-- Te extraño mucho Crowley... -- soltó con voz dolida, mientras lo miraba directamente a los ojos de cachorrito triste.
-- Yo también, pero aún me duele lo que hiciste ángel...
-- Perdóname, por favor... - le rogó mirándolo directamente a esos cautivadores ojos amarillos que tanto extrañaba ver, y que tanto le hacían falta.
Esto era muy difícil para Crowley, pues hubo una época en la que hubiera abandonado a su familia, sus pertenencias, su herencia, su carrera, su reputación, su trabajo y todo lo que conocía para poder estar con su ángel.
Pero ahora no estaba seguro de eso, y en realidad, no estaba seguro de nada. Ni siquiera si lo que estaba haciendo o sintiendo aquí y ahora, estaba correcto.
-- No es tan fácil... -- soltó suspirando pesadamente y cerrando los ojos con fuerza mientras mantenían sus frentes unidas.
El castaño sabía que en este momento no estaba en condiciones de decidir nada, y también sabía que en algún momento tendría que poner todas las cosas de su vida sobre la Balanza de la Justicia y solo entonces, tomar una importante decisión.
-- Entiendo... -- susurró el pelinegro mientras tomaba entre sus manos una de las manos del castaño, para besar con la suavidad de un ángel los nudillos de este. Para luego guiar la mano de Crowley para que este la posara sobre su pecho, para que sintiera su corazón. -- No lo dije entonces, pero quiero que sepas que ahora estoy seguro que te amo.
¿Amor?
¿Aun sentía eso por Aziraphale o solo eran las memorias de un periodo de su vida en que fue feliz?
No tenía idea, pero algo dentro de él cambió cuando vio a el pelinegro así, y al escuchar lo que espero oír por mucho tiempo.
Se veía tan sumiso asi, rogándole una vez más.
Entonces se acercó con cautela y lentitud a Aziraphale, quien pensó que sería besado al sentir al castaño tan cerca de él. Estaba tan cerca que podía sentir el aroma de su perfume, y también podía sentir sus respiraciones.
Y en un punto la cercanía fue tanta que pudo sentir los delgados labios de Crowley rozar los suyos. Haciéndole sentir aquellas cosas que jamás volvió a sentir después de lo que pasó.
-- No creíste que sería tan fácil, ¿o si ángel? -- soltó riéndose en la cara del pelinegro, quién lo miraba totalmente embobado y confundido por su anterior actuar.
-- Y-yo... -- intentó responder, pero las palabras se le quedaron atoradas.
-- Tendrás que rogarme de todas las formas que conozcas para que te perdone, porque no caeré por ti si tú no estas dispuesto a caer por mi. -- dijo mientras sujetaba el rostro de Aziraphale con una de sus manos con fuerza, para que lo mirara cuando le estaba hablando, y para aprovechar de robarle un beso.
Aziraphale se derritió con el actuar dominante de Crowley, había olvidado como su cerebro se apagaba casi por completo cuando el "antes pelirrojo" actuaba de esta manera con él.
Y antes de siquiera poder corresponderle el beso, Crowley se alejó de él para abrir la puerta del vehículo y salir, pero no sin antes mirar a todos lados.
El pelinegro aún tenía una expresión boba en el rostro, como si no hubiera entendido que Crowley acababa de rechazar sus disculpas, y si leía la letra chica de las palabras del castaño. Claramente decían que le haría la vida imposible cada vez que pidiera perdón, porque de algo si estaba seguro Crowley.
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The Real Me (AziraCrow)
FanfictionSi escuchas el nombre Crowley, te imagianas un demonio. Y si escuchas el nombre Aziraphale te imaginas a un ángel. Pero en esta historia, todos les diran que Crowley es un amor de persona, y que Aziraphale es un dolor de trasero. Y que son totalmen...