Kim Taehyung es un joven norcoreano que es vendido al sur para ser prostituido durante la guerra en 1950. Se convierte en una famosa cantante llamada "Esmeralda Kim". Una "Mujer" que usa sus encantos y cuerpo para llegar a la cima, y de esa forma po...
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«Teniente, ¿qué sucedió?» Pasó la mano por su rostro. Jungkook lo tomó de la mano y lo abrazó con fuerza mientras trataba de recuperarse de la pesadilla qué había tenido.
—Por favor, quédate conmigo un momento. No te vayas...
—No voy a irme.
Taehyung lo recostó en la cama nuevamente y se acostó a su lado. Le tomó la mano y acarició su cabello mientras le cantaba una canción para hacerlo dormir y calmar su miedo. «¡Perdóname!» Pidió Jungkook con el semblante decaído. Cerró los ojos y comenzó a llorar en silencio.
—¡Perdóname! ¡Perdóname!
—Te perdono... —dijo Taehyung —.
—¡Perdóname!
—Te perdono.
Jungkook siguió repitiendo lo mismo hasta quedarse profundamente dormido. Taehyung continuó diciéndole "Te perdono" para intentar aliviarle su desesperado corazón.
Al teniente Jeon algo realmente debía atormentarlo cómo para que necesitara desesperadamente pedir perdón.
—Te perdono, Teniente.
La mañana llegó muy rápido y Jungkook despertó completamente solo en el departamento de Taehyung. Se quedó en la cama por un momento mientras pensaba y recuperaba fuerzas. Poco después, sintió la puerta abrirse.
—Al fin despertó, teniente. Traje algo para comer... —sonrió —.
Jungkook se levantó y se sentó en la orilla de la cama. Levantó la mirada hacia Esmeralda, y quedó hipnotizado a causa de su increíble belleza.
—¿No tiene hambre?
—Sí... —asintió —.
Jungkook se levantó y se puso la chaqueta de su uniforme. En su rapidez por terminar de vestirse, abrochó los botones fuera de lugar, y Taehyung se dio cuenta.
—¿Es así de torpe siempre, Teniente Jeon? —sonrió y se acercó para arreglarle los botones —.
Jungkook miró muy de cerca el rostro de Taehyung, y sus ojos no pudieron apartarse de sus increíbles labios rojos.
—Su esposa debe tener muchos problemas con usted, es tan descuidado.
—Mi esposa...—tragó grueso, —no es atenta conmigo.
