansión, él era el chofer de la familia y vivíamos con varios empleados más en una casa del servicio, la vida era bastante sencilla. Hasta que conocí a Eleanor, y nos volvimos amigos, cuando nos veíamos, claro. Su madre es editora de revistas de moda por lo siempre se llevaba a Eleonor de viaje con ella y estudiaba en casa así que no había problema en que se fuera largas temporadas.
Cuando tenia 12 años, mi padre murió de un ataque al corazón, y regrese a Barking con mi madre, lo que fue un cambio bastante grande y difícil, mi madre era una alcohólica que no trabajaba y me enviaba a pedir dinero a las calles del barrio, ahí aprendí a pelear, y ganaba dinero con apuestas con otros chicos de mi edad, mayores, o incluso menores, aquí se necesitaba el dinero y no había escrúpulos a la hora de las apuestas. Cuando tenia 16 el señor Hartford me busco y decidió ocuparse de mi, me regreso a la casa donde vivíamos con mi padre y el resto del servicio, volví a la escuela y mi madre le pidió una mensualidad a cambio, la cual dejo de recibir cuando cumplí 18 años y comencé a trabajar para él, como su chofer igual que mi padre.
Cuando tenia 20, comencé a recibir clases de defensa personal, el señor Hartford tenia intenciones de hacerme uno de sus escoltas, habían atentados a hombres adinerados de la ciudad y tomo precauciones.
FLASHBACK
-Hola, felices 20- dice Eleanor dándome un pastelillo. Sé que fijarme en ella era traicionar al señor Hartford, pero era imposible no hacerlo, había sido mi única amiga aquí aunque era dos años menor. Tenia el cabello negro y largo, ojos azules y tes blanca, Eleanor era hermosa y soñaba con ser una de las modelos de la revista de su madre, y en cambio su padre quería que heredara la cadena de hoteles y se hiciera cargo de su asociación.
-Gracias- le dije mientras besa mi mejilla - pero sabes que no me gusta recordar el día.
-Algún día me extrañaras Cohen- dice pasando su dedo por mi rostro, otra de las razones por las que estaba perdidamente loco por Eleanor es que ella siempre me dio señales obvias y coquetas pero siempre guardo su distancia por el miedo a que dirán, también yo marque muy bien mi distancia con ella por mi respeto hacia el señor Hartford.
-Debo ir a ver a mi madre- me levante de la banca - deberías volver adentro, a la fiesta de donde te robaste este pastelillo.
Ella ríe.
-¿Por que nunca me llevas contigo?- dice haciendo puchero.
-Porque sabes que no es correcto que salgas con alguien del servicio-
-Puedes decir que me llevas al centro comercial y te acompaño así podríamos tener tiempo a solas- toma el cuello de mi camisa con fuerza.
-Eleanor, yo no soy tu guardaespaldas, soy escolta de tu padre y sabes que no esta bien, tú tienes tu propio equipo-
-Deberías pensarlo mejor- fue lo ultimo que dijo antes de irse.
Eleanor con sus carisias y miradas coquetas siempre intenta hacerme cruzar la línea que trace hace mucho tiempo con ella, sé que si lo hacia ella se entregaría a mi, pero habían tantas cosas que nos separaban, a ella le esperaba un futuro brillante en donde viviera, y yo siempre seria el empleado de su padre.
Conduje casi una hora desde Belgravia, la zona más exclusiva de Londres hasta Barking, donde vivía mi madre, y como era de esperarse ella no estaba.
-Hace tiempo no te veía por aquí Cohen- dice Thomas. Thomas Banks era mayor que yo y fue quien me inicio en el mundo de la delincuencia cuando era más joven, para mi suerte, el señor Hartford me saco de aquí o estaría involucrado con en el narcotráfico al igual que todos los chicos que antes peleaban, Thomas se encargo de que todos trabajaran para él.
-Trabajo mucho, no tengo tiempo para salir- mentí. Tenia un buen sueldo, al igual que un buen horario.
-No mientras Cohen, todos sabemos que el viejo rico te adopto-
-No me adopto Thomas, me dio trabajo-
-Esta bien, como digas, si algún día el viejo te falla, siempre hay lugar aquí, para los hermanos- dice.
-Gracias- me subí a mi auto y salí de ahí.
Al llegar la fiesta en la mansión aun no había terminado y Eleanor estaba en el jardín con sus amigas, algunas lloraban y se abrazaban, no se que ocurría pero solo seguí de largo hasta la casa de servicio.
-¿Como te fue Ryan? ¿Estaba tu madre?- dice Lauren, una empleada de la casa que además se encargaba de cocinar para nosotros, y siempre me enviaba muy buenos almuerzo a la escuela.
-No, no estaba, como era de esperarse-
-Tranquilo, sabes que puedes ir a verla cuando quieras. ahora, siéntate que te hice tu cena favorita por tu cumpleaños-
-Gracias Lauren, pero no era para tanto, ya me hiciste el desayuno, el almuerzo, un pastel..- no me deja terminar.
-Que seamos del servicio no significa que no podamos tener una pequeña celebración por tu cumpleaños-
-Gracias-
-No me des las gracias, sabes que te aprecio mucho-
Lauren nunca pudo tener hijos, y cuando llegue aquí con mi padre se encariño conmigo, ella fue la madre que no tuve, y yo para ella soy el hijo que no pudo tener.
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Código 5-74
RomantizmMi nombre es Ryan Cohen, tengo 26 años y acabo de asumir mi cargo como jefe de seguridad en la mansión de la familia Hartford, tarea que no será sencilla con el regreso de la problemática hija de mi jefe, Eleanor, estuve enamorado de ella durante mi...