El Príncipe y Lluvia Carmesí viajan al lugar de su primer encuentro (parte II)

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-¡Aaah!, San Lang, esp-espera, duele, ¡estas sosteniendome fuerte! ¡Se amable?

El ceño de Hua Cheng solo se profundizó más al escuchar eso, luego apretó su agarre y Xie Lian abrió sus ojos de dolor y recostó su espalda en la cama como si se hubiera desmayado, luego gritó bajito de dolor.

-Gege, mi pregunta aquí es ¿por qué usted estaba viniendo hacía mí corriéndo cuándo estabas a menos de diez pasos?

Xie Lian levantó todo el largo de su brazo para estirarlo y luego lo bajó directamente a su frente para cubrirse con su antebrazo.

-Es que pensé que ya habías afirmado el diseño del traje que llevas puesto para que lo puedas pagar.

Hua Cheng dejó de dar masajes a la pierna ya curada de Xie Lian para luego inclinarse sobre él, dejando que su esposo de cabello castaño se descubra la frente y hagan contacto visual obligatoriamente.

Parecía que no iba a responder al comentario de Xie Lian, y tal parece que iba a preguntar algo fuera de tema.

La punta del dedo del fantasma tocó el mentón de Xie Lian y dijo: -Gege, sí ocurre la posibilidad, de... hablar del otro frente a la tumba de sus padres, ¿Qué les dira sobre mí?- por alguna razón, al terminar de hablar, volteó a otro lado sin alejarse del rostro de su esposo.

Bueno, él tampoco sabía que decir estando frente a las tumbas de sus padres, pero algo que sí sabía era que cuando Xie Lian hablaba de Hua Cheng, sus mejillas se debían de poner calientes y rojas, su estomago siempre le haría sentir un tipo de cosquilleo agradable, sus manos necesitaban agarrar algo para el cual distraerlas y pensar más profundamente en su esposo, sus ojos brillaban como el sol, y las palabras que salían de sus labios eran miel al hablar de él.

El Díos levantó una mano y la colocó en la mejilla del fantasma para poder volver su cabeza y mantener el contacto visual de antes.

-Aunque mi mente se ve profundamente agraviada por la confución que, en algunos casos, San Lang crea al momento de hablarme, hay algo aquí -apuntó su propio corazón- que es más claro y nítido, realmente es como si hubiera paz y todo fuera un mundo de colores pasteles, creo que San Lang debió preguntar ¿Cómo es qué diré: cómo me siento al estar contigo?

Hua Cheng sonrió mostrando sus dientes blancos, agregó: -Gege, usted es muy sabio, tal sabiduría para alguien que corrió tan rapido y se rompió la pierna contra un hombre más alto que él es un poco injusta. -le pellizcó una mejilla y suspiró, el de abajo solo frunció el ceño e hizo un puchero, Hua Cheng continúo: -Entonces, iremos con nuestras vestimentas típicas ¿verdad?

«Típicas no es la palabra que usaría si fuera el gran Hua Chengzhu, San Lang, te paras cambiando de tunicas a corde un tema en específico» Pensó Xie Lian, luego dijo con una sonrisa: -Sí, las vestimentas que nos representan estarán bien.

Hua Cheng asintió y luego se levantó y comenzó a sacarse las botas negras con algunas cadenas de mariposa.

No era la primera vez que Xie Lian veía a su esposo desnudo y confirmar que tenía buen cuerpo, pero verlo quitarse la ropa era muy diferente al verlo a medio vestir o sin nada.

Luego de haberse quitado todas las cadenas, pudo retirar los brazaletes con diseño infernal pero bonito al tener algunas mariposas.

Juntos por SIEMPRE •  HuaLianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora