Kim Taehyung es un joven norcoreano que es vendido al sur para ser prostituido durante la guerra en 1950. Se convierte en una famosa cantante llamada "Esmeralda Kim". Una "Mujer" que usa sus encantos y cuerpo para llegar a la cima, y de esa forma po...
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Enero de 1950, cinco años después. Frontera de corea del sur. El 15 de enero de 1950, cuatro oficiales surcoreanos fueron capturados intentando ayudar a tres mujeres y cinco niños a volver al norte, atravesando la frontera.
—Siempre supe que eras una vergüenza Yugyeom, pero jamás imaginé que fueras capaz de traicionar a tu gente ayudando a escapar a esos norcoreanos miserables —gritó y golpeó la cara del teniente —.
—Lo siento, coronel.
—Todos ustedes serán castigados por esta traición.
Jungkook llegó en su auto a dónde se encontraban los soldados y las víctimas. Se bajó y miró a lo lejos a su mejor amigo de pie frente a su superior.
—¿Qué hiciste, Yugyeom-ah? ¿Qué? —Se acercó muy preocupado —.
—¿Sabes cuál es el castigo para los traidores?
—Sólo estábamos enviando a estas mujeres a su país.
—Esas prostitutas y esos hijos de puta no pueden irse de aquí —gritó. —Ningún norcoreano dejará el sur, Yugyeom.
—Ellos son nuestros hermanos, coronel.
—Ellos son tus enemigos —golpeó la cara del teniente una vez más mientras Jungkook miraba todo. —Llévense a esos norcoreanos de aquí, y devuélvanlos a la ciudad
—Sí, coronel.
—Y tú Yugyeom, pagarás muy caro esta traición. Recibirás tu castigo.
—Coronel, —dijo Jungkook preocupado —por favor póngale un castigo severo, pero perdónelos.
—Hoy ayudaba a estos a escapar, mañana podría venderle información nuestra al norte. Deben recibir su merecido...
El coronel sacó su arma e hizo que los arrodillaran a los cuatro frente a él. Jungkook miraba la escena preocupado y nervioso.
—Coronel —dijo desesperado —.
—Teniente Jeon, usted... dará la orden de la ejecución.
—¿Y-yo?
—Sí, usted. Demuestre de que está hecho, Teniente Jeon. ¡Preparen armas! —Miró a Jungkook y se hizo a un lado para verlo dar la orden —.
Jungkook se paró en frente de su mejor amigo y este lo vio fijamente a los ojos. El teniente Jeon aguantaba las profundas ganas que tenía de llorar mientras sostenía el arma en sus manos.
—¡VAMOS TENIENTE! —Gritó. —¡No tengo todo el día!
Jungkook apretó fuertemente su puño y volvió a mirar a su amigo a los ojos.
