Hace 3 años...
Las lagrimas de Xie Lian eran grandes, muchas salian y no dejaban de expandirse por toda las mejillas, solo unos pasos, solo un poco más, si podría volar, si podría tener alas entonces estaría en los brazos de Hua Cheng más rápido, pero mientras más pensaba, ya había llegado.
Él se había elevado, enroscó sus piernas en la cadera y se aferró al cuello de Hua Cheng, mientras que su cabeza se escondia en su hombro.
Practicamente todo su peso se abalanzó contra el fantasma, este último no se cayó, ni siquiera vaciló, simplemente lo esperó con los brazos abiertos, lo cargó sosteniendole de la cintura para evitar una caída.
Aquellas lagrimas de Xie Lian contenidas por un año ya habían salido, pequeños sollozos se escuchaba, y su respiración tartamudeaba al pasar los mocos en su nariz producto de su llanto.
—S-San Laaang, yo no pu..puedo creerlo.
Hua Cheng mantenía su cara escondida en la curva del cuello y hombro de Xie Lian, estaba feliz, muy feliz de poder abrazarlo de nuevo, escuchar su voz que le daban miles de años más de amor puro.
—Gege... no llores más —sube un poco su mano para darle pequeñas pasadas en su espalda, como para lograr que se tranquilizara—, este San Lang a vuelto con usted.
El aire era tan calido alrededor de Xie Lian cuando estaba con Hua Cheng, antes era tan frio que parecía que en cualquier momento se congelaría, ahora no es así, aunque Hua Cheng es frio fisicamente ya que es un fantasma, siempre hay un tipo de contacto de descontrol cuando se toman de las manos, abrazan, esos besos que compartían para "pasar energía espiritual" o los momentos incómodos, cada una de esas cosas le hacía sentir un profundo cosquilleo en su estomago que recorría sus venas y calentaba su cuerpo lleno de amor tierno.
Todo este tiempo ha estado arreglando el Santuario Puqi, de hecho hasta compró una mesa nueva para el altar, tres sillas, una buena cocina, un armario y una cama, todo para no pensar en lo peor, en que nunca más vaya a poder abrazar a su San Lang.
Con la ayuda de su mano se limpió sus lagrimas, respiró profundamente y luego miró a Hua Cheng, él aún no podía creer que su calamidad de rojo estaba justo frente a él, no podía creer nada, simplemente vió las linternas iluminar el cielo y luego esa forma humanoide roja.
—San Lang, San Lang... yo eh (sollozo) no entiendo, ¿cómo, qué pasó? —preguntó con la cara completamente roja por la emoción de la felicidad y tristeza—, no entiendo...
—Gege no debe entender nada, estoy aquí otra vez, nunca más voy a dejarlo, lo prometo desde ahora hasta siempre, —dió un beso en la frente, pequeñito y tierno, creando un leve sonrojo en la punta de las orejas del Dios— pero debo disculparme por irme sin decir cuando volvería, por dejarte solo...
—Nono, eso (sollozo), para mí es co-completamente justo, t-tú también esperaste, (sollozo) incluso mucho más que yo, pero no puedo soportar (sollozo) pe-pensar que tú pasaste todo este tiempo solo, sin nadie más...
—Gege piensa demasiado.
—Yo... lo siento, pero lo único que puedo hacer es retroceder y ponerme en tu lugar, es mucho que sentir, pero no tengo miedo, porque eres tú.
—A mí tampoco me importaría ponerme en su lugar vivir lo que usted vivió, porque Gege es la persona a la que realmente quiero, me pondría en su lugar antes que algo malo le pase, pero no tiene porque preocuparse, porque si está a mi lado, nada malo le pasará...
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Juntos por SIEMPRE • HuaLian
RomanceAños después de que todo haya sido derrotado, El Dios Marcial siempre es sorprendido por aquellos momentos tan inesperados. Ya que la mala suerte aún vive en él, pues.. ¡UN RAYO LO GOLPEA! Este era un gran y poderoso rayo de la fertilidad. Hua Cheng...