[𝑿𝑰]

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𝑃𝑎𝑠𝑒𝑜 𝑝𝑜𝑟 𝑃𝑎𝑟𝑖𝑠




Ese día tenían una agenda algo ajetreada todo relacionado a negocios, excepto por la última parada en la que Namjoon iría a visitar a uno de los mejores amigos de su padre, quién considera a Namjoon como a un hijo pues desde que lo conoció fue impresionado al ver sus modales, inteligencia y temperamento. 

—Buenos días Seokjin¿Estás listo?— preguntó Namjoon con calma en cuanto lo vio salir. 

Bajo esa “calma“ ocultando su verdadero estado, le sorprendió lo hermoso que se veía ese día, había convivido con muchas personas guapas, sí, pero de cierto modo había algo en Seokjin que lograba robarle su atención. 

—Buenos días señor, sí, ya estoy listo 

A ambos les abrieron la puerta del auto para que pudieran entrar, y emprendieron camino. 

En su primera parada todo resultó muy bien, fueron bienvenidos de la manera más atenta en la empresa a la que visitaron y también atendidos amablemente por el director general, lograron renovar el contrato que querían sin ningún problema, intercambiaron algunas ideas, proyectos futuros, innovaciones que harían, entre más cosas, cuando llegó el momento de irse fueron directamente al almuerzo con unos inversionistas, donde Seokjin tuvo más palabra que en la reunión anterior con el director, les explicó los datos financieros de la empresa de Namjoon y entre los dos hablaron sobre qué trataba el próximo proyecto, lo que querían lograr y lo que se iba a necesitar. Y por la manera tan fácil con la que se desenvuelve el pelinegro y su gran persuasión lograron convencerlos, acordaron que se verían de nuevo esta vez en Corea para poder sellar el contrato de manera oficial, esta vez en una Junta, y para eso no tardaría mucho. 

Cuando ya habían acordado todo pasaron a pláticas más triviales en donde se la pasaron muy bien, y Namjoon de verdad estaba alegre y agradecido por todo el gran trabajo de Seokjin, sin duda sabía desenvolverse muy bien en estos ámbitos empresariales, por ser principiante temía que no lo hiciera bien pero hoy lo habría convencido de que trabajar con él no sería nada malo. 

—Señor, debe comprar el obsequio para el señor Lee— le recordó Seokjin una vez que estuvieron en el auto nuevamente. 

—Sí gracias, ¿no te importa acompañarme? 

—No, vamos —sonrió, porque claro, mientras pudiera pasear más tiempo por las hermosas calles de Francia, mejor. 

Se detuvieron unos minutos después para poder ir a comprar el regalo, Namjoon quería escogerlo personalmente porque el creía que en verdad se merecían su tiempo y atención por el cariño que le tienen y viceversa. 

—¿A dónde quiere que entremos primero? — le preguntó caminando sin una dirección realmente, solo esperando su orden.

—No lo se, no tengo mucha idea de que les puedo obsequiar 

—¿Les puedo? Oh, comprará más de un obsequio entonces 

—Sí, la esposa del señor Lee y su hijo igual son personas importantes para mí 

—Mmh ya veo... ¿Conoce sus gustos? 

—Al señor Lee le encanta coleccionar relojes, pensaba llevarle uno, a su esposa no se que le pueda gustar honestamente, y a su hijo, a él le gustan los detalles pequeños pero lindos.

—No se preocupe, encontraremos algo 

Tomó a Namjoon sin cuidado ni pena del brazo para arrastrarlo a seguirlo, esto al azabache le sorprendió, pero no puso ni siquiera un poco de resistencia, se dejó llevar por Seokjin, sonriendo dulcemente por ver cómo este miraba curioso cada tienda que cruzaba por su camino, tratando de encontrar la ideal. 

ꕥDéjame Amarteꕥ [NamJin] ♥︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora