crossroads

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Omnisciente

El sonido del temporizador indicaba que habían transcurrido quince minutos, Olivia abrió los ojos y se incorporó para salir de la sauna. —al presionar el botón de esta no respondía por lo que seguía saliendo vapor de ella y la puerta no se abría. Pulso varias veces con la esperanza de que reaccionara el aparato pero solo consiguió intensificar el vapor.

Se maldijo internamente por ello mientras que seguía tecleando sobre la pantalla táctil pero todos los intentos eran en vano ya que no consiguió nada más que subir los grados. Para su mala suerte Richard no estaba, dado que había recibido una llamada del portero indicando que había un hombre esperando en el vestíbulo con un paquete para Olivia.

—¡¿Richard?!... —gritó para ver si le respondía mientras golpeaba el cristal. —¿hola? ¡Richard necesito ayuda!

Los nervios comenzaban a apoderarse de la castaña, el vapor comenzaba a quemarla y nadie contestaba por mucho que gritara...

—¡socorro por favor!... ¡ayuda!

Golpeaba el cristal en repetidas ocasiones mientras gritaba pidiendo auxilio, y tras casi cinco intérnales minutos Rachel apareció por la puerta gracias a que había escuchado los gritos. Con ella también Richard que llegaba Justo en el mismo momento que la pelinegra. Intento abrir la puerta desde fuera pero no lo lograban hasta que Rachel cogió el asiento de forja negro y lo estampo contra el cristal provocado que se fracturase por todos lados.

Richard ayudó a la ojigris a salir con cuidado de no cortarse y Rachel la auxilió en cuanto esta estaba fuera. La abrazó clamándola mientras Olivia casi rompía en llanto por el susto que acaba de llevarse...


—¿estás mejor?. —preguntó la pelinegra cuando vio a la chica llegar al salón tras haberse dado una ducha rápida y ponerse ropa.

Olivia asintió y se sentó a su lado. —si... el sistema se bloqueó y no reaccionaba... es la primera vez que la utilizo y también será la última.

—menos mal que llegamos... Richard estaba hablando con tu conserje cuando llegue

—ni si quiera sabía que había salido. —hizo una mueca.

—ten. —Richard volvió con un té que le había pedido que le preparara. Por cierto te llego un paquete.

—¿un paquete?. —las dudas se apoderaron de ella.

—si. Un chico estaba abajo esperando a que lo recogiera está ahí encima.

Olivia alzó su vista mirando hacia la gran mesa que había en el salón, era una caja bastante larga y fina. La confusión se apoderó de ella. Se levantó y fue hasta allí para abrirla. Se trataba de un pequeño ramo de aterciopeladas rosas rojas. También contenía un pequeño sobre donde parecía llevar una nota dentro.

Rosas rojas igual que aquel vestido que llevaba vas cuando te conocí. Igual que los labios que tanto me gustaron.

El ceño de la chica se arrugó por completo al ver que la nota no estaba firmada.

—am... Richard... llamó su atención. ¿Seguro que esto es para mi?. Creo que se han confundido.

—bueno Paul me aviso...

—¿el repartidor te pregunto por mi nombre?.

—no solo me lo entregó, no firme nada ni me preguntó.

—¿por que piensas que se han confundido?. —preguntó Rachel encaminándose hasta la castaña.

—por que yo no he conocido a nadie con un vestido rojo...

𝙻𝙸𝙼𝙴𝚁𝙴𝙽𝙲𝙸𝙰  -𝙳𝚘𝚖𝚒𝚗𝚒𝚔 𝙿𝚊𝚛𝚔𝚎𝚛 𝚊𝚗𝚍 𝙾𝚕𝚒𝚟𝚒𝚊 𝙼𝚘𝚛𝚐𝚊𝚗-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora