6. Te quiero: ¿No es eso lo peor que has escuchado?

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Said, "I'm fine" but it wasn't true.

🖤🧡

Kei miraba su teléfono cada vez que el aparato vibraba con un mensaje de Azumi, por alguna razón su garganta se encontraba apretada y los ánimos de haber ganado el partido se habían ido por el piso cuando volvió a casa.

Azumi:
¿Pudiste leer la historia completa?

Azumi:
¿Kei?¿Estás?

Azumi:
¿Hice algo malo?¿Estás tratando de evitarme?

El rubio suspiró y se dejó caer con suavidad sobre el tejado de su casa. La ventana de su habitación le daba una salida directa al techo, solía pasar tiempo en soledad allí mientras escuchaba música cuando el estrés del club y de los estudios era demasiado y quería escapar de la realidad. O en casos como el que lo aquejaba en ese momento, donde solo quería huir de sus propios pensamientos.

Azumi:
¿Estás en casa? Voy para allá.

Lo que el rubio menos esperaba era verla, no esa noche. Pero ya era muy tarde para negarle su presencia, porque estaba a punto de responder el mensaje cuando escuchó el crujir de las bisagras de la ventana y la pequeña figura de Azumi se interpuso entre él y su vista del cielo estrellado.

—¿Qué haces aquí? —preguntó reaccionando rápidamente al sujetar su mano para que la chica no perdiera el equilibrio al sentarse a su lado.

—Vine a verte, dah~ —respondió con una mueca—. No respondías mis mensajes y tenía mucho, en serio mucho que hablar contigo.

—Supongo que ahora que estas aquí tendré que escucharte —soltó con poco entusiasmo, intentando con todas sus fuerzas no ser un imbécil con ella, después de todo, ese pequeño problema que estaba surgiendo no era más que su propia responsabilidad. Kei no quería ser injusto con ella.

—Sip —remarcó ella—. Pero para comenzar, quería saber si ya habías enviado la historia... Y me gustaría saber que te ha parecido.

—Aún no la envío, pero ya le leí —respondió escuetamente—. Ya te había dicho lo que pienso ¿no?

Kei estaba usando todos sus mecanismos de defensa, se conocía el mismo y sabía que la reacción que Azumi había tenido la noche anterior cuando se lanzó a sus brazos solo volvería a remover las cosas dentro de su cabeza.

—Está bien, no te obligaré a repetirlo —dijo ella con un puchero infantil.

El rubio suspiró evitando mirarla.

—Es una muy buena historia —soltó de igual forma.

—Gracias —dijo Azumi recuperando la emoción—. También vine a decirte algo muy importante.

—¿Qué cosa?

—Kageyama me invitó al paseo del club —confesó con emoción—. No me dijo mucho al respecto, sólo que lo organizan los antiguos alumnos y que ellos también van a asistir, que es algo totalmente fuera de la escuela, en la playa.

—Ah pues que quieres que te diga, felicidades —fingió una sonrisa—. Supongo que tu plan maestro dió resultado.

—¡La verdad nunca le tuve tanta fe, menos en tan poco tiempo! —dijo ella jugando con sus dedos—. Así que supongo que con esto ya estaría más cerca de asistir a la boda con Kageyama, lo que quiere decir que podemos dar nuestro trato como cumplido por ambas partes.

¿Eso significaba que todo volvería a ser como antes?¿ya no volverían a hablarse?. Kei sintió que las tripas se le revolvían al pensar en ello, las últimas semanas habían tenido un toque de diversión que hacía todo diferente, y el hecho de dejar de hablar con Azumi devolvería todo a como era antes.

Todas las cosas que debí decirte; Tsukishima KeiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora