Parte 1

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-- Crowley... -- gimió el rubio.

-- Callate ángel, o te escucharan gemir mi nombre... -- le susurró Crowley al oido con esa voz grave que lo enloquecia, al tal punto de no poder pensar en nada más que en el maldito placer que le estaba brindando.

-- Ahh, no te detengas porfavor... -- suplicó mientas miraba directamente a los ojos a su "amigo secreto con derechos", con esa mirada de cachorro con la que nadie podía negarle nada.

-- ¿Cuando te volviste tan fácil? -- soltó burlesco el pelirrojo para volver a darle toda su atención al miembro de Aziraphale. Metiendolo a su boca de una sola vez.

-- Yo no soy fa- ah... -- Crowley ahueco sus mejillas, provocando que el rubio soltara un ruidoso gemido e interrumiendolo de paso.

Aziraphale ya estaba en su limite, por lo que solo bastarón un par de minutos de trabajo de la maravillosa boca de Crowoley en su miembro para que llegará a tan preciado orgasmo.

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Y pasado un rato, ese comentario seguia molestandole.

-- Yo no soy fácil. -- soltó de la nada el rubio mientras ambos se acomodaban con toda calma sus ropas. Despues de todo, la sala de clases donde se encontraban no debía usarse hasta el día siguiente.

-- Oh, vamos... -- el pelirrojo rió al voltear y ver la expreción de niño mimado que tenía, con todo y puchero. -- No te vas a enojar por eso, ¿o si?

Y luego de unos segundos de silencio, Crowley se acercó rapidamente entendiendo que la habia jodido al ver que el rubio no tenia intenciones de mirarlo. Por lo que lo obligó a hacerlo, tomando su menton entre sus dedos.

-- Mirame Aziraphale... -- le pidió , y el rubio luego de rodar los ojos por lo cursi del pelirojo, le obedeció. -- Perdoname, ¿si? Sabes que me gusta hacerte enojar, no era en serio ángel...

Y Aziraphale no pudo resistirse a los ojos suplicantes de perdón del pelirrojo, y con una sonrisa lo perdonó. -- Bien, bien...

Entonces Crowley aprovechó su posisción para darle un beso corto en los labios al rubio, y otro, y luego otro. Haciendolo reir mientras le correspondia cada uno de los besos...

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-- Demonios -- Crowley se sentó rapidamente en su cama, completamete exaltado. -- Solo fue un maldito sueño...

Así fue como se reconforto a si mismo, pero el bien sabia que era un sueño, de un viejo recuerdo.

Y supuso que una ducha fría ayudaria a despejar su mente de ese humedo recuerdo, pero no lo hizo. Porque mientras tomaba su café en la cocina de su departamento, seguia teniendo imagenes mentales de ese y de los muchos otros encuentros. 

Todo este asunto de tener que volver a ver a Azpiraphale Archangel lo tenia mal. Llevaba dias con mal humor, ya no era el mismo hombre amable y cordial en la oficina, o el mismo incluso con su hermastra.

Y precisamente hoy, tenia agendada una cita para ver a su "cliente" en su oficina, ubicada en el Bufete de abogados de su padre.

Como odiaba encontrarse en esta situación, porque estos días se habia puesto a recordar como queria que fuera su vida cuando solo era un estudiante universitario:"Un hombre resuelto, con un trabajo maravilloso. Mucho dinero y sexo todo el tiempo, todas las veces que quisiera."

The Real Me (AziraCrow)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora