El sol.

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Disculpen la demora, sepan que jamás de los jamás abandonaré un fanfic que esté desarrollando, la verdad es que, estoy bastante deprimida, un poco destruida y eso potencia mi bloqueo y mis ganas de dar un mal final o un final poco correcto a esto y la verdad, mis fics tienen un final desde que comencé a escribirlo, cada palabra tiene un final seguro, un final que desde el inicio estaba escrito, por eso, les pido paciencia, les pido que no olviden que amo escribir y que siempre lo amaré, por lo mismo, gracias por su paciencia y por leerme cada segundo...


Aquí les dejo un poco más... 


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Miró su teléfono y buscando, simplemente llegó al lugar donde debía mejorar las cosas, el iba a volver con cierto peliplata, sabía que él era la mejor opción, por lo que, sus manos simplemente buscaron su número con desesperación.

Tetsu lo había estado mirando los últimos 5 minutos en completo silencio, la videollamada se había alargado bastante en el paso de los minutos y el pelirrojo simplemente sentía el frío sudor recorriendo su columna, de forma completamente incomoda

—Tetsu, entiende, quiero estar contigo, te elegí...

—Por favor Kiri, no digas que me elegiste sobre tu ex que está muriendo con cáncer en este momento.

—Él no está muriendo, vive con cáncer y está en quimio, pero no está muriendo.

—Esa no es la cuestión de este asunto Kirishima y lo sabes. — El peliplata elevó suavemente el tono de su voz, aunque lo fruncido de su entrecejo podía dejarle claro al pelirrojo que estaba más que molesto. — Desde que Bakugo decidió poner fin a su relación, no fuiste más que un despojo de persona, rogando entender que estaba pasando por la cabeza de la rubia dramática para haberte dejado luego de todo lo que había pasado; y ahora que tienes una respuesta en tus manos, que puedes entender que te ama y que buscaba librarte de la carga de alguien enfermo, me dices que ya no estarás con él y qué es por que me eliges a mí. — Suspirando agregó. — Disculpa, pero tu y yo sabemos que eso es una mentira.

—No puedo estar con Bakugo, no puedo Tetsu, no puedo estar con alguien que me mintió y me hizo tanto daño y mucho menos puedo estar con alguien que se está rindiendo, no es el Bakugo del que yo...— La frase quedó a medias, con la boca del pelirrojo abierta, tratando de comerse esas palabras, tratando de no dejar salir eso que estaba sintiendo en ese momento.

—¿No es el Bakugo del que te enamoraste? Es eso ¿no? Kiri, vamos, no puede ser tan difícil, está enfermo, podría morir, podría no estar más en este mundo, ¿realmente quieres pasar el resto del tiempo de Bakugo en la tierra con alguien que no sea él?

Kirishima quería sonreír, quería asegurar que estaba bien, pero no podía hacerlo, no podía eliminar ese nudo en su garganta, esa opresión en su pecho, esa sensación de pérdida que parecía llenar el lugar, esa sensación de que todo, simplemente todo lo desbordaría en cualquier momento parecía agotador, no caía en su cuerpo ese momento, esa idea, no caía en su cuerpo la sensación de que Bakugo no existiera, de que esa persona, su persona en el mundo dejara de tener una presencia lo abrumaba, lo mareaba, le causaba una constante sensación de nauseas, de vomitar.

Había un mundo, había alguna posibilidad de que el mundo en que respiraba Bakugo Katsuki desapareciera para siempre, había una posibilidad que las últimas palabras que le había dedicado al hombre que amaba y admiraba en partes iguales, fuera solo un grito de rabia y dolor, un mundo en donde el rubio dejaría de existir simplemente para convertirse en un recuerdo, lo que simplemente logró que el cuerpo de Kirishima estuviese a portas de colapsar.

—¿Kiri? — Tetsu intentó atraer la atención de su actual pareja, pero la voz casi inexistente del pelirrojo se dejó escuchar.

—No había pensado en que eso pudiese pasar, no había pensado en un mundo donde Bakugo no sea una parte importante, en que no sea relevante, en que no sea el sol...

—No es el sol, puedes tener más personas así...

—Lo quiero a él, quiero a ese sol, a mi sol, no quiero a nadie más, no quiero un mundo sin él. — Kirishima sintió las lágrimas bajando rápidamente por sus mejillas. — Tetsu, sin él, sin su presencia, no quiero continuar, no quiero un mundo en que su voz no retumbe, sin que su aliento me despierte cada mañana, sin que los latidos de su corazón retumben en mi oído cuando su pecho sea lo primero que sienta al despertar cada mañana, Tesu yo no puedo imaginar el mundo sin Bakugo y no quiero estar en ese lugar.

—Búscalo, podremos volver a ser amigos. — El peliplata parecía triste, pero continuó. — Solo dame un tiempo, y volveremos a ser grandes amigos, pero ahora, no te rindas y no dejes que ese idiota gritón se rinda, no sin luchar, está enfermo, podría morir, pero si el destino de su vida es que acabe ahora, no será sin luchar, no será sin batallar con todo esto y Kiri, él no es el sol...— respiró y agregó profundamente. — tú eres el sol.

La llamada se cortó y los pies del pelirrojo volvieron a correr, había perdido algunas horas, pero sabía que había una gran posibilidad, la de tomar la mano del rubio, la de dar los pasos que siguiesen a su lado, eso, sin importar que fueran los últimos. 

DestruidoWhere stories live. Discover now