🧡🖤Desde que habían vuelto del paseo que Azumi no podía quitarse a Kei de la cabeza. Sería una mentira decir que ella no comprendía lo que sucedía en su mente al escuchar su nombre, al recordar la cercanía de sus labios en la playa y la forma en que se aferró a ella cuando la encontró en medio del enorme jardín en la noche del festival. Se suponía que todos esos sentimientos debían pertenecerle a alguien más, era lo que ella pensaba al principio, pero no, todo se había torcido de forma irremediable cambiando la dirección en que las flechas de cupido apuntaron.
La chica necesitaba hablar con alguien que fuera de su plena confianza, no tenía muchas amigas por lo que decidió acudir a la persona con quien podía ser totalmente transparente. La tarde antes de la graduación, luego de ir a la escuela tomó el tren hasta Ōsaki para ir en busca de su abuela, debía ayudarla a llevar sus cosas hasta la casa de sus padres para que el día siguiente todos pudieran asistir a la ceremonia de graduación.
La casa de la señora Kimura era una de las más antiguas de la ciudad. Hacía decenas de años de que su familia se había asentado en ese lugar, no gozaban de riqueza económica, pero sí de la tradición de ser una de las familias más respetadas del pueblo.
El sonido del televisor fue lo primero que Azumi pudo escuchar a abrir la puerta.
«La antigua tradición en las graduaciones, dice que un chico debe entregar el segundo botón de su chaqueta a la chica que le gusta...» hablaban en el programa de variedades que la señora Kimura solía ver mientras tejía.
—¡Abuela... ya estoy aquí! —alzó la voz dándose una vuelta por la sala de estar al darse cuenta de que la mujer no estaba allí—. Mamá dijo que nos esperaría para cenar.
—¡Azumi! —respondió la anciana—. Ven aquí, niña. Debo llevar una botella de sake para festejar mañana...
—¡Abuela! —negó con la cabeza la chica mientras sonreía para ir a la cocina, la mujer estaba intentando alcanzar una botella en lo alto de una estantería. Al verla, la chica besó su mejilla y corrió por una silla para subirse sobre ella y alcanzar el licor—. ¿Cuando dejaste esto aquí tan alto?
—¡Desde que naciste! —respondió la mayor—. Es una tradición familiar que cuando una de las niñas Kimura se convierte en adulta debemos beber un sake especial que se elabora el día de su nacimiento.
—¿Estás segura de que eso se puede beber, abuela? —cuestionó la chica.
—¡Claro que si! —respondió la anciana cuando la menor alcanzó la botella llena de polvo y se le entregó—. La única vez que no bebimos el sake cosas oscuras pasaron...
Azumi reubicó la silla mientras su abuela limpiaba la botella.
—¿Cuándo fue eso? —cuestionó la chica— Y... ¿qué cosas pasaron?
—Cuando tu hermana se graduó accidentalmente dejó caer la botella de sake... —respondió la mujer con seguridad—. Y al cabo de cierto tiempo terminó casada con un pandillero.
Azumi soltó una carcajada.
—Abuela... Haru no es un pandillero —intentó defender a su cuñado—. Lo fue cuando era un adolescente, pero ahora es un empresario...
—¿Y tenía que llevarse a mi nieta a vivir s un país tan lejano? —insistió la mujer con severidad—. No lo voy a perdonar, mocoso pandillero e indolente.
—Abuela, mi hermana es feliz con su esposo y su hija en Suiza —insistió Azumi.
—Como digas... —gruñó poniendo la botella en uno de los bolsos que llevaba para el viaje—. Esperemos que tú corras mejor suerte que Amai en el amor.
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Todas las cosas que debí decirte; Tsukishima Kei
Fanfiction¿Qué pasaría si unes en un elaborado plan a una chica obsesionada con el romance con un chico mas frío que el hielo?. Azumi y Kei tienen un trato, ella lo ayudará a pasar su último examen y él la ayudará a cumplir su sueño romántico con el chico del...