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Días, semanas y meses; casi dos años fueron para que cada quién tomara su camino, Iun había sufrido muchísimo en definitiva el hombre había acaparado un lugar dentro de ella.
¿Termino su relación? No, no lo hizo y enterarse de eso solo le ocasionó empezar a tenerle un odio. Solo fueron palabras como siempre.
Pero lo había dejado atrás, estaba muy entrada en su carrera y en su nueva vida.
La vida se ríe de lo que puede pasar pero si, era cierto ambos tenían una vida lamentablemente cuando estaban "juntos" pero ahora que podían valerse por si mismos el mundo era diferente para Iun.
¿Chicos? Conoció lo suficiente como para seguir teniendo ese toque de ella. En su facultad era conocida por esa belleza suya.
Y su vida estudiantil amorosa estaba volviendo a pasar, la misma historia que había echo con Jeon la estaba teniendo con el profesor Kim NamJoon.
Pero una gran y grande diferencia era que el hombre estaba muy decidido por la chica.
No solo fue su intelecto o belleza que la atrapó, si no que él quería algo serio con ella.
Hace tiempo que no oía esas palabras en su vida y también la joven se había decido a darse esa oportunidad con este hombre que no le llevaba tantos años solo eran unos hermosos ocho años.
─ Linda, esta noche tengo una reunión con unos amigos, quisiera que los conocieras ─ Iun sonrió plasmando sus labios sobre el hombre fortachón a su lado quien acariciaba su cabello.
─ Perfecto cariño, solo dame un pequeño informe de dónde será, debería ir casual o elegante ─ la vida de Nam era un mundo muy diferente a la que ella conocía, porque si, eran novios.
─ Me encantaría llevarte envuelta en una gran colcha para que nadie te vea ─ acurrucó su rostro entre los cabellos y cuello de su chica así sintiendo su aroma la cuál disfruto por un largo tiempo.
Esta soltó una risilla así quedando ambos en silencio en el sillón donde hacían disfrutando del uno del otro, fuera de sexo. Algo nuevo que no conocía gracias a los chicos que la rondaban probablemente dejo ir a muchos con bonitos sentimientos por los grandes estándares que tenía.
─ Gracias por aceptarme ─ digamos que desde que entró a la universidad este hombre la rondaba, inclusive olvidaba su ética por querer ser aceptado con la chica, claro su materia y vida personal eran punto y aparte, ¿Se resistió? Lo suficiente para que el hombre se rindiera, pero este le confesó a verse quedado flechado a ella desde que la miró.
>flashback
Ser maestro no era un hobby o pasatiempo le gustaba impartir la información que conocía sobre las finanzas y él como de no tener nada logro emprender distintos negocios que resultaron ayudarle en su vida profesional y financiera.
