𝙻𝙸𝙼𝙴𝚁𝙴𝙽𝙲𝙸𝙰 -𝙳𝚘𝚖𝚒𝚗𝚒𝚔 𝙿𝚊𝚛𝚔𝚎𝚛 𝚊𝚗𝚍 𝙾𝚕𝚒𝚟𝚒𝚊 𝙼𝚘𝚛𝚐𝚊𝚗-

what have i done?

Omnisciente

El alemán no demoró mucho en volver al hospital, Brenda estaba en la puerta esperando ya que dijo que era un momento en el que solo la familia debía estar.

—Sara entró y Alex no tardo en llegar con Regina. —explicó la mujer.

Parker cogió aire profundamente sin aún creer que hubiese despertado.

—¿podremos ver a tía Olivia?.

Brenda río y se agachó quedando a la misma altura que su hijo.

—hoy no, hoy debe estar con sus padres y el capitán.

El pequeño hizo una mueca pero lo entendió enseguida y no refutó nada de lo que su madre le había dicho.

—llámame cuando sepas algo más, a Evans le gustará saber que está despierta.

Dominik asintió enseguida. —gracias. —abrazó a franco totalmente eufórico por la noticia que aún procesaba.

Brenda regaló una sonrisa y se despidió junto con el pequeño soldado para irse al coche, este no se demoró ni un segundo más. —abordó la puerta y el ascensor que le llevaba hasta la planta solicitada, la alta guardia estaba ahí pero los padres de Olivia y su abuela no.

No había que ser muy listos para saber que se encontraban en esos momentos viéndola.

Con los nervios a flor de piel espero a que alguien le indicara que podía verla.

Fácilmente pasaron veinte, quizás veinticinco minutos hasta que el ministro salió de aquel pasillo junto con su madre y su ex esposa.

El alemán se levantó en cuando vio la figura del hombre ir hacia el.

No fue capaz de pronunciar una sola palabra, estaba desesperado por verla el mismo.

—ten paciencia. —pidió Sara. —está aturdida aún y no es que hable demasiado.

Dominik asintió sin dudarlo y tras un gesto afirmativo de Alex camino con grandes zancadas hasta la habitación.

Tomó el pomo de la puerta que le separaba y con un gran suspiro abrió la puerta, la chica estaba en la cama de aquella habitación con la vista perdida en la ventana que le proporcionaba vistas a la ciudad de Londres.

Escucho como se cerraba la puerta y vio de quien se trataba.

—h-hola... —murmuró ella primero sintiéndose algo incómoda.

Dominik rió levemente en un suspiro y mordió su labio al sentir las lágrimas acumularse en sus ojos.

—dime que eres real. —fue lo primero que dijo al tener sus ojos  casi grises de
сеrca.

Olivia frunció el ceño levemente.

—no eres otra pesadilla que acabará mal. —se sentó en la silla que había en uno de los lados mientras analizaba con atención las facciones que aún estaban dañadas.

—espero que no... —hablo dudosa Olivia.

—perdóname. —habló casi con llanto el alemán. —debí haber sabido que algo no iba bien, Lewis era el que se encargaba de comunicarse y no supimos nada hasta que llegó el coronel.

Olivia no dijo nada, se mantenía seria y escuchando las palabras que salían de su boca.

—todo a acabado. Te juro que no volverá a pasarte nada. Acabas de darme el mejor regalo de cumpleaños ¿sabes?.