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Se removía inquieta sobre su regazo y la vampira ponía más fuerza en su agarre de la cintura.
Divina debía aceptar que siempre quiso a Yoko para ella, no en la manera que quieres a un hijo, sobrino u amigo.
La quería como mujer, la deseaba y llegó al punto de tocarse por ella.
Habían ocultado tan bien está relación que inicio hace relativamente poco.

Flashback

Leía entretenidamente su libro sobre romance, en verdad le gustaba ese género.
Pero no podía evitar imaginar las situaciones sexuales con ella y Divina.
No quería aceptarlo pero en su ser sabía que tenía una tensión con la mujer.
Ella era tan buena
Tan sexy
Era realmente hermosa

Tocaron su puerta para al instante entrar, era la dueña de sus pensamientos.

— Como estás? Yoki
Paso saliva al sentir que se acercaba mucho, sus hormonas estaban alteradas así que podía calentarse solo con la cercanía de Divina.
Después de todo era una adolescente

— Bien —

Respondió más cortante de lo que quería, pero no podía culparse.
Solo quería alejar a la dama

— Segura? No suenas muy convencida.
Mira que roja estás

Puso su mano en la frente para verificar que no tuviera calentura, en realidad parecía que sí

— Eso no es nada normal, tu siempre estás fría.
Déjame ver cómo puedo ayudarte, espera.

Yoko tomo su mano y negó repetidas veces

— No tengo nada fuera de lo normal

— Tú cómo vas a saber?
Yo soy la médica

Dijo de manera juguetona aún intentando safarse del agarre.
La vampira la tomaba fuerte pero sin lastimarla

— No, en verdad estoy bien

— Y por qué estás caliente?
Entrecerró los ojos ante la pregunta y acerco más su rostro a la japonesa

— Yo... Creo que. . Si tengo calentura.

Soltó con desánimo, no había manera de decirle que le pasaba realmente.

— Estás excitada?

Paso saliva sintiendo su corazón salir de su pecho, la mayor se arrodilló frente a ella poniendo sus manos en el regazo de la chica

— Puedes confiar en mí, para eso soy su doctora.

— Es que.. me apena mucho

— Eso es un sí?

Miro a otro lado que no fuera la mujer

— Es normal, yo te entiendo.
Dime ¿Por qué estás así?
¿En qué pensabas?

Con cada pregunta se ponía aún más nerviosa, en realidad creía que Divina hacia esas preguntas desde la inocencia para ayudarla.
Lo que no sabía es que la mujer mayor sabía exactamente lo que hacía, aún sabiendo que estaba mal.

— Yo..

— ¿Es en mí?

Puso esa habitual sonrisa amable que daba a todo mundo.
Divina no se contuvo más y dejo un beso rápido en los labios de la vampira, suficiente para que ella continuará tirándola en la cama.

Le encantaba esa fuerza sobrehumana

Ese instinto asesino

Aquella sonrisa engreída

Los lentes negros tan característicos

Cuan alta era

La vampira le encantaba y ya no había vuelta atrás.
La quería solo para ella
Aquella noche Yoko se encargo de hacerla suya tantas veces que no lo creyó posible, era un sueño.

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segura que ya estás mejor?

— Sí, ya te lo demostré.

Dijo dejando más besos en su abdomen, habían estado teniendo relaciones la mayor parte de la noche y ahora solo se daban mimos.

— Por qué pelearon?

— Div, prefiero no hablar de eso

— Pero debo castigar a Enid, así que necesito saber que pasó exactamente

— No harás nada, si le haces algo a Eni me enojare contigo

— Cariño

— Ya te dije Divina, tu me gustas pero Enid siempre será mi hermana y haré lo posible para que nadie la lastime.
No me hagas elegír

— Pero-

Tocaron la puerta y las chicas se vistieron lo más rápido que podían, se lanzaban las prendas para terminar más rápido.
Yoko abrió la puerta y la rubia estaba ahí con ojos tristes

— Perdoname! Nunca debí lastimarte

La abrazo lo más fuerte que podía y Yoko correspondió al instante

— No pasa nada Eni

La loba lloraba desconsoladamente y está solo apretó más el cuerpo de su hermana

— De verdad, también lamento lo que pasó

Divina veía la situación, no haría nada al respecto después de lo que hablo con su mujer, pero le gustaría saber que pasaba.
Después de algunos minutos en los que lloraba, se alejo un poco y le dio una bolsa de sangre que tenía en su habitación

— Por si tienes hambre, también te puedo prestar mi pelota.
Nunca más pelearé contigo
Ni te pateare

— Eso realmente me serviría.

Soltó una carcajada y la castaña sonrió, en verdad le encantaba demasiado.

— Me alegro que se reconcilien chicas, no me gusto verlas peleadas.
Aprovechando que están juntas, quería comentarles que tendré que salir de la ciudad unos días.
Pero no sé preocupen porque la señora Addams las cuidara.

Tanaka resoplo, esa tipa no le caía nada bien.
Ella era conciente de la manipulación que recibía por parte de la mujer con la que se acostaba, sabía que ellas no eran buenas y que solo las usaron para  un experimento.
Tenía la situación controlada, si hacía esto era para ser libres.
pero Enid no sabía nada de esto
Ella era inocente

Ella no merecía sufrir por esas perras. .

Apretó su puño y Divina sonrió, creyendo ilusamente que la extrañaría.
Enid camino a su cuarto de nuevo, deseaba verla ya, pero debía esperar.

La vampira tomo la bolsa de sangre que le había dado Enid pero sabía muy mal, termino por  beber de la mano de Divina aunque sin querer la mancho con el líquido anterior.

— Vas a extrañarme?
Abrazo por el cuello a la japonesa y está río

— Claro, te extraño aún cuando estás aquí —

Después de unos minutos la doctora salió de la casa y Yoko se encargo de acomodar su habitación de nuevo.
Tomo la bolsa que tiro momentos atrás, tal vez esa sangre no servía.
Leyó y solo pudo notar que no decía nada fuera de lo común.
A excepción de un pequeño

VIH+

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