Un viaje con su mejor amigo y un hombre que realmente te prende las hormonas, no será fácil para Dong Min.
- Quiero un daddy, ¿podrías serlo?
- Si acepto tendrás que obedecer todo lo que diga.
- Te obedeceré solo en la cama.
• Smutt, angst, dram...
San Ha vio la hora en su celular, eran las 3 de la madrugada, suspiró cansado, quería irse a dormir, había bailado tanto que sus pies le dolían demasiado, volteó a ver a su novio, este parecía aún con muchas energías, no entendía si era porque tenía un buen aguante o porque estaba borracho.
Él no quiso emborracharse, se había pasado solo un poco de copas, pero seguía estando cuerdo, solo que el dolor en los pies lo estaba matando.
— Francisco, oye, tú. —el nombrado volteó, tomando la última gota de la lata de cerveza. —Ya vámonos, estoy cansado.
El contrario lo miró, sin moverse del lugar.
— Se me olvida que no hablas coreano, ahora ¿cómo se decía 'cansado' en inglés? —se preguntó a él mismo, gritó internamente.
Agarró la muñeca del más alto, arrastrándolo entre la multitud, planeaba llevárselo y encontrar su casa.
Porque lo que menos quería San Ha en estos momentos es ir a la casa donde se encontraba Dong Min y su padre.
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— Sanhie no vendrá. —anunció el castaño volviendo a cerrar sus ojos, Bin quien se encontraba entre sus piernas dándole un relajante masaje lo volteó a ver confundido.
— ¿Cómo sabes?
— Ay, Moon, me acaba de mandar un mensaje, irá con su novio.
—Eso es lo que menos quería...
— Moon, tenemos casa sola. —Bin rio un poco, pero esta se fue desvaneciendo al ver cómo Dong Min le estaba abriendo las piernas hacia él.
Tenía a la vista aquellos panties negros, el mayor soltó un fuerte suspiro, mirando detalladamente aquella parte tan íntima del menor, nunca se imaginó enloquecer por el cuerpo de un hombre, pero ahí estaba, babeando por volver a arrancar todas las prendas del menor.
—Dong Min... —soltó jadeante, llevó sus grandes manos a las piernas del castaño, recorriendo lentamente hasta dar con el elástico de su ropa interior.
El menor soltaba pequeños jadeos, mirando detenidamente las acciones del contrario, subió un poco sus caderas cuando Moon comenzó a bajar su braga, Dong Min estaba ansioso, se sintió de maravilla tenerlo dentro, él quería volver a sentirlo.
Bin le dio una sonrisa ladeada, aquella pequeña entrada se miraba ya tan preparada para él, y lo confirmó cuando metió uno de sus dedos, aún se podía sentir la humedad del lubricante dentro de él.
— ¿Lo sientes? No necesito otra preparación, solo follame ya.
Bin bajó rápidamente su pantalón, llevándose con él su bóxer, llevó sus manos a la pequeña falda del castaño para alzarla, no la quitó, simplemente la subió un poco para poder apreciar más aquel exquisito cuerpo.
Con un agarre brusco agarró ambas piernas de Dong Min, llevándolas a su cadera, el contrario entendió y las enrolló alrededor de su anatomía.
— Tan desesperado, siempre lo estuviste, ¿No? Rogando por mi polla en ti, pequeño travieso. —El menor mordió su labio inferior, incapaz de decir una palabra al sentir una vez más el miembro de Moon dentro.
