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Once años fueron los que pasaron, en este mundo incluso ya existían hijos de las parejas pasadas.
JungKook tenía dos hermosos hijos ambos varones, mientras; que Iun estaba en la espera de su cuarto hijo.
NamJoon siempre soño con una gran familia y lo mejor fue que Iun estuviera de acuerdo con esa idea.
─ Mami, cuando lleguemos con el tío Kooki ¿puedo jugar con JungSook? ─ preguntaba la cría más pequeña, una niña. NamJoon quien iba al volante rápidamente sonrió.
Su princesa como el la llamaba siempre deseaba estar junto al hijo más pequeño de su amigo JungKook, sin quitar el echo que Sook siempre cuidaba y tenía una inmensa paciente a la niña.
─ Si cielo, pero no lo obligues a jugar a la familia ─ típico de uno como infante, la niña soltó una risueña sonrisa mostrando sus grandes dientitos.
La familia había llegado a la parrilla de fin de semana que tenían todos como familia/amigos.
Los vínculos de todos eran fuertes, todos se querían y cuidaban, la relación del grupo era sana y buena, se sentía como hermanos y hermanas.
Los niños no tardaron el salir casi corriendo del auto para entrar a la casa.
─ ¡Niños con cuidado! ─ trato de gritar pero pues tambien no podía esforzarse mucho.
─ Tranquila mi cielo, a este ritmo nuestro bebé saldrá gritando ─ eso significa oírlo llorar con todas sus fuerzas, la chica empezó a negar rápidamente ante esa idea. ─ Recuerda como dijo la doctora, tratar de ser menos..
Espero su respuesta la cuál fue inmediata.
─ Ruidosa ─ parecía una pequeña niña siendo corregida, ambos entraron juntos a la casa siendo topados por sus amigos quienes felizmente empezaron acaparar a la mujer premiada.
Porque Iun había dado a la única niña entre los amigos, así que era la adoración de todos, así que deseaban que el bebé que esperaba fuera otra princesa.
─ Pero mira que hermosa te ves, IunIun~ ─ sin duda le sentaba el embarazo.
─ Gracias JiJi ─ abrazo a sus amigas recibiendo tales comentarios. Todas tenían varones y lamentablemente no se creían muy energéticas como para tener más hijos así que optaron por operarse. La máquina de bebés ya estaba cerrada para ellas.
Pero Iun estaba tan a la idea de su esposo que cuando sostuvo a su primer hijo supo que quería vivir esa experiencia hasta que sus carteras les pidieran un alto. Era un amor indescriptible que no le paraba de creer al ver a sus hijos hacerlo como el que estaba en su vientre.
Las mujeres estaban preparando los acompañamientos y bocadillos para la comida de pateo.
─ Iun puedes ir por los manteles al cuarto de lavado ─ la verdad es que no querían que Iun se esforzará mucho y que mejor hacerla distraerse caminando por la gran casa, aparte que le era bueno para el embarazo.
Ella asintió y emprendió camino, que aunque se cansaba seguía esforzarse por su bebé. Estando ahí empezó a rebuscar encontrando por fin los manteles.
─ Sin duda él embarazo te sienta bien ─ dijo aquella voz, no dudo en sonreír al verle.
─ ¿Que haces aquí? Vete ─ ordenó manteniendo esa sonrisa. Se acercó a ella y poso sus manos por su angosto cuerpo que aún seguía manteniendo una hermosa figura.
─ Soy yo o cada que estás premiada tu trasero aumenta para bien ─ Iun sonrió con ese sonrojo en sus mejillas posando sus manos en el pecho del hombre.
─ Calla... ─ los labios del hombre se posaron sobre los suyos con delicadeza como si pudiera romperla.
─ Nuestra hija está creciendo tan hermosa, sentía miedo a que se pareciera a mi, pero es idéntica a ti.. ese bello cabello rojo ─ acaricio su cabello suavemente luego descansando su mano en una de sus mejillas ─ y esa mirada de no romper nada..
Ambos rieron y nuevamente el hombre la beso pero esta vez con un poco más de necesidad. Típico de él.
Sus manos acariciaron su anatomía, amaba mucho la carne y Iun la tenía.
─ JungKook, deberíamos volver.. ─alejo los labios del chico al sentirse excitada a la idea de ser encontrados. El hombre asintió dando leves caricias a su vientre
─ Espero y este pequeño también sea de mi fruto─ Iun sonrió y negó.
─ ¿Estás loco? Fue difícil para mí la idea de tener a Mina... Sería evidente si se pareciera a ti ─ JungKook negó.
─ Alguien del arriba o del abajo me ayudó ─ ambos rieron y la chica negó.
Se alejo del hombre mirando los manteles, debía llevarlos.
─ Las chicas me esperan ─ dijo caminando a la puerta pero se detuvo a su llamado mirándole.
─ Solo dime, ¿esperas a mi cuarto hijo? ─ sonrió volviendo su mirada hacía el frente y empezó a alejarse.
─ ¡Si! ─ dijo casi a grito cuando estaba lo suficientemente lejos.
Rápidamente el hombre se echó a hacer fiesta en el cuarto de lavado. Ahora tenía que ir a hacer otro ritual e ir a orar a todas las iglesias para que el bebé saliera como a Iun. Si no, hombre muerto.
Lamentablemente la vida no es miel y flores lectores, a veces las decisiones nos toman de desapercibidos y dan pasos sin nuestro consentimiento. Uno desea hacer su vida a su manera y este par estaba patéticamente idos el uno por el otro.
Ninguna de sus parejas lo merecían pero seamos realistas, la vida real también en así. Dura y difícil de afrontar.
Con esto llegamos a la conclusión de que la mujer patética y el hombre patética, eran amantes.
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OFICIALMENTE LA HISTORIA QUEDA CONCLUIDA.
Un final inesperado, pero les hago mención de que no quería dar el típico final feliz o bonito para ambos. Ser amantes inflige sufrir también no solo es un encuentro íntimo; incluye más.. también sufre la familia involucrada de ambas partes, así que es duro de procesar pero igual siento que le dio el toque a la historia.
espero haya sido de tu agrado y si no pues también gracias, un besote!🤍
