Capítulo 9

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Entonces, la noche cayó y las estrellas se levantaron en el firmamento. La luz se colaba por las ventanas de aquella casa, dándole un aire mágico.

Y luego estaba él, aquel rubio que se había vuelto a olvidar las llaves y ahora estaba subiendo por una de las dichas ventanas.

—Maldición… —El chico luchaba por trepar y rezaba por qué la ventana estuviera abierta, si no, terminaría durmiendo en la calle—. ¡Ah!—Un grito pudo oírse por toda la casa al caer de golpe al suelo gracias a la ventana abierta.

El rubio se sobo la cabeza, apaciguando el dolor mientras se sentaba en la moqueta del piso.

Pocos segundos después, una mancha naranja se acercó corriendo a la habitación para examinar de donde provenía el ruido.

—¡Mandarina! ¡Mi bebé!— El rubio tomó al zorro en brazos y lo apretujo contra su cara.

Instantáneamente, el pequeño zorro comenzó a lamer su cara en forma de cariño. Los minutos pasaron y la situación seguía igual.

Las risas e intentos de Kaveh para apartar a Mandarina lograron despertar a cierto chico de cabello gris.

Aturdido al no saber porque había dormido en el cuarto de su compañero, se levantó y se dirigió hacía el ruido proveniente.

Cuando llegó a la habitación, pudo ver a su compañero de cuarto junto a su mascota.

El chico rubio lo observó, los mechones de pelo desordenados que caían sobre su cara la daban un aire... Atractivo.

—Alhaitam, ¿qué te ha pasado? Normalmente te pasas un buen rato cuidándote el pelo, ¿por qué está tan despeinado?— Las dudas del rubio salieron por su boca mientras seguía acariciando a Mandarina.

—Ah... ¿Qué? Estoy genial...—Él chico se interrumpió a si mismo al verse en un espejo, era verdad lo que decía Kaveh, tenía el pelo muy descuidado.

—¿Me vas a decir o...?

—Me quedé dormido mientras hacía unas cosas, papeleo de... La Academia.— Se excusó.

—Ah vale...—Kaveh se quedó pensando, como si quisiera decir algo más.— Deberías dormir más si te pasa eso, no querrás terminar como yo, ¿no? Dormir es bueno para la salud.

—Le dijo la tapa al caldero. Tú también deberías dormir mejor.

—¡Serás…! Bueno, creo que un poco de razón tienes...

El silencio inundó la estancia, ninguno decía nada. Todo era incómodo.

—Kaveh, ¿A ti te gusta alguien?— Fue el primero en hablar Alhaitam.

La pregunta pilló por sorpresa a Kaveh, que sólo pudo articular tartamudeos y sonidos inentendibles.

—Bueno, sí que me gusta alguien, pero no creo gustarle...

—¿Y por qué no se lo dices?

—No es fácil, ¿sabes? Todo es muy raro...

—A mi también me pasa lo mismo, amo a alguien que a lo mejor no me corresponda.

—¿¡Ah!? ¿¡Quién es?! ¡Dímelo Al!— La curiosidad despertó en lo más hondo de Kaveh.

—Serás cotilla... No te lo diré, pero puedes preguntarle a Cyno.

—¿¡Cyno lo sabe y yo no!? ¿¡Cómo puedes ser tan cruel, Al!?— Y en ese momento, algo hizo click en la mente de Kaveh, si Alhaitam no se lo decía, es porque... ¡A Alhaitam le gusta Dehya! ¡Todo encajaba! ¡Incluso le propuso trabajar en la Academia, seguro que fue por eso!— Ya se quién es, Al, no te molestes.

—Oh, conque ya lo sabes, ¿eh?

—¡Sí! ¡Te gusta Dehya! ¡Pero debo decirte que ella jamás te corresponderá, está muy feliz con Candace!

La cara de Alhaitam era todo un cuadro, ¿ahora Kaveh tenía el pelo largo y orejas de gato, piel morena y estaba con una chica omega heterocromatica?

—Aveces no sé si eres demasiado estúpido o si intentas serlo.

—¿Entonces no es Dehya? ¡Entonces es Nilou!— Alhaitam negó.— ¿No? ¿Tignari? ¿No? ¡Entonces... ¿La viajera?!

—Habla con Cyno mejor, te dirá quién er...— Se calló de inmediato. Se le había escapado lo que llevaba rato pensando.

—¿Eh?

—Nada, mejor vete a dormir, que cada día tienes las ojeras más grandes.

—Tú también tienes que dormir.

—Entonces durmamos juntos. Así nos aseguramos de qué el otro duerma también.

—¡¿Ah?! ¡¿A que te refieres?!

—No es que quiera que mi... Amigo, si, amigo, sufra de insomnio.

Kaveh parecía indeciso al principio, pero luego decidió aceptar a la solicitud de su "amigo".

Casi a rastras, Alhaitam llevó a Kaveh a su cuarto para que pudieran descansar juntos, como él lo había solicitado.

Ya allí, Kaveh trataba de evitar el contacto con Alhaitam en la cama.

—¿Qué haces?— Cuestionó confundido Alhaitam.

—Intentando no molestarte con mi cuerpo.— Respondió este.

—Eso no me importa, ven aquí.— Alhaitam se acercó a Kaveh y lo atrapó entre sus brazos.

Un intenso sonrojo, ya fuera por vergüenza o nerviosismo, hizo su aparición en la cara del rubio, mientras intentaba librarse de aquellos fuertes brazos.

Sus intentos fueron en vano y, unos minutos después en los que Kaveh ya se había acostumbrado a ese contacto físico, Mandarina entró a la habitación y se subió a la cama de un brinco, haciéndose una bola en los pies de ambos.

Tras unos minutos más de nerviosismo por parte de Kaveh y el hecho de que Alhaitam no lo soltará, provocó que el sueño se apoderará de ellos.

Tras unos minutos más de nerviosismo por parte de Kaveh y el hecho de que Alhaitam no lo soltará, provocó que el sueño se apoderará de ellos

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Sori, bloqueo escritor 😔
Bueno, disfruten mis amantes del Kavetham 😝

Un gran enigma-KavethamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora