En mi propia trampa

Tenes miedo

German POV

Toque la pantalla táctil por decima vez en los últimos dos minutos y la bolita -que al parecer era un caramelo- se deslizo hacia la derecha, haciendo desaparecer la hilera de dulces color rojo al otro lado. Resople sin hallarle mucho sentido al juego en mi móvil, el cual Olga insistia en que jugara. Si buscas un amigo que te saque de apuros en un momento de aburrimiento extremo; esa es Olga. La ojizul siempre tenia su celular lleno de carpetas dedicadas a almacenar los mas divertidos juegos que existían en la industria del entretenimiento. La joven no paraba de decirme que probara este tal Candy crush y asi lo hize. No se si yo era muy tonto o el juego muy difícil pues llevaba mas de cinco minutos intentando pasar el nivel veinte y no habia manera de hacerlo. Suspire y me acomode en la butaca del cine mientras esperaba que Ramallo y Olga llegaran con las palomitas y las bebidas.

Este era nuestro típico fin de semana; salir al cine a ver una película. No habia sábado en que no estuviéramos en el cine disfrutando de una buena película y otras veces unas no muy buenas. Ese dia era el turno de Olga asi que veriamos una película romantica. Ahora entienden porque estaba jugando con mi celular en medio de una sala de cine como un completo antisocial, no? odio las películas románticas y sin que esta hubiera empezado tan siquiera ya estaba aburrido. Harto de no poder avanzar otro nivel eleve la mirada y me di cuenta de que la sala ya estaba completamente llena. La película empezaría en poco tiempo, de seguro. Observe como una pareja se sentaba un par de hileras debajo mio; no pude evitar reir al ver la cara del tipo como si lo estuvieran torturando. Yo no soy asi, ni loco me dejaría convencer para ver una película de amor… claro solo si se trata de mi mejor amiga.  Después de distraerme viendo rostros desconocidos desbloquee el celular de nuevo y volvi a jugar el nivel que no podia pasar. A los pocos minutos de estar ensimismado en el juego escuche como alguien se sentaba a mi lado, asumi que era una mujer debido a que su risa era armoniosa y delicada. No le preste atención y continue deslizando dulces en todas las direcciones posibles hasta que de pronto la mujer a mi lado menciono mi nombre.

-Castillo?

Como un reflejo levante la mirada y me encontré con unos ojos verdes que me veian con atención. Era mi profesora. "Genial! La tengo que soportar de lunes a viernes y ahora también el fin de semana?!" pensé fingiendo la mejor sonrisa que me fue posible.

-Hola- salude con voz aguda, sin saber como disimular mi decepcion al verla sentada justo a mi lado- como esta?

-Bien-contesto ella viéndome con el se;o fruncido, seguro habia de pensar que parecia idiota hablando con tono agudo- venis solo?

-Eh… no. Olga y Ramallo están afuera, vienen en un segundo- conteste guardando el celular en el bolsillo de mi chaqueta- y usted viene sola?

-No, vengo con unas amigas- contesto ella con una sonrisa.

La observe por un segundo y conteste a su sonrisa, sin saber que mas hacer. De que se supone que debía hablarle? De las tareas ni loco pues habia pasado la ultima semana cumpliendo con los deberes que la se;orita Carrara nos habia dado. No quería ni sacarle el tema pues de seguro le recordaría algo que ella habría pasado por alto, noy era sábado y no pensaría en deberes por hoy. Los haría ma;ana a ultima hora, cuando no tuviera nada mejor que hacer. Ambos nos quedamos en silencio, era tan extra;o tener a tu profesor al lado en un lugar nada parecido a la escuela. Como debía actuar? Me encorvo o me siento erguido? Le hablo o no le hablo? Veo hacia arriba, abajo, la veo a ella… que se supone que debo hacer?!

-Supongo que te gustan las películas románticas, no?-pregunto ella de repente sacando un tema de conversación.

El escuchar su voz repentinamente me hizo pegar un binquito, ya que el sonido emitido desde su garganta rompió el silencio entre nosotros. Volviendo a la realidad aclare la garganta, fingiendo no haberme asustado ni un poco.