Cap 40. Rapto

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Un nuevo amanecer había caído me levanté viendo a Fang durmiendo en mí brazos, su piel pálida y suave se acurrucaba con el mínimo movimiento de mis manos, levantándome de la cama hice la rutina normal el cual podía ser cualquiera si no fuera por la diferencia de tener a Fang conmigo, mayormente se comportaba muy raro ya que este no paraba de aferrarse y seguirme a cualquier lado.

- ¿Puedes dejarme o soltarme, aunque sea unos segundos? - le dije algo incómodo

-No sé por qué no quieres, yo solo intento protegerte- respondió

-Sabes Fangs, desde que empezamos a.... Hacer esto frecuentemente estas actuado más raro de lo que antes eras-

-Tal vez... Es el hecho de que siento más confianza hacia ti -

-(suspiro), está bien, pero si estás muy cerca de mi puedes terminar siendo descubierto y no queremos eso-

-Por eso pienso estar a distancia de ti cada vez que vamos afuera -

Fangs acurrucó su cabeza en mi pierna lo cual lo frotaba de manera continua mientras intentaba hacerme mi desayuno, sus manos se aferraban a mi mientras intentaba quitármelo, hasta que el sonido de la puerta abriéndose proveniente del cuarto de mis padres.

-¡Demonios, Escóndete! - le susurre a para que no nos descubrieran

Fangs se soltó de mi pierna mientras este agitado abrió uno de los cajones en donde se encontraba la cocina y se escondió justo en el que llevaba a la tubería del grifo, un lugar con especio perfecto donde con un poco de movilidad ante todos los productos de limpieza podía ocultarse sin problemas y esto con una velocidad casi desesperante.

-Que es todo ese ruido? - mi madre pregunto

-Nada, solo me hago mi desayuno-

-Ok, pero no tienes que hacer tanto escándalo, parecía que estabas tirando todos botes de la cocina-

-Si, pero solo me descuide y tire por error uno que otro, apenas acabo de levantarme- conteste

-este bien hijo, pero no entiendo porque sonó mas brusco que lo que dices-

- Perdón por. Bueno... hacer un escándalo-

De nuevo tuvimos un desayuno familiar, después de casi mucho tiempo por fin nos veíamos todos juntos, mis padres mientras preparaban la comida para ellos y para Hugo, el cual parecía ya aprender muy rápido a comer el solo, aunque aún necesitaba algo de ayuda, podía ver como parecía que todo marchaba normal, mas de lo que yo habría planeado, tal vez el hecho de sentir satisfacción por avanzar en la investigación me traía esa sensación de calma y despreocupación por un tiempo. Aunque ahora mi única duda constante era ver a mis padres cocinando y esperando que en ningún momento abrieran el cajón donde Fangs se encontraba escondido, con el miedo constante de que terminaran descubriéndolo intente dejar de sentirme paranoico sabiendo que en algún momento mis padres se percatarían de mi rostro y comenzarían a sospechar, sin darle tantas vueltas al asunto me dispuse a ir a la sala, dejándolos y prendiendo la televisión.

Miles de noticias de desapariciones y varios programas intentando cambiar el rumbo de la atención del tema simplemente me hacía querer apagarla de nuevo, aún seguía pensando en esa maldita idea de que ahora miles de vidas se encontraban en mis manos por el hecho de que aún no avanzaba en nada, ¿cómo era posible que una organización pudiera no hacerle frente a algo como esto y lo dejaran a cargo a mí?, sabia que solo era un peón en su plan para combatir aquellas personas pero pensaba que no era tan siquiera ideal o buena opción dejarlo a alguien como yo, aun así solo cerré los ojos y deje a mi mente despejarse por un rato, sentado en aquel sofá sin nada más que pudiera molestarme.

"Atormentado por un demonio"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora