Kim Taehyung es un joven norcoreano que es vendido al sur para ser prostituido durante la guerra en 1950. Se convierte en una famosa cantante llamada "Esmeralda Kim". Una "Mujer" que usa sus encantos y cuerpo para llegar a la cima, y de esa forma po...
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—General Manoban, recibimos noticias realmente preocupantes. Han ocurrido varios ataques por parte del norte hacia nosotros. Nuestros superiores piensan que corea del sur puede entrar en una guerra muy pronto contra ellos.
—Eso es alarmante.
—Necesitan soldados en la frontera y en todas las ciudades cercanas a ella para enfrentar a los norcoreanos si vienen por nosotros. No podemos dejarlos llegar aquí.
—Muy bien, pondré un comunicado para reclutar soldados, puede retirarse...
—General Manoban, quería pedirle algo en nombre de nuestra familia.
—De qué se trata, coronel Jeon.
—Sé que está enojado por causa de mi hijo. Jungkook ha causado vergüenza a nuestra familia al juntarse con esa Ramera llamada Esmeralda Kim.
—Mi problema no es que esté con ella, el problema es que ha dejado de cumplirle a mi hija.
—Es por eso que quería hablar con usted. Dijo que enviará refuerzos a la frontera para evitar una guerra, entonces, ¿por qué no envía a Jungkook?
—¿Por qué debería enviarlo? Es muy peligroso. Si los norcoreanos nos invaden, allí será el primer lugar al que irán, y será una masacre. Eso sería firmar la sentencia de muerte del Teniente.
—Prefiero que muera cómo un fiel y valiente soldado a que se le considere un traidor por haber ayudado a esos norcoreanos a pasar esas armas.
—Entonces si fue él...
—General, mi hijo se ha cegado por amor a esa mujer. Esa Ramera lo ha envuelto entre sus faldas y ha descuidado todo por su culpa. Es por eso que quiero enviarlo a la frontera, así no podrán verse.
—Muy bien, necesitaremos a varios capitanes para dirigir nuestro ejército. Entréguele las buenas noticias al Capitán Jeon Jungkook...
—Gracias, mi General —hizo una reverencia. —Por lo que se refiere a su hija, no se preocupe, si Jungkook vuelve con vida; tendrán un hijo a toda costa.
—Eso espero...
. . . . . . . . Yoongi se despidió de Jimina en la puerta antes de marcharse al trabajo. Le dio un gran beso en los labios y acarició su vientre con una sonrisa.
—Nos vemos en un rato...
—Nos vemos —sonrió —.
—Cuiden bien de mi esposa y de mi hijo. Si algo les pasa, los mataré a todos...
—Sí, capitán.
—Bueno, me voy...
Yoongi subió al auto y se marchó al centro de Seúl a dónde tenía su almacén. Jimina se sentó en el jardín a leer un poco, y así aprovechar el día soleado.
