Extra 2

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—¿Lo tienes todo? —le pregunto a Adam después de cerrar mi maleta.

—Si.

—Perfecto.

El coge las dos maletas y bajamos para ir al parking.

—Llevo esperando este día desde hace mucho tiempo.

—¿Ir a Maldivas?

—No, ir ahí con mi esposo.

—Me siento muy afortunado de ser yo entonces.

—Deberías.

Me echa una miradita y empieza a conducir.

—¿Cuantos dias nos quedaremos ahí?

—Las que quieras.

—¿No hay limite?

—No.

—Pues que mal —me enfunfurro en la silla como una niña pequeña.

—Eh ¿y eso?

—Sin día limite no siento esa precion de hacer cosas

—¿Quieres un dia limite?

—Si.

—Pues 4 días.

—Perfecto.

No tardamos en llegar al Aeropuerto, aparcamos el coche y deslizamos las maletas para ir a albarcarlas. Al llegar al recepcionista le damos nuestros pasaporte y las maletas y nos desea un buen viaje.

—Que maja —digo por la recepcionista —dijo que hacemos muy buena pareja.

—Si, Malak. Yo tambien tengo orejas.

Nos quedamos en el salon para esperar la hora del avion, como nos queda una hora decidimos ir a la cafeteria para desayunar.

—Tienes que admitir que mis desayunos son mejor que esto —digo probando un cruasán que no esta nada mal.

Bueno, esta increíble.

—Si, ¿porque lo haces con mucho amor no? —dice después de masticar el suyo con gusto.

—Exacto, amor por ti cariño .

Adam estaba por meterce otro bocado en la boca y le paro..

—¡ESPERAA!

—¿Que pasa?

—Déjame hacer una foto rapido —digo apresuradamente mientras saco el movil del bolso y hacer una bonita foto al estilo Pinterest. —Yasta —vuelvo a sentarme y le veo mirandome incrédulo.

—¿Erá necesario?

—Si, y aconstumbrate que en este viaje haré muchísimas más.

—Ya rab, dame paciencia para soportar a esta mujer —murmura bajo pero logro escucharlo.

No le riño porque lo que el no sabe es que estoy captando los mejores momentos de el y yo y in cha Allah les mostraré a nuestros futuros hijos cuando crezcan y será un dulce recuerdo para nosotros cuando seamos viejitos.

—¿Me estas grabando comer? —pregunta al darse cuenta.

Literalmente me dio risa porque justo cuando estaba mordiendo otro bocado se para mirándome con las cejas arcadas.

Digno de otra foto.

—No, me estoy grabando a mi misma —miento

—A ver.

—¡No!.. ¡no!

—Déjame grabarte.

—Ehm.. bueno. Vale, pero hazlo con tu movil

MalakDonde viven las historias. Descúbrelo ahora