Llegamos a Manchester en pocas horas, ahora con mi auto era mucho más rápido todo.
Finn estaba tan nervioso que se había puesto de pesimo humor, humor que empeoró cuándo estacionamos en la entrada de casa.-ya conoces a mis padres, no tiene sentido que estés nervioso-le dije acariciando su nuca-conoces hasta al abuelo Bob, ese es el peor de todos...
-los conocí en un momento diferente, ahora saben que cogemos
-no hay forma de que seas más desubicado
-¿y si no les agrado?-preguntó a lo cual me reí; pero al verlo serio entendí que era una preocupación real
-bebé, mis padres son...-miré la puerta de casa, mis padres eran personas simples y abiertas, pero eso lo sabía yo, tenía que transmitirselo a él-te van a adorar porque yo te adoro, solo necesitan eso
-es que...-bajó la mirada hasta sus manos, era como si tuviera que tomar valor para decirlo-ellos conocen a Frank de toda la vida, y yo no soy Frank, soy alguien nuevo, pueden esperar que sea como él y...
-no te compares, Finn, cada uno es distinto y mis padres lo saben, solo quieren que yo este bien, con eso les alcanza ¿de acuerdo?
Seguía preocupado, pero dijo que estaba bien y entonces bajamos del auto.
Afuera nevaba copiosamente pero adentro, con la chimenea, el clima era muy agradable, rapidamente nos sacamos los abrigos, gorros y bufandas.
Dejamos las valijas en la entrada y fuimos a la cocina dónde papá Damon, Noel y Anais horneaban galletas; el olor de las galletas navideñas me abrió el estómago.
-ahora que tengo auto nadie me recibe ¿como es el tema?
-hola hijito-dijo papá mientras se sacaba el delantal
-pa, te hice ese delantal cuando tenía cinco...
-y es el mejor que tengo
no era cierto, era un delantal barato con un dibujo mio dónde estábamos los dos cocinando,por algún motivo que a mi mente de cinco años le parecia bien, un dinosaurio.
de todas formas recibí su abrazo y fue allí, entre los brazos de mi padre,la primera vez que sentí unas intensas ganas de llorar, la verdad es que no había procesado lo sucedido con Arthur, era como si lo hubiese encerrado en algún rincón de mi cabeza.Luego saludé a Noel y por último a Anais,para lo cuál tuve que sortear una serie de ritual que consistía en quitarle los auriculares con delicadeza
-¿no vas a saludar a tu hermano favorito?
-sos el único-dijo de la forma más odiosa posible, aunque sonreía y me abrazó con fuerza
-bueno, ya conocen a Finn...
-¿city o united?-preguntó Noel. era la primera pregunta que le hacía a cuanta persona llevara yo a casa.
-bueno...supongo que u..
la mirada de Finn se cruzó con la mía, que desesperado negué con la cabeza
-city, claro
-eso espero-dijo Noel, para cualquier persona esa pregunta era una broma, pero no para él
-dejalo en paz-dijo papá-Finn llegaste justo para hacer lo más divertido...
-nadie quiere hacerlo-dijo Anais entregandole a Finn una manga con glaseado
Finn se sentó y en poco tiempo, decorando galletas con mi familia, entró en confianza.
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Por la noche nos sentamos a cenar.
la charla era básicamente un interrogatorio a Finn mezclado con la venta de la cafetería; todo iba bien, hasta que tocaron el tema más sensible de todos.