Prólogo

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Spreen es un chico... Misterioso. Eso decían todos. Incluso sus propios padres no podían comprenderle. Desde que se manifestó como Alfa a la temprana edad de 8 años, Iván se mostró siendo un misterio que nadie podría resolver. Jamás se vió interesado en ninguna Beta, Omega o Alfa en todo el Reino, los rechazaba a todos, tanto hombres como mujeres. Cuando cumplió los 15 años empezó a entrenar, entrenar sin descanso. Día tras día. Se volvió fuerte, muy fuerte. Cuando le preguntaban el Porqué, decía que quería ser un buen rey en un futuro

Pero sus padres tenían miedo que por cuidar de su entrenamiento, empezara a descuidar otras cosas. Como el amor. Una cosa tan importante en la vida. No querían que su hijo se perdiera de esa sensación.

Por suerte para el joven Spreen, sus padres conocían a un brujo (chamán, como quieran decirle) quien tenía todas las soluciones a sus problemas

—¿A dónde se supone que vais? — preguntó el joven de cabellos negros cruzado de brazos 

—Vamos a visitar a un viejo amigo nuestro. Volveremos mañana antes del anochecer. Si sucede cualquier cosa con el reino-

Spreen le cortó antes de que siguiera hablando — Le pido a mi tío que los llame con un hechizo. Ya lo sé

—Te lo dejamos a ti, Spreen. Cuida del reino y de tú hermano — Rubius y Vegetta se despidieron de su hijo y subieron al carruaje

(Rubegetta por siempre y la Queso 💅💅)

Spreen miró con curiosidad el carruaje de sus padres partir. Esos dos se tenían algo entre manos. Muy pocas veces salían del reino. La última vez que lo hicieron fue hace unos meses para uno de sus aniversarios.

—Hermano — su hermano menor Missa se acercó a él y lo sacudió para que le atendiera — Te quedaste en blanco, pendejo. Pensé que te había bajado la presión

Spreen rió por el comentario de su hermano — Tira pa' dentro. Está por empezar a llover

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—¡Hombre! Vegetta! Rubius! Hace años no nos veíamos, señores, pasen pasen — Sapo Peta les dejó entrar a su sala

—Sapo Peta. No has cambiado nada. Pareciera que los años no pasan para ti — Vegetta saludó con entusiasmo a su viejo amigo

—Lo mismo te digo. Estás igual de guapo que cuando tenías 20 años — miró a Rubius y comentó con risa — No te pongas celoso. Es solo un comentario

La pareja rió y siguieron al beta hasta una sala un poco más alejada. Entraron y vieron varios artefactos y cosas raras. La casa de Sapo Peta era enormemente enorme. Las grandes puertas solo incitaban a la curiosidad. Pero esta era quizás la más importante de todas las que tenían allí. Dónde el brujo guardaba sus pócimas y cosas raras, los cachivaches más extraordinarios que jamás verías en tu vida. Entraron allí y se sorprendieron al ver a dos siluetas conocidas en la misma sala

—¡¿Luzu?!

—¡¿Vegetta?¡

—¡¿Quackity?!

—¡¿Rubius?!

Sapo Peta miró todo con una risita "Menuda coincidencia"

—¿Que hacen ustedes aquí? — preguntó el castaño de ojos rojos

—Una situación con nuestro hijo mayor — respondió el Híbrido de oso

— Nosotros tenemos algo igual — comentó el pato

—Oigan, sus majestades— el de piel oscura detuvo la conversación — ¿Podemos empezar ya con los rituales? Al fin y al cabo los cuatro venís por el mismo ritual

Los reyes aceptaron. Sapo Peta se acercó a un libro y lo abrió empezando a escribir algunas cosas en una lengua extraña. Luego de eso colocó rosas rojas en un círculo alrededor del altar donde se encontraba el libro. Se colocó en medio de este y se dirigió a Luzu y a Quackity — ¿Trajeron alguna pertenencia de su hijo?

Luzu asintió y le entregó uno de los abrigos rojos de su hijo — Casi siempre lo usa cuando hace frío. Es verano. No se dará cuenta

El de marcas verdes lo tomó y lo puso debajo del altar. Luego empezó a decir algunas palabras extrañas que dejaron confundidos a los reyes. El libro empezó a brillar y mostró la figura de un joven de cabellos castaños claros y ojos color malva

—Ese es Roier — habló Quackity

—La imagen está cambiando

La imagen de otro joven apareció en las páginas. Pero esta vez de un joven de cabellos oscuros y ojos morados

—¡Es Spreen! — gritó el Omega de cabellos negros— ¿Que hace Spreen ahí?

Sapo Peta sonrió con gracia y miró a sus amigos — Matamos dos pájaros de un tiro.

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— El hechizo que acabo de hacer logra encontrar almas gemelas. Su hijo es Omega ¿No? — miró a Luzu y a Quackity y estos asintieron — Y vuestro hijo es Alfa ¿No? — los otros dos también asintieron — Blanco y en botella

— Eso significa que Roier y Spreen son almas gemelas. ¿No es así? — el brujo asintió — Esto es una locura

—Si. Tampoco esperé que esto pasara. El destino es extraño

Vegetta suspiró y miró a sus amigos — ¿Que haremos ahora?

— No lo sabemos.

—Deberíamos dejar que se conocieran

Sapo Peta volvió a hablar — Son almas gemelas, deben estar juntos. Pero Spreen es impulsivo, no aceptará esa chorrada de las almas gemelas así como así. Y Roier quiere conocer el amor ¿No? Es una situación difícil

Rubius se levantó con una sonrisa enorme y gritó —¡Tengo la solución!

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Historia nueva. Disculpen la demora. La escuela está horrible y así es imposible sacar creatividad. Este inicio estuvo bien malo pero bueno...

Nos vemos.
Chaíto
Atte ThailinMoreno

Surprise marriage {Sproier}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora