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—Tu y soobin son muy amigos— mencionó Dash mientras caminaba en dirección a una cafetería cercana en compañía de Yeonjun

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—Tu y soobin son muy amigos— mencionó Dash mientras caminaba en dirección a una cafetería cercana en compañía de Yeonjun. El chico asintió a la afirmación —Siempre están juntos, eso es lindo.

—Soobin y yo prácticamente sangramos juntos— bromeó.

—Eso es asqueroso— ambos rieron.

A Dash le parecía lindo que Yeonjun fuera tan atento con ella, estaban siendo buenos amigos. Obviamente esperaba quizás que el chico se fijara en ella más allá que solo en una amistad. Dash lo observó por unos segundos, el cabello negro alborotado y los labios carnosos le parecían realmente atractivos y esa sonrisa que llevaba en ellos mientras estaba concentrado contándole una historia graciosa a la que ella no prestaba la suficiente atención porque estaba admirando su belleza.

—...Entonces al profesor Yoon casi le da un infarto cuando el borrador le cayó en su cabeza— Yeonjun río a carcajadas recordando lo sucedido —¡si hubieras visto su cara! Eso pasó el año pasado a mitad de curso.

Dash rió también.

—¿Siempre haz sido así?— preguntó de buen humor, Yeonjun la giró a ver con confusión en su rostro pero sin perder la sonrisa.

—¿Así como?— preguntó.

—Siempre haces bromas...y los regaños te los tomas con humor, nunca le haces caso a los profesores— explicó.

—Bueno, de hecho no, cuando era pequeño jamás hubiera pensado en ser como soy ahora ...supongo que las personas cambian.

Dash asintió levemente, ella tenía experiencia en ese aspecto, tuvo que cambiar mucho para poder adaptarse a la sociedad. Creo que lo entendía más que nadie. También había pasado por cosas difíciles; supuso que su cambio y actitud se debían a problemas, aunque no iba a meter su nariz en problemas ajenos, no era quién para preguntar,además, se veía feliz ahora y eso estaba bien.

—Entremos— dicho esto, Yeonjun abrió la puerta del local y entró sin esperar nada, Dash suspiró cansada, <<estereotipos coreanos>> entró detrás del chico y caminó a su lado hasta el mostrado —Pagaré tu comida hoy, y cuando volvamos a salir me pagas tú, hecho?

No le quedó de otra que aceptar el trato, así era para todos, sin excepciones. Y mirando el costo de la comida en el lugar, entendió porque suelen hacer este tipo de tratos.

—¿Que vas a pedir?— preguntó Yeonjun.

—Una malteada de arándanos está bien.

—Una malteada de arándanos y un Ice Americano— la chica de la caja anotó el pedido y le entregó el avisador de mesa a Yeonjun —Vayamos a una mesa en lo que esperamos— propuso.

Llegaron a la mesa, estaba alejada de los demás comensales y frente a una de las ventanas, Dash dejó su mochila sobre una de las sillas y Yeonjun se recostó sobre el espaldar de la silla enfrente de la chica.

Rules Are For Fools (TXT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora