Capítulo 21

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Salieron de la empresa charlando amenamente entre todos acerca del trabajo y lo hermosa que era la nueva colección

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Salieron de la empresa charlando amenamente entre todos acerca del trabajo y lo hermosa que era la nueva colección. Wang Yibo secretamente había echo reservaciones para un restaurante de olla caliente. No sabía que le gustaba comer a Zhan y pensó que tal vez allí podría acertar en algo que le guste al pelinegro. 

Subieron a sus coches el restaurante estaba a diez minutos de la empresa. Gonzalo y Zhan iban enfrascados en una pequeña discusión.

XZ - Realmente no puedo creerlo Gonzalo. Te pedí que me ayudaras a mantener lejos de mi a Wang Yibo. Y me fuerzas a aceptar una invitación que no deseaba.

GC - Lo siento. Pero en verdad me gusta la linda secretaria. Además he descubierto algunas cosas que te podrían interesar. 

Le dice mientras se peina la barba.   

XZ - ¿Qué es lo que sabes?

GC - Bueno lo primero es que los estuve observando con detenimiento. Y realmente creo que le gustas a Yibo.

XZ - Si, Claro.

Dice rodando los ojos.

GC - Es la verdad, pero si tu no quieres creerme es asunto tuyo. Lo otro que descubrí. Es que él, de verdad se enoja cuando me acerco a ti.

XZ - Eso también yo lo había notado. De seguro son manías de él.

GC - Yo tengo otra teoría. Creo que se pone celoso de ti. 

XZ - ¿Estas loco Gonzalo? Deja de decir tonterías. ¿Cómo va a tener celos? 

GC - Xiao Zhan, no hay peor ciego que el que no quiere ver. Pero no te lo digo por eso. Pienso que puedes usarlo en su contra. y devolverle un poco de lo que él te hizo pasar a ti.

XZ - ¿A qué te refieres?

GC - A que puedes vengarte de él dándole celos. Es un hombre de carácter y no le gusta perder, y por lo poco que lo he tratado parece que es bastante posesivo. Si haces eso me parece que le harás pasar un mal rato.

Zhan entorno los ojos y una sonrisa de medio lado apareció en su rostro. Con el dedo apuntó a Gonzalo. Y este sonrió con la misma malicia. El resto del trayecto se pusieron de acuerdo en que cosas harían para hacer enojar al castaño. Pero oculto de la señorita Zhuo para que no malinterpretara la situación. 

Llegaron al restaurante y aparcaron en el estacionamiento que estaba junto al restaurante. Gonzalo abrió la puerta del auto para su jefe y lo guio poniendo la mano en su espalda a la altura de la cintura. Yibo y su asistente caminaban unos pasos atrás las dos secretarias charlaban unos pasos adelante y el director se había retrasado buscando algo en su coche. Yibo vio hacia el frente y se mordió la lengua para no soltar un insulto. Caminaron unos metros más y Gonzalo no quitaba su mano. Obvio, era algo que ellos habían planeado. Sino Zhan ya le hubiera dado un puñetazo. 

Volviéndome tu esposoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora