Capitulo 20

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Narra Spreen
Tenía un fuerte dolor de cabeza. Podía sentir algo de sangre brotando de mis heridas. Intenté levantarme pero una voz me lo impidió

—Espera, te estoy curando — era Missa, estaba usando su magia para curar mis heridas

¿Dónde estamos? ¿Que pasó?

Cuando mi vista mejoró pude ver un poco de luz. Philza sostenía en sus manos una antorcha con la que alumbraba para que Missa pudiera curarme. Estábamos en la cueva. Ya recuerdo. Quedamos atrapados aquí después de un accidente. Cuando intentamos volver a salir, la cueva se derrumbó

— Listo, pude curar las heridas superficiales pero aún hay varias que no puedo curar

Con algo de esfuerzo me incorporé sentado en el suelo. Miré a mis acompañantes con curiosidad y parecieron entenderme

— Quedamos atrapados aquí. Papá estuvo discutiendo con Luzu sobre si debían quedarse o irse. Les dijimos que se fueran, que nosotros encontraríamos la manera de salir

— Entonces — me levanté y sacudí mi ropa — debemos encontrar una manera de huir

—Los de la federación pensarán que estamos muertos — dijo Philza

— Mm... ¿Por qué no lo estamos? — alrededor habían muchísimas rocas tiradas, fácilmente pudimos haber muerto

— Missa hizo un campo mágico que nos encerró dentro. Y yo los protegí con mis alas por si alguna roca se lograba pasar. Gracias a Missa estamos vivos

El azabache menor se sonrojó y empezó a negar con las manos y la cabeza — P-Para nada. Y-Yo no hice nada!

— Missa, descansa un momento — le dije a mi hermano — te agradezco por salvarnos, déjanos el resto a nosotros. Usar tu magia de curación gasta mucha energía, siéntate un rato

Él asintió y se sentó en el suelo recostado a la pared. Yo miré el lugar donde debía estar la salida. Totalmente cubierto por rocas. Busqué mi mochila que por suerte no estaba tan lejos de mi. La abrí y empecé a sacar cosas bajo la atenta mirada de mi hermano y de Philza. Entre todas las cosas saqué dos picos que siempre llevaba

— Philza! Agárralo

Él lo tomó y comprendió mi idea. Nos acercamos a la "puerta" y empezamos a picar, teniendo cuidado de no provocar otro derrumbe.

1 hora después...
Debido a la gran cantidad de rocas nos llevó un tiempo largo lograr abrir una abertura para que los tres pasáramos. Logramos salir pero la noche nos saludó. Maldicion, pude ver a los mods localizandonos y empezando a caminar hacia nosotros. Empezando a correr rumbo a la playa, entre mis cosas saqué la lancha que cargabamos.

— ¡Cuidado! — un esqueleto iba a disparar pero yo me apresuré y con mi espada desvíe la flecha que iba a darle a Philza

— Gracias Spreen

— No sé detengan. Corramos

Corrimos un poco más hasta que llegamos a la playa. Puse la lancha en el agua y subimos rápidamente. Arranqué esta y conduje rumbo a Karmaland

—¡Estamos vivos! ¡Estamos vivos! — gritó mi hermano provocando que rieramos

Hice una promesa... No voy a romperla

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Llegamos a Karmaland casi las 4 de la mañana. Todo el pueblo estaba oscuro, las únicas luces encendidas eran las del castillo. Corrimos a él y los guardias se sorprendieron al vernos. Los tres entramos a la gran sala donde estaban todos reunidos

—¡Spreen!

Roier estaba llorando pero sonrió cuando me vió y corrió a abrazarme. Yo le recibí con los brazos abiertos, calmandole un poco

—¡Estás vivo!

— Por muy poco no

Se alejó y me dió un golpe en la cabeza

—¡Hey! ¿Y eso por qué?!

— ¡Por asustarme, maldito cabrón! ¡Casi se me sale el corazón por la garganta! Imbécil

Que tierno. Podría al menos recibirme con un beso. No con un golpe

Surprise marriage {Sproier}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora