17

170 39 2
                                    

Después de algunos minutos de espera, Dong Min pudo ver a Bin entrar a su habitación, mientras se desabrochaba botón por botón su camisa de playa.

— ¿No sospechó nada San Ha?

— Se quedó con su nuevo polvo en la sala, tal vez mirarán alguna película o serie, qué sé yo.

Bin caminó hacía la cama, en donde Dong Min se encontraba ya sentado, se dejó caer en esta boca abajo, dejándole la vista de su amplia y fuerte espalda al castaño, quien no tardó en acercarse a él. Se sentó arriba él, quedando sentado sobre el trasero de Moon.

— Que trasero tan firme tienes, papi. —dio una nalgada, tratando de no reírse.

— Me vuelves a dar otra nalgada y te perforo la garganta con mi polla.

— Uy, ¿premio o castigo?

Bin iba a quejarse, pero Dong Min comenzó a dar el prometido masaje. Bin suspiró, las manos de Dong Min eran tan delicadas, masajeaba y apretaba en el lugar preciso, todo era tan relajante que los ojos de Bin comenzaron a pesar, estaba a punto de dormirse, pero la voz de Dong Min lo interrumpió.

— Date la vuelta, papi.

Obedeció, cuando Dong Min se retiró de encima, se dio la vuelta y cerró los ojos, pero rápidamente los abrió cuando "inocentemente" seguía con su delicado masaje. — ¿Qué haces? —preguntó entre dientes.

— Te estoy dando un masaje, papi. —habló inocentemente, pasando por doquier sus manos, poniendo a Bin más nervioso.

— ¿Sentándote en mi miembro?

— Para más comodidad, es muy necesario, papi.

— Ya sé lo que planeas hacer. —Rio un poco, colocando sus manos en las caderas contrarias. — Tú, me estarás provocando todas las vacaciones, sin dejar que te folle, claro, eso es un sucio plan, pero no caeré. Ya no más.

— No sé a qué te refieres, papi, tú fuiste el que dijo que me follaría hasta que fuera mayor de edad, yo nunca me he resistido.

Bin gruñó, el menor tenía razón, él había dicho eso.

— Cierto, lo dije, no quiero meterme en problemas. — Dong Min lo miró divertido, dando un ligero movimiento sobre el miembro del mayor, haciéndolo jadear.

—Moon, no digas estupideces, tu pene en mi culo no hará la diferencia, porque ya hemos hecho cosas ilegales juntos.

— Cállate y dame mi masaje. —ordenó al haberse quedado sin argumentos. — Ya falta poco para tu mayoría de edad, ¿No?

—Como tú dijiste, solo un año y quién sabe, tal vez en estos meses te pongas más viejo y arrugado.

— ¿Más viejo? ¿disculpa? si tengo 39 años, lo que significa que apenas entraré a los 40, es una muy buena edad aún, mocoso. —El castaño sonrió, acercándose para dejar besos en las mejillas de Moon.

— Tranquilo, papi, lo decía jugando, aún luces demasiado joven. ¿Ves? yo seré mayor de edad cuando tú entres a esa edad tan buena que dices. —soltó una pequeña carcajada, sin dejar de repartir besos en el rostro del indignado Bin.

— Aquí ya lo eres, ¿no? Te escuché mencionarlo —habló Moon, cambiando de tema.

— Sí, papi, ¿me follarás?

— Tal vez.

— Ya entiendo, papi, si me follas aquí no te sentirás tan culpable porque ya soy casi mayor, pero en Corea ni siquiera me voltearás a ver. —dijo, enderezándose en el regazo del contrario, cruzándose de brazos. Dong Min abrió su boca al no recibir una negación por parte de Moon. —Oh, por dios, ¿es en serio?

I Want a Daddy ¦❦︎¦ Binwoo (PAUSADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora