Super estrella Biónica || Chase Davenport & Tú || Lab Rats

Cap 30 - Cuerpos...

Chase's POV

Inspeccione mi aliento mientras bajaba las escaleras, arremangué mi camiseta mientras buscaba todo para ya ir en camino a mi destino, Oliver y Kaz decidieron en quedarse a jugar videojuegos, escuché el timbre.

- No voy. - Dijeron mis compañeros de piso sin apartar la vista de del televisor.

- No me digan. - Solté de manera sarcástica mientras rodaba los ojos con algo de gracia. Una vez abrí la puerta, pude ver a Rachel, tenía la cara algo roja y sus ojos se encontraban algo acuosos. - Rachel... - Cerré la puerta tras de mi una vez me encontraba fuera del apartamento.

- Chase ¿Por qué no podemos ser? - Preguntó mientras se abrazaba a sí misma.

- Rachel, eres una chica excelente, eres muy bonita y realmente inteligente, cualquiera que quiera estar contigo sería muy afortunado de tenerte. - La chica comenzó a sonreír levemente y vi su intención de acercarse a mi. - Pero realmente tienes que entender que esa persona no soy yo, yo te aprecio, como una amiga, yo estoy enamorado de alguien más... - Su mueca se transformó en una de dolor.

-¿Acaso no soy lo suficiente para ti? Puedo hacer todo lo que ella haga o todo lo que tú quieras. - Rachel tomó mi mano de una manera algo frenética, intenté detenerla pero obviamente no quería hacer un número en medio del pasillo. Tomé su mano levemente, logrando que se suavizara su agarre.

- Rachel, ese es el punto, no es por que no seas suficiente, eres increíble, pero lo más que puedo ofrecerte es una amistad ¿Acaso te gustaría que te mintiera y que te diga  te amo mientras pienso en otra persona? - Rachel cerró los ojos antes de que su expresión se convirtiera en una neutra, inexpresiva. Decidí en continuar hablando. - Realmente, no sabes cuánto lo siento el que te haya hecho pensar lo que verdaderamente no era, te pido perdón por confundirte. - Soltó su agarre de mi, decidí en continuar mi camino. - Espero que luego de pasar todo esto, podamos ser amigos... - El elevador se abrió, dándome un paso más a mi destino, cuando entre al ascensor, pude escuchar las palabras tétricas que abandonaron los labios de quien se supone fuera mi amiga.

- Me las va a pagar por alejarme de ti... - Abrí los ojos en sorpresa mientras se cerraba la puerta, espero haber escuchado mal. Realmente estaba preocupado por Rachel, pero no era mi prioridad al momento.

Una vez en el auto, me tomó alrededor de 10 minutos en llegar y poder estacionarme.

Las luces multicolores se encontraban en todo su esplendor haciendo lo suyo entre la espuma que se encontraba adornando el lugar, muchas personas se encontraban pegadas moviéndose al ritmo de la música que se encontraba por todo lo alto, muchas risas a mi alrededor y por lo que veo, mucho alcohol también. Vi a Skylar y Bree sentadas mientras tomaban una copa de lo que para mi parecer era vino. Apreté mi mandíbula mientras me dirigía a ellas.

- ¿Chase? - Preguntó Skylar intentando abrir sus ojos un poco más.

- ¿Donde esta? - Le pregunté a Bree, quien solo me miró algo sorprendida.

- Está con Owen en la pista de baile... - Asentí mientras comenzaba a escanear el lugar centímetro por centímetro, pude verlos técnicamente en el centro de la pista, apretándose el uno contra el otro. La chica observaba el techo del lugar para luego cerrar los ojos y dejarse llevar por el ritmo de la música. Me acerqué por inercia, pasando por entre todo el mundo. Una vez llegué a estar frente a ella, pude observarle detenidamente, no sé por qué, pero algo me decía que algo no andaba bien. Owen se besaba con un chico mientras continuaba moviendo sus caderas en contra de ________, Owen se separó del rubio para sonreírme abiertamente. Le dijo algo al oído a mi chica, quien abrió los ojos en mi dirección y sonrió como el gato de Alicia en el país de las maravillas.

- ¡Chase!- Le observé detenidamente mientras ella me sonreía, y algo en su manera de actuar me dejaba saber que no estaba bien. - ¡Hola!

- Me preocupa tu alegría de verme ¿Podemos hablar? - Sin dejar sonreír asintió de manera irregular, vi como sus piernas se tambaleaban al caminar, tuvo que llegar un momento en que le tuve que sostener ya que ni siquiera tenía el balance necesario en lo que salíamos del lugar, pude ver cómo Owen y las chicas se acercaban a nosotros. - ¿Qué tomaste?

- Escucho los colores... - Miraba al cielo mientras movía haciendo olas imaginarias. - Mira mis dedos, son suaves. - Alargó la palabra mientras sonreía.

- ¿Estás drogada? - Dejé ver mi enojo con claridad, la chica sonrió en mi dirección, Skylar se acercó junto con Bree y Owen. - ¿Por que la dejaron drogarse?

- Solo estábamos tomando shots, Owen y su amigo lo pidieron, a mi no me ha hecho nada. - Dijo Skylar

- A mi solo me ha dado dolor de cabeza.

- A mi no me impacta de la misma forma a la que a ella, tranquilo, la estamos cuidando. - Dijo Owen mientras la tomaba de la cintura, la chica comenzó a acariciar el rostro de su amigo con una delicadeza extraña.

- Está no es la manera, quiero que todos vayan y pidan un taxi, nos quedaremos en la casa de ________ mientras se espabilan. - Como si telepáticamente lo hubiese llamado, un taxi se detuvo detrás de, por llamarlo al momento, mi auto.

- ¡Si, vamos a casa! - Sonrió nuevamente eufórica, rodé los ojos mientras le alejaba de Owen de la chica. - Pero yo quiero ir con Owen... - hizo puchero en dirección al morocho.

- Tu y yo tenemos que hablar. - Abrí la puerta mientras técnicamente le arrastraba de la mano, la chica rió por lo bajo mientras se sentaba de copiloto, le coloqué el cinturón de seguridad. - Quiero que me digas que rayos tomaste. - Una vez encendí el vehículo y tomé paso en dirección a su casa.

- Um, era... marrón y... Owen me dijo que era... Yagé... - Apreté la mandíbula y mis nudillos se volvieron blancos sobre el volante. - ¿Estás enojado? -

- Lo estoy... - La chica se quedó mirando el camino por unos segundo, para luego intentar hablar.

- No sé por que te importa, por lo que entiendo solo buscabas sexo, o al menos un toqueteo... - La chica sonrió al vacío de la noche, esta conversación iba a ser extraña.

- Nunca te di no te he dado razones para que pensaras algo así de mi...

- La besaste... - Me quedé en silencio por unos segundos, esperando a que dijera algo más. - Dolió.

- Ella me besó a mi, ________, yo no la veo de esa forma, y no te da el derecho ni te excusa de hacerte lo que te estás haciendo...

- ¿Sabes que? Me gusta este sentimiento, no siento nada, pero al mismo tiempo siento físicamente todo, no me siento molesta, ni triste, ni frustrada, ni enojada... Solo estoy existiendo. - Se encogió de hombros mientras comenzaba a recostarse sobre el sillón mientras comenzaba a palmear sus muslos con sus manos. - Ya me cansé de sentirme como me sentía.

-¿Sí sabes que lo que sientes no es del todo real?

- ¿Y? Al menos me da un poco de paz que al momento necesitaba, mis padres me están demandando por 15 millones por que quieren una manutención, mi ex es un imbécil que me acosa y el chico que me gusta ni siquiera me dio título y me dejé utilizar como una estúpida y lo "besaron" frente a personas completamente desconocidas que según entiendo me idolatran, todo se ha ido al diablo en menos de un mes y solo me dicen que debo intentar soportarlo todo... - Escuché como su respiración se comenzaba a agitar, intentaba sostener las ganas de llorar, pero por obvias razones ya no podía. - Me duele el alma, y ya no se como manejarlo, Chase, solo sé que no quiero estar aquí, por eso ya no me importa lo que me pase, si me quedo en la calle, si mue...

- No te atrevas a decir algo como eso... - La manera en la cual le interrumpí fue brusca, pero eso no la hizo detenerse, solo entre lágrimas decidió en continuar con sus palabras.

- Nunca lo había dicho en voz alta, pero es cierto... - Decidió en recostar el asiento del auto mientras me daba la espalda. - Quisiera que no fuera así, pero lo cierto es que ya no me importa... - Escuché un suspiro de su parte algo entrecortado, decidí en continuar conduciendo, una vez me estacioné, decidí en girarme a verle, acaricié su cabello suavemente.

Ella estaba irremediablemente rota, y eso era lo que me a pesar de todo, la hacía malditamente perfecta ante mis ojos, no le iba a perder por un malentendido.