✔︎𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐒𝐄𝐕𝐄𝐍𝐓𝐄𝐄𝐍-𝐃𝐢𝐧𝐧𝐞𝐫

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━━Para cuando los príncipes llegaron al salón todos los miembros de la familia real ya se encontraban esperándolos, dispersos por la sala

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━━Para cuando los príncipes llegaron al salón todos los miembros de la familia real ya se encontraban esperándolos, dispersos por la sala.

-perdón por la tardanza- exclamó apenada Tsillash, mientras con un gesto del brazo los invitaba a sentarse en la mesa- estábamos poniéndonos al día- comentó.

-Es bueno ver que tu y aemond se llevan bien- dijo feliz viserys a la vez que tomaba asiento junto a su esposa.

-por supuesto- respondió- comemos-exclamó mientras los sirvientes se acercaban a dejar los elaborados platillos en la mesa.

Si bien aemond deseaba poder sentarse junto a su tía, esto le fue imposible debido a la rapidez con la que sus hermanos ocuparon los lugares cercanos a ella. Y por si fuera poco el único asiento disponible cerca de ella, estaba siendo tomado por el príncipe canalla, dejándolo sin más opción que sentarse junto a su madre.

A pesar de esto el joven no pudo evitar notar la forma en que aegon miraba a la santa. No era una mirada despectiva ni morbosa, más bien era todo lo contrario la miraba con un profundo cariño y adoración. No podía culparlo, él mismo estaba seguro de que también poseía una mirada similar.

La cena procedió tranquilamente mientras los músicos creaban un armonioso ambiente tocando suaves baladas. Tsillash aprovechó el momento para ponerse al día con su hermano favorito a quien no veía hace mucho, y cuando su charla se pauso inició una nueva con aegon quien no paraba de preguntar por qué había estado haciendo en los últimos años.

Decir que aemond no estaba frustrado seria decir una mentira, el príncipe envidiaba ligeramente a su hermano en este momento y a su vez se encontraba sorprendido con la dinámica que este y su hermano llevaban con su tía. Se veían cercanos y pacíficos, a pesar de no haber interactuado en más de 12 años.

-los látigos afilados son preciosos- comentó Lucerys cuando se acercaron al tema de los dragones- no sabían ni que existían- dijo luke.

-con la controversia que los rodea muchos olvidaron su existencia- dijo tranquilamente la mujer- así es más seguro para todos, recuerdo que durante mis primeros años aquí había constantes ataques contra ellos.

-pero se supone que los dragones son dioses- dijo indignado Jaehaerys- como puede haber gente que se atreva a atacarlos- preguntó pasmado.

-se cree que toda cos abuela tiene un lado malo, los látigos son tomados con el la malo y corrupto de los dragones, una impureza que debe ser extirpada y eliminada- explicó de forma desanimada y pausada la líder del templo.

-eso es muy cruel- dijo afligida Helena, mirando de forma desanimada sus manos.

-porque creen eso- preguntó la princesa Rhaena.

-principalmente de debe a su apariencia, la sola fisiología de los látigos parece estar hecha para la batalla-dijo pausadamente- sus escamas parecen armaduras y tanto sus colas como sus lágrimas son altamente peligroso y letales- suspiró pesadamente- al final la gente solo ve el exterior e ignoran el interior.

-es en verdad una pena- dijo tristemente el rey- son seres verdaderamente hermosos, es una lástima que no puedan verlo- agregó mirando a su hermana menor.

A todo esto el jinete de vhagar se había limitado a guardar silencio y escuchar atentamente la conversación, de cierta forma no pudo evitar sentirse como en su juventud cuando la santa de plata le brindaba sus pequeñas clases.

-Cambiando de tema- dijo la joven de cabello bi color- estaba pensando en que mañana podríamos ir a volar juntos- dijo con una brillante sonrisa- así podrían ver mejor la ciudad y sus alrededores.

-Suena maravilloso- exclamó rhaenyra mirando a sus hijos, quienes también se mostraban emocionados.

-la idea de destrozarte en una carrera es tentadora- dijo divertido Daemon dirigiendole una sonrisa cómplice a su hermana.

-ya quiero que veas a sunfire, ha crecido mucho desde la última vez que lo viste-comento aegon ilusionado

-Estoy segura de que si- dijo mientras tomaba dulcemente la mano del príncipe- me emociona verlo.

-y podrás verme con dreamfire- se unió helena mirando a su tía-nunca me has visto montarla.

-La reclamaste mucho después de que me fuera-concordo la mujer.

A todo esto Tsillash notó como Rhaena guardaba silencio mirando de forma desanimada la mesa frente a ella.

-princesa rhaena-la llamo atrayendo su atención- habías visto a los latigo afilados antes-pregunto de forma suave.

-no su santidad- respondió esta dubitativa- la primera vez que vi uno fue a nuestra llegada.

-te seguro que de cerca son mucho más hermosos- exclamó dulcemente- estoy segura de que podrás apreciarlos mejor desde la montura de Nedakh.

Este comentario causó una brillante sonrisa en el rostro de la joven, al entender la invitación de la santa. Recibiendo a su vez pequeñas sonrisas del resto de la familia que presenciaba la escena.

-eso me encantaría princesa- expresó feliz dirigiendole una mirada agradecida.

Aemond miró fijamente a la líder del templo con total adoración, ella no había cambiado nada, y sus actos y forma de ser lo demostraba. Al igual que hizo en su momento con él le estaba dando una oportunidad y lugar a rhaena, a pesar de que él creía que ella no lo merecía.

-entonces está acordado, mañana iremos a volar en familia- exclamó ilusionada la santa de plata.

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⏰ Última actualización: Sep 24, 2024 ⏰

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𝐴𝑅𝐺𝐸𝑁𝑇𝑈𝑀-(𝑎𝑒𝑚𝑜𝑛𝑑 𝑇𝑎𝑟𝑔𝑎𝑟𝑦𝑒𝑛)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora