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━━Decir que la pequeña princesa no estaba asustada sería decir una mentira.
La dragona frente a ella era de un tono marrón oscuro con unos brillantes ojos naranjas. A simple vista era simplemente intimidante debido a su tamaño y a las múltiples espinas que cubrían su cuerpo.
-Tsillash aléjate de ella- gritó daemon mientras buscaba alarmado una forma de volver a subir- intenta esconderte, voy para allá- dijo el príncipe daemon mientras se paraba apresuradamente para correr hacia el camino que le permitía volver a subir .
La dragona gruñía amenazadoramente mientras se acercaba a la niña, haciendo que esta retrocediera hasta chocar con una de las frías paredes de piedra.
No podía huir, la madre molesta tapaba el camino con su cuerpo era su fin, moriría asesinada por undragón.
Antes de que la dragona pudiera abalanzarse sobre la niña, una gran figura hizo acto de presencia saltando y colocándose entre la princesa y la dragona.
Frente a ella se encontraba un hermoso dragón plateado quien le gruñía furiosamente a la madre, haciendo que esta retrocediera mientras mostraba sus afilados dientes. Tras ver que el dragón no cedería la dragona marrón soltó un último rugido en su dirección antes de volar hasta una de las plataformas más altas donde se encontraban esperandola sus presiados huevos.
Asustada la niña miró temerosa al nuevo dragón, mientras se aplastaba contra la pared esperando que por un milagro pudiera atravesar esta.
Sin embargo, para sorpresa de Tsillash el dragón simplemente se limitó a acostarse frente a ella mientras la miraba fijamente, como esperando su siguiente movimiento.
La princesa se levantó lentamente del suelo sin despegar su mirada de la hermosa criatura plateada, mientras estiraba su pequeña mano en su dirección con la intención de tocarlo. Sin embargo al ver esto, este levantó su cabeza, evitando la mano de la niña.
-Tsillash- se acercó rápidamente su hermano siendo seguido de cerca por los entrenadores de dragones-estás bien- preguntó alarmado mientras posaba sus manos en sus hombros, examinándola con la mirada, en busca de alguna herida.
-Estoy bien daemon- dijo pausadamente la niña mirando a su hermano- ese dragón asustó al otro- dijo tranquila mientras miraba a la llamativa bestia plateada. El príncipe mucho más aliviado abrazo brevemente a su hermana, para posteriormente dirigir su mirada hacia los cuidadores.
-El dragón que nos atacó no era un látigo afilado-comentó el príncipe de forma segura, sin comprender que hacia allí un dragón que no era un látigo afilado.
-Su nombre es dessera suele venir aquí para poner sus huevos, es una dragona salvaje- explicó el cuidador mientras miraba hacia la plataforma donde se encontraba la dragona.
-Y ese como se llama- preguntó la niña, mirando de forma curiosa a su salvador.
-Ese es Nedhak princesa- le informó uno de los cuidadores- es un macho de mediana edad, suele pasear por esta zona- explico el hombre mientras miraba curiosamente al dragon-es un alivio que la allá ayudado, no suele prestarle mucha atención a las personas.
-Nunca había visto a uno como el- dijo ilusionada la pequeña.
- Verdas que es precioso- exclamó otro de los cuidadores acercándose a la niña- es un latigo afilado, son los dragones que cuidamos en este castillo- le explicó de forma pausada mientras ambos miraban al dragón, quien había vuelto a acostarse.
-Nedhak- dijo la princesa mirando maravillada al dragón, quien al escuchar su nombre abrió sus ojos para mirarla.
