🧡🖤Las ausencias de sus padres y de la abuela se volvieron sus momentos favoritos.
—¿Está bien así? —preguntó Azumi casi en un susurro que se volvía algo inmensamente erótico en esa situación. Sus brazos sobre los firmes hombros del voleybolista, quien estaba con su espalda recargada en el respaldo de la cama de su novia—. Ugh- se siente muy profundo.
Kei gimió suavemente cuando ella se acomodó sobre su miembro. No había nada que le gustara más que su Azumi a horcajadas sobre él, con sus pechos suaves pegados a sus pectorales y su rostro tan cerca del suyo para poder besarla a destajo mientras estaba dentro de ella.
—Justo así, enana —susurró casi dolorosamente cuando ella se dejó caer de forma certera sobre él, penetrándose a sí misma—. Eres muy buena en esto, mierda, demasiado buena.
Las mejillas de la fémina estaban sonrojadas, el cabello se le pegaba ligeramente en el rostro y sus ojos pesaban del exquisito cansancio que él le provocaba. Las grandes manos del bloqueador sujetaban su cadera guiando los movimientos a su antojo. Tener a Azumi arriba era una de sus posiciones favoritas, una de las muchas que habían descubierto juntos esa semana.
—Quiero más besos —exigió la chica entre gemidos.
Kei estuvo encantado de cumplir sus caprichos, la miró a los ojos mientras le comía la boca, con su lengua enredándose con la de ella para culminar con una suave mordida en su labio inferior.
Esos pequeños y sutiles juegos enloquecían a Azumi. Le sorprendía ver lo atrevido que su novio se volvía a la hora de tener sexo. Era una faceta nueva y fascinante de ambos que estaban encantados de compartir con el otro.
Los ojos marrón dorado de Kei brillaban un poco más cuando la veía de ese modo, entregada al placer del sexo. Se sentía bien tenerla solo para él, haber descubierto esa experiencia solo con ella, y se negaba a compartir esas hermosas y sensuales expresiones que Azumi ponía cada vez que su miembro la estaba expandiendo. Definitivamente no quería que ella pudiera hacerlo con nadie más.
Su coño lo apretaba tanto que lo hacía alucinar.
—Amor~
El orgasmo la estremeció como una descarga eléctrica. Azumi se volvía adicta a ese momento en que su cuerpo se rendía ante las embestidas de su Kei. La indescriptible sensación la maravillaba de tal forma que constantemente soñaba que estaba haciendo el amor con él.
Kei embistió nuevamente mientras ella se aferraba a su cuello. Un par de movimientos más y acabó por llenar su interior con su esencia tibia y espesa.
—¿En cuánto tiempo dijiste que vuelve la abuela? —preguntó recuperando el aliento mientras la abrazaba por la cintura, sin romper la posición en que ambos habían acabado.
—Una hora —respondió ella, dejando cortos besos en su pecho—. Me gustaría dormir contigo esta noche...
Kei también lo deseaba. Pero sabía muy bien lo difícil que sería la situación si los estrictos padres de Azumi se enteraban de las cosas que ambos hacían mientras estaban a solas.
—Sabes que no podemos, enana —respondió en un tono sereno y razonable—. Pero voy a prometerte algo ¿quieres?
Azumi asintió con la cabeza.
—Prometo que voy a esforzarme para que un día podamos dormir juntos cada noche —ser así de honesto y dulce se le hacía difícil en un comienzo. Pero cada día que pasaba junto a ella le hacía dejar un poco más de lado su personalidad antagonista, al menos para ella.
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Todas las cosas que debí decirte; Tsukishima Kei
Fanfiction¿Qué pasaría si unes en un elaborado plan a una chica obsesionada con el romance con un chico mas frío que el hielo?. Azumi y Kei tienen un trato, ella lo ayudará a pasar su último examen y él la ayudará a cumplir su sueño romántico con el chico del...