ALARMA

fuera de la rutina

Cuando Itzan tratando de ahogar sus penas en drogas, cosa que no le sirvió, se le acabó el dinero estaba en seco, se vio obligado a dejar su facultad para buscar trabajo.

Intento en varios lugares, limpieza, cocina, atención al cliente, muchas cosas pero no quedaba en ningún trabajo.

Suena la alarma de vuelta siete de la mañana, se cambia y ahora sin tomar nada va a su parada de colectivo habitual, se dirigia al centro a repartir currículums por segundo día nadie lo quería ni aceptaba

Suena la alarma de nuevo, ya con las esperanzas por el piso, va a un bar que quedaba bastante cerca de su facultad, lleva el currículum y lo aceptan como mozo

La paga no era buena pero tampoco mala, le alcanzaba para comer y ahorrar lo que quedaba, no podía darse ni un solo lujo, un gasto innecesario y no podría juntar para el alquiler.

Suena la alarma toma un café, y cuando se está por bañar su calefón deja de funcionar, le toca cambiarse e ir a la parada del colectivo.

Ya en el trabajo llevando la comida a una mesa se tropieza y se cae, todos lo quedan mirando el sin estar acostumbrado a tener tanta atención se queda congelado unos segundos.

Estuvo asi unos segundos antes de darse cuenta que estaba bañado en café hirviendo, en ese momento, incluso con el ardor que sentía no podía reaccionar, su cuerpo se lo impedía.

Cuando ya se sentía mejor, le pagaron y le dijeron:
-vuelve a casa, mañana cuando estés bien vuelve.

El se fue sin decir una sola palabra. Llegó hasta la parada del colectivo y cuando quiso ver la hora se dió cuenta que el café había roto su celular, el no se podía dar ni un lujo, era mucho el arreglo del celular y ni siquiera pensó en comprar otro.

El asumía que faltaba para que pase el colectivo, fue a dar una vuelta para ver dónde conseguía un reloj, lo único que encontró fue un despertador bastante viejo, pero el precio no era tan malo así que accedió a comprarlo y se lo llevo.

Volviendo a la parada ve como se va lentamente el colectivo. Tenía que esperar otro que tarda aproximadamente media hora a cuarenta y cinco minutos, pasa media hora, cuarenta minutos y se sube al colectivo.

Cuando llega a su casa pone el reloj en hora, pone la alarma, y ahí es donde se acuerda que no tiene calefón, como necesita bañarse calienta el agua en pequeñas ollas aproximadamente de medio litro.

El se baña, come algo y se va a dormir.