Por amor

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GERMAN POV

-Me pasas el shampoo?

-Aca esta.

Por tercera vez exprimi el bote de shampoo sobre el lomo de el cachorrito y lo restregué, creando espuma que desprendia un olor a kiwi. Llevábamos un dia con el Golden y no podia creer lo mucho que habia cambiado nuestras vidas. Era un peque;o diablito y ahora entendia porque el due;o quería que me lo llevara con tanta insistencia. Ayer habia llovido a cantaros y Angie y yo no nos percatamos que la puerta al jardín habia quedado abierta. El cachorrito corrió y resbalo con un charco de lodo , embarrándose de suciedad por todos lados. No sabia que era mas complicado, si el atraparlo para poder removerle la suciedad o el ba;arlo para que no estuviera sucio. La criatura se sacudia a cada ratos, robándole una risa a Angie ya que le daba gracia el verme empapado. Solte una risa y lo volvi a tomar por el collar, para que se estuviera quieto. Aunque pareciera un terremoto, era una ternurita con pelos. Después de frotar las yemas de mis dedos contra su pelaje, hale la manguera conectada al borde de la tina y lo empape para removerle el jabon de encima. Me pase la mano por la frente, estaba sudando. Hale la botella del shampoo de nuevo y la volvi a exprimir en su lomo. El perrito solto un chillido y Angie volvió a reir.

-Te prometo que es la ultima- le dijo al cachorro, empezando a restregarle el jabon.

La casta;a termino su tarea y lo empapo una ultima vez. Después tomo la toalla lo seco todo lo que le fue posible. El Golden se sacudia con impaciencia. Si, ya le habíamos arruinado el dia.

-Ok, ya. Sos libre- comento Angie entre risas mientras le abria la puerta.

La criaturita corrió con desesperación al mismo tiempo que se sacudia, haciéndolo trastrabillar graciosamente. Ambos reimos y esta vez si nos habíamos asegurado de cerrar la puerta del jardín. Angie se paso una mano por el cabello y suspiro exhausta. Me sente a la orilla de la tina y la observe ponerse las manos en la cintura mientras vaia a través de la puerta. Su larga melena casta;a estaba empapada al igual que su blusa roja. Esta se adheria a su cuerpo, dejando ver claramente cada una de sus curvas. Me mordí el labio y negué con la cabeza. Esta mujer si que traía el paquete completo. Por suerte traía un short que le llegaba a la mitad del muslo. Traviesamente escanee su cuerpo con mis ojos, bajando hasta sus largas, torneadas y perfectamente moldeadas piernas, no sin antes ver su hermoso tra....

-Que miras?- pregunto de repente, girándose a verme.

-Ah?-respondi atontado.

Ella entrecerró los ojos y solto una risa natural. Me habia cachado viéndola. Lentamente camino hasta mi y extendió su mano.

-Arriba- ordeno haciendo un movimiento con la cabeza, indicándome que me moviera- tengo que darme una ducha.

Sonreí traviesamente.

-y si nos duchamos juntos?

De inmediato vi como sus mejillas se ruborizaban y sus ojos se abrían desmesuradamente. Eso me enamoraba de ella, su inocencia y su pureza. No estaba acostumbrada a que le dijeran esas cosas. Angie me veía asustada y no pude evitar solte una risa cuando de pronto la chica me empujo hasta hacerme caer de lleno en la tina llena de agua. Hale aire al verme mas empapado de lo que pensé que ya estaba.

-Ahora quien se rie?-pregunto socarronamente mientras reia.

La tome de una mano y la hale hasta caer en la tina, a mi lado. Angie solto un chillido y despues abrio la boca, como si estuviera ofendida. Solte una carcajada hasta sentir como una peque;a ola de agua cai en mi boca. "Ahora quiere chapotear, pero que madura".

-Ok...ya... ya! Perdón!-exclame protengiendome con las manos.

La chica se detuvo y me fulmino con la mirada.

En mi propia trampaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora