𝙻𝙸𝙼𝙴𝚁𝙴𝙽𝙲𝙸𝙰 -𝙳𝚘𝚖𝚒𝚗𝚒𝚔 𝙿𝚊𝚛𝚔𝚎𝚛 𝚊𝚗𝚍 𝙾𝚕𝚒𝚟𝚒𝚊 𝙼𝚘𝚛𝚐𝚊𝚗-

betrayals

Omnisciente

—¿¡de que vas Olivia!?. —el alemán vociferaba en la sala de tenientes.

—¡no eres mi capitán! No tienes por que regañarme.

—¡soy tu superior! Me importa una mierda en que tropa estés, tú y Rachel habéis desobedecido una puta orden.

La castaña le miraba con furia, aunque no más de la que tenía el alemán ya que había sido desautorizado por que ambas habían querido desactivar el maldito detonador que había.

—¡de no ser por ella se hubiese derribado todo!. —gritó a la par que el.

—metete algo en la cabeza. —dio un paso más hacia ella, Olivia tampoco conocía aquella faceta del alemán.

Hasta ahora no había visto todo el temperamento que cargaba y había que reconocer que le impresionaba verle tan furioso. Ni si quiera cuando se conocieron actuaba así.

—aquí las órdenes las dan los superiores, y no por ser una Morgan vas hacer lo que quieras. —su mandíbula estaba tensa, y el estaba realmente molesto con ella.

—Parker... —murmuró linguini. —deja que me encargue yo de mi teniente.

Olivia no quitaba su mirada de los ojos de él, era como si ambos estuvieran intentando ver quien aguantaba más la mirada.

—Olivia. —Patrick habló a está. —a mi despacho.

De nuevo el rubio estaba siendo ignorado.

—¿enserio? ¿quien aguanta más la mirada?. —el rubio rodó los ojos. —¡por Dios bendito Olivia!. —alzó la voz ganándose una mala mirada de la castaña. —fuera. —pidió.

La chica salió de allí dejando al par solos. Linguini le miraba atónito y sin entender por que le hablaba de aquella manera.

—¿que mierdas te pasa ahora?. —se cruzó de brazos. —pareces tú más Morgan que ella.

Parker suspiró mientras que con au mano se pellizcaba el puente de su nariz, su cabeza estaba punto de estallar por el día de mierda que estaba teniendo. Este fue hasta el umbral ignorando al rubio haciendo que el mismo mirase a su esposa quien junto con Laila estaba siendo testigos de aquel encontronazo. No dudó en ir tras el.

—¿has visto a Kate?. —cuestionó el alemán caminando por el pasillo.

—no, ¿que pasa? De momento no hay novedades y estoy intentando rastrear la ip desde la que mandaron el mail.

—no me refiero a eso, Olivia casi la mata a golpes. ¡Literalmente ha deformado su cara!.

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—Kate... ¿que...?.

—oh... ¿esto?. —señaló su rostro. —lo hizo la psicopata de tu prometida. —la rubia hizo una mueca.

La chica estaba totalmente irreconocible, había partido el tabique nasal, su ojo izquierdo estaba morado y había provocado en el un derrame ocular, y en su ceja había puntos ya que también había sido partida.

—¿que?. —no podía creer que Olivia hubiese hecho algo así.

—el sábado se presentó en casa de Stan, me vio y enloqueció golpeándome contra el suelo... tiene suerte si no la pongo una denuncia por agresión.

El alemán no creía sus palabras, aquel comportamiento no era propio de la ojigris y lo peor de todo es que le había dejado para ir a los brazos de su ex.