Parte 5

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-- Buenas noches, ¿en que puedo ayudarlo? -- preguntó con un tono muy amable la recepcionista.

-- Buenas noches, soy Anthony Hell y estoy buscando a Aziraphale Archangel. -- contestó mientras le extendía su identificación a la señorita detrás del mesón.

-- Deme un segundo Sr. Hell. -- la chica tomó el documento, tecleo un par de cosas, y de pronto su ceño fruncido no le agrado nada a Crowley.

-- ¿Hay algún problema? -- preguntó serio. Ya sentía que su corazón se le salía por estar haciendo esto, y en este lugar.

-- No, bueno. Si. -- dijo la chica para reír nerviosa ante la confusión y con una sonrisa, intentó volver a explicarse correctamente. -- El Sr. Archangel dijo que esperaba a "Crowley Hell".

-- Es mi segundo nombre. -- aclaró incrédulo de que este fuera el problema.

-- Lo se, puedo verlo en su identificación. Pero el sistema no lo acepta... -- se excuso mostrándole la pantalla del computador nerviosa, que claramente decía que no coincidía el nombre registrado como "visita " de la habitación, y el nombre de él.

-- ¿Entonces? ¿Qué podemos hacer? -- soltó después de un largo suspiro.

A la pobre se le notaba mucho que no llevaba más que unas semanas en el trabajo, pues se quedo en blanco por unos segundos antes de que se le ocurriera algo.

-- Llamaré a mi superior, espere un segundo por favor. -- le indicó la chica.

Crowley solo volteo los ojos cuando la chica se dio la vuelta para hablar con su jefe, odiaba estos percances que se escapaban de sus manos.

Y entonces lo vio ahí, en la barra del hotel.

Estaba con una copa de vino en la mano, y desde la recepción, pudo verlo muy tranquilo. Aparentemente no estaba en su papel, y el castaño suponía que esto era porque además del barman y la recepcionista, ellos dos eran los únicos clientes de la noche.

Entonces caminó hacia él, y se sentó justo a su lado.

-- Quiero lo mismo que esta bebiendo él. -- le pidió al barman. Que en menos de un minuto le entregó la copa. -- Gracias.

-- Viniste... -- soltó, sin mirarlo. Con un tono un poco acusatorio.

-- Por supuesto que vine ángel, yo te escribí. -- contestó extrañado.

-- No siempre cumplías lo que me prometías... -- dijo volteando a mirarlo, con una pequeña sonrisa reprimida.

Agradecía de corazón no ser plantado como solía pasar en ese entonces.

-- Ya te dije, no soy ese. -- le respondió, mientras miraba un punto fijo para evitar su mirada mientras bebía un poco de vino.

-- Lo eres. -- le respondió rápido, entonces Crowley volteó a mirarlo confundido. Y entonces el pelinegro comenzó a recitar algo que ambos conocían muy bien. -- "No podemos negar nuestro pasado. Pues en él aprendimos las cosas que nos hacen ser quienes somos hoy..."

-- "Y si negáramos todas esas cosas, estaríamos negando nuestra propia existencia..." -- terminó la frase Crowley, mirando a Aziraphale directamente a los ojos con mucha nostalgia. -- Tu abuelo era un hombre muy sabio.

-- Si... -- soltó mientras suspiraba pesadamente. Su reciente partida fue muy dolorosa para todos los que lo conocieron como era, y obviamente era más dolorosa si era tu abuelo y estuvo ahí toda tu vida.

El abuelo de Aziraphale, era el mismísimo Terry Archangel. Escritor de varios libros muy famosos y muy vendidos, y también se volvió famoso por esas frases tan sabias que tenia, que cuando estabas afligido por algo, te daban ganas ir a hablar con él. Porque antes de darte un sermón, se sentaba a escuchar tus problemas en silencio y poniendo mucha atención. Entonces cuando terminaras de hablar, te aconsejaba con palabras tan bien escogidas que todo lo que decía sonaba sabio. Y lo era.

The Real Me (AziraCrow)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora