Kim Taehyung es un joven norcoreano que es vendido al sur para ser prostituido durante la guerra en 1950. Se convierte en una famosa cantante llamada "Esmeralda Kim". Una "Mujer" que usa sus encantos y cuerpo para llegar a la cima, y de esa forma po...
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Taehyung se acercó a Jungkook con una gran sonrisa y le dio un fuerte abrazo mientras aspiraba su perfume.
—Te extrañé, mi amor...
—Yo también. Este año pasó tan lento, sentí que iba a morir por las ganas de verte.
—Pero ya estoy aquí —lo besó —.
—Mi coronel...—le acarició el cabello, —su cabello ya comenzó a ponerse blanco.
—Ya no somos aquellos jóvenes de hace 20 años atrás. Ahora nos estamos haciendo ancianos, pero nuestro amor sigue igual de fuerte que cuándo nos conocimos. Tu cabello también se está haciendo blanco —sonrieron. —Sigues igual de hermoso...
Jungkook se acercó y lo besó muy despacio mientras lo sostenía por la cintura con fuerza.
—Jungkook, ¿cuánto tiempo vas a quedarte esta vez?
—Dos meses...
—¿De verdad? No sabes la alegría que me da saber eso...
—Debo regresar en marzo. Debo volver a mis deberes, y también le prometí a Jungguk que lo acompañaría a visitar la tumba de su madre, y su tía...
—¿Cómo está él?
—Muy bien, por cierto te envía sus saludos, y me dijo que no volviera a corea sin sus libros autografiados por Kim Taehyung —sonrió. —Son sus favoritos. Me dijo que iba a dárselos a alguien muy especial, ya no sé que pensar.
Taehyung soltó una carcajada y acarició el rostro de Jungkook con cuidado.
—¿Cuántos años tiene ya?
—16, recién los cumplió...
—Ha crecido mucho. Rose ya cumplió 26...
—Sí, los dos han crecido mucho. Pero bueno...háblame de ti. ¿Cómo has estado desde la última vez que vine a verte? ¿Cómo está la imprenta?
—He estado bien. La imprenta sigue creciendo y eso es bueno. Mi único problema es que te extraño demasiado...
—Pero ahora estoy aquí y me quedaré dos meses contigo. Haremos todo lo que tú quieras, señor Kim... —lo besó. —¡Feliz cumpleaños, mi amor!
—Gracias, coronel...
—Te traje un regalo... —sacó de su bolsillo una caja con un par de anillos de oro. —Compré esto para nosotros.
—Son bellísimos, cariño...
—Aunque no podamos casarnos ni tener una relación libremente como los demás, quiero que sepas que para mí, tú eres mi esposo. Ante los ojos de Dios, tú eres mío y yo soy tuyo, y así será hasta la muerte...
