Cuando Yoongi un chico solitario tiene la oportunidad de pedir un deseo se ve envuelto en el juego de un lindo demonio.
"Cuidado con lo que deseas" a veces podría hacerse realidad.
≫────°❅•𝖄𝖔𝖔𝖓𝖒𝖎𝖓•❅°────≪
°•Historia corta de Halloween Yoo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Mierda ¿Cómo es posible que no hayan disfraces disponibles? ¡Es Halloween! -Gruñó Yoongi enfadado.
Había llamado a varios lugares y contactado a varias páginas de Internet y todos decían que estaban agotados.
Rendido se dejó caer al sofá de su sala bajo la mirada atenta de Jimin.
Eran las siete y ya no llegarían a tiempo a la fiesta y menos conseguirían disfraces.
-Bien supongo que nuevamente seré el que no va a la estúpida fiesta y dirán que aún no supero lo que pasó con Jay, es más Jay seguirá creyendo que no lo supero y que no hay nadie mejor que él.
Jimin desapareció y apareció justo al lado de él haciendo que Yoongi pegara un brusco respingo asustado.
-Por la mierda Jimin. -Chilló.
-Pfffffts eres patético Min.
-Lo sé ¿Y?
-Me das pena. -Añadió Jimin poniéndome de pie y tomando la mano del pálido.
Yoongi la sostuvo y se dejó conducir por el demonio.
-¿A dónde se supone que vamos ahora? -Refutó con desgano.
-A la tonta fiesta por supuesto. -Respondió sin más caminando a la puerta sin soltar a Yoongi.
El rubio río amargamente soltando la mano de Jimin y cruzando sus brazos.
-Aja, mira voy disfrazado de estúpido combinado con patético y tú de un... sexy y molesto acompañante. -Gruñó.
Jimin sonrió mientras alzaba un dedo en dirección hacia Yoongi y después de un "pufff" con humo rojo Yoongi estaba vestido de vampiro.
Uno muy apuesto con ropa antigua, camisa con vuelos y pantalón negro y una bonita capa roja por el lado interior y negra por el exterior.
-¿Qué rayos...
-¿Te gusta? Te ves apuesto. Ah y gracias por lo de sexy. -Jimin le guiñó un ojo.
Después de un momento y un movimiento Jimin hizo aparecer unas orejitas blancas de gato para él sobre su cabeza y su vestuario cambió a una camisa blanca de seda, guantes blancos y un short igual de blanco con una colita esponjosa que curiosamente Yoongi quiso tocar pero se resistió.
Dio una vuelta ante la estupefacta mirada de Yoongi quien boqueó mirando las largas piernas del demonio.
¡Demonios si ese demonio era muy caliente! ¿Y si mejor si le hacía un hijo?
Reprimió ese pensamiento, sabía que Jimin lo leía.
-Te gusta lo que ves. -Afirmó Jimin sonriente.
Yoongi bufó desviando la mirada del trasero de Jimin.
-¿Y como vamos a llegar en menos de media hora genio? Jay vive lejos de aquí, afortunadamente.
Jimin solamente alargó una mano y en la palma de la mano de Yoongi dejó caer unas llaves.
-¿Tienes un auto? -Preguntó con asombro. -Por supuesto que lo tienes. -Se Respondió él mismo abriendo la puerta. -¡Vaya si el pobre aquí soy yo!
En la entrada de su casa había un hermoso y lujoso Lamborghini. Los ojos Yoongi se abrieron de par en par y y casi deja su boca en el piso.
-Es tuyo Min.
-¿Estás demente Jimin? Van a decir que me lo robé o algo así. ¿No podrías ser más humilde?
Jimin puso sus ojos en blanco cambiando el modelo del auto.
-¿Mejor? -Preguntó.
-Un Mazda MX-5... genial, quizá crean que tenía 35 mil euros en mi cuenta.
-¿Prefieres irte en burro?
El auto desapareció y en su lugar quedó un burro que rumiaba en busca de comida en la acera.
Yoongi miró para todos lados aprensivo. No podían verlos o la gente se alarmaría.
-Prefiero el auto. -Se encogió de hombros.
Jimin sonrió devolviendo el auto anterior y ambos subieron en él para dirigirse hasta la fiesta.
Jimin estaba seguro de que se iba a divertir esa noche.
Yoongi manejó por la carretera encantado, el descapotado del auto les hacia bailar sus cabellos en todas direcciones. Nunca había tenido un auto propio porque a penas podía con su universidad, tenía una motocicleta pero se le había averiado.
-Me siento otro. -Dijo mientras Jimin cambiaba de estación la radio.
-Aún no entiendo como es que deseas ir a una fiesta y no mucho dinero, muchos lo primero que piden en ganarse el premio mayor de la lotería, ser millonarios, viajar por el mundo.
Yoongi negó, el no. Él estaba bien así no necesitaba millones para ser feliz. Lo único que lo haría realmente feliz era ver a sus padres una vez más.
Pero cómo Jimin dijo, no podía volver a nadie a la vida.
Nadie dijo nada más pero Jimin de vez en cuando lanzaba una que otra mirada silenciosa a Yoongi y apretaba sus labios para no decir ninguna palabra.
La canción Back In Black de AC/DC sonaba en el lujoso auto deportivo mientras cruzaban por las carreteras. Yoongi manejaba con precaución ya que era Halloween, había niños por las calles que comenzaban a salir de la mano de sus padres.
Cruzaron media condado de donde Vivía Yoongi hasta llegar a otro extremo del condado, éste era mucho más lujoso y llamativo que en donde Yoongi vivía. Altas casas de fachada inglesa adornadas con luces naranjas, calabazas, brujas y fantasmas, esqueletos que salían de los jardines Zoombies y arañas.
-Woow los de este lado del condado si que saben vivirla ¿No crees Yoongi?
Yoongi resopló y finalmente estacionó frente a una de esas casas, la más grande y lujosa de todas. Había una pareja comiéndose a besos ahí afuera, y varios autos también lujosos y chicos corriendo mientras pedían dulces.
Jimin enfocó sus ojos en la pareja e hizo un movimiento con el dedo, de inmediato el bulto en los pantalones del chico se infló demasiado y él se cubrió apenado asustando a la chica que le veía horrorizada.
Jimin sonrió divertido.
-Hey Demonio travieso la verdadera diversión está allá adentro. -Yoongi señaló la casa.
Jimin volvió a sonreír y se bajó del auto y caminó al lado de Yoongi para tomarlo de la mano.
-Me gustó lo de travieso ¿Te enseño mis travesuras en privado?
Yoongi rodó sus ojos y puso seguro al auto antes de volverse.
Un grupo de jóvenes los vieron llegar y abrian la boca con asombro.
