° Chico ciego ° // Duxino

° 2 °

——Y todo eso pasó. . .—murmuró Duxo aún nervioso, ya que Natalan y Lucasta lo mataban con la mirada.

——Así que. . . ¿Me estás diciendo que técnicamente llegaste tarde porque hubo un accidente en tu casa, la cual supuestamente ya no tienes porque se incendió?

——Emm. . . ¿Sí?

Realmente, Duxo no sabe mentir y eso lo sabían claramente sus amigos así que no creerían aquella estupidez, solo le quedaba decir la verdad.

——¡Bueno ya, les diré la verdad! Pero dejen de mirarme así, por favor. . .—dijo el azabache.

——La razón de mi demora, aparte de visitar a Locochon, fue porque conocí a un chico.—continuó el azabache, algo avergonzado.

——¿Y eso te costaba decirnos?—preguntó desinteresado Natalan.

——Pues. . . digamos que este chico. . . no es cualquier chico, él es. . diferente.

Duxo comenzaba a arrepentirse por lo que diría, es decir, ¿Tan malo es conocer a alguien sin vista? Realmente no, aunque quizá para el azabache sí, ya que en su universidad tiene una reputación perfecta, si los demás se enteran de que visita a un chico ciego, probablemente termine recibiendo burlas de los demás. Pero ya no tenía opción.

Respiró hondo y dijo:

——Ese chico. . . es ciego.

Después de eso, hubo un silencio muy incómodo. Natalan y Lucasta se quedaron sorprendidos ante esa respuesta.

——Duxo, amigo mío, te seré sincero, no deberías hablar con personas así. . . eso podría arruinar tu reputación, no pierdas tu tiempo.—dijo Natalan, con algo de preocupación. ——No sé si solo quieres pasar un buen rato, pero si es así, que no sea con ese chico, no seas un aprovechado.

——Y aparte no te ven raro con lo de Locochon porque él sí tiene solución, pero quitar una ceguera, es muy difícil.—siguió diciendo Lucasta.

Duxo no dijo nada, cosa que volvió más incómodo el ambiente.

——Ese chico tiene algo que. . . no lo entenderían. A veces me gustaría cambiarme de esa universidad estúpida, pero no lo puedo hacer porque sería un desperdicio para mis padres.—murmuró Duxo, con una expresión seria.

——Tranquilo, amigo, nosotros te apoyamos en todo, te ayudaremos a que nadie se entere de esto, será nuestro secreto, nadie se enterará de tus gustos raros.—dijo Lucasta con una sonrisa, esto ofendió a Duxo, es decir, ¿Por qué es raro? Lo dejaría pasar, después de todo no quería pelear con sus amigos.

——Sí, Duxin, nadie se enterará de tu amor secreto.—se burló Natalan, solo quería joderlo un poco, para que las aguas se calmen.

——¿Q-qué? No d-digas mamadas, Natalan.—negó Duxo, mientras poco a poco sus mejillas se sonrojaban.

——Aww, mírate, estás todo hecho un tomatito. —Natalan después de decir eso, empezó a reír junto a Lucasta.