Ronquidos. Eso era lo que resonaba por la habitación. Mandarina ya no estaba a los pies de la cama. Quizás por los mismo ronquidos.
Lentamente, Alhaitam se despertó en medio de la cama. Le costó un rato acostumbrarse a la luz y situarse en el espacio.
Se dió la vuelta y observó que Kaveh no estaba en la cama y lo buscó con la mirada por la habitación.
—¿Kaveh?
Se movió un poco más sin bajarse de la cama y vió a Kaveh envuelto en las mantas en el suelo.
Se acercó lentamente al borde de la cama y se colocó boca abajo, mirando la cara del rubio.
—Tienes todo el pelo en la cara... Que desastroso eres.
Movió sus manos por la cara de Kaveh, sobretodo en sus ojos, para quitarle los pequeños pelos que le molestarían cuando despertará.
Siguió así un rato, hasta que Kaveh despertó. Este se sorprendió un poco al verse en el suelo.
—Buenos días, bello durmiente.
—Calla... ¿Por qué estoy en el suelo?
—Eso mismo me preguntó yo.— Se quedó unos segundos mirándolo fijamente.— Te está creciendo pelo nuevo, lo tenías todo en la cara.
—Ah... Gracias, Al. Espera, ¿dónde está Mandarina? Anoche estaba con nosotros.
—Honestamente no lo sé, creo que se fue a mitad de la noche.
Unos chillidos agudos se hicieron presentes en el cuarto. Buscando de donde provenía el sonido, miraron por todo el cuarto.
Se oyeron más cerca de las mantas de Kaveh, así que él empezó a buscar allí. Efectivamente, Mandarina había quedado atrapada entre las mantas de Kaveh.
—¡Mandarina! ¡Mi bebé! ¡Perdón!— Kaveh estrujó al zorrito contra su cara mientras le rogaba por perdón.
—Eres un dramático, pareces un Omega.
—Cállate.
—Me calló.
Unos minutos de silencio, solamente los grititos de Mandarina al ser estrujada por Kaveh.
—¿Quieres desayunar?— Rompió el silencio Alhaitam.
—Claro, ¿por qué no?
—Entonces deja de asfixiar a Mandarina, la vas a matar.
Kaveh pareció darse cuenta de lo que hacía, pues soltó rápidamente a Mandarina, quién por su parte salió corriendo de la habitación.
—Ya ahuyentaste a nuestra hija.— Alhaitam se levantó de la cama mientras se acomodaba la ropa.
—¿Cómo que hija?— Kaveh se deshizo de las mantas en el suelo.
—Nada, olvídalo, voy a hacer el desayuno.
Alhaitam salió de la habitación mientras Kaveh se levantaba y desperezaba.
Alhaitam llegó al comedor y comenzó a hacer unos huevos revueltos para desayunar, encendiendo los fuegos.
Al poco rato Kaveh bajó a desayunar. Se encontró con todo ya puesto en la mesa, con un zumo.
—¿Qué pretendes hacer hoy?— Preguntó Alhaitam.
—Pensaba pintar un poco, he terminado todos los proyectos que tengo, así que no hay mucho para hacer...— Kaveh respondió mientras se metía un trozo de comida a la boca.
—Bien, yo tengo que ir a arreglar unos papeles por la mañana, no volveré hasta tarde.— Le echó una mirada fija al rubio.— Si vas a salir, por el amor de Nahida, coge las llaves.
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Un gran enigma-Kavetham
FanficKaveh y Alhaitam, el dúo no dúo de la academia de sumeru, siempre juntos,pero nunca hacían nada juntos, Kaveh, joven arquitecto y un Alfa, joven...y endeudado y Alhaitam, escriba de la academia y todavía sigue sin conocer su segundo género,al menos...