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No me costó demasiado convencer a Finn de ir a un bar a conocer a mis amigos, supongo que le generaba alguna especie de morbo conocer a Frank.

Debíamos encontrarnos con ellos a las once, era una noche bastante despejada considerando que era invierno, e íbamos en el auto de camino.
me había dado cuenta de que me encantaba verlo manejar asi que aprovechaba todas las oportunidades que podía para dejarle la conducción del auto mientras yo, a su lado, lo observaba.

-sos muy sexy manejando

sin despegar la mirada del camino, lo vi sonreír y apoyó su mano en mi muslo

-¿si?

-si, muy-dije acariciando su oreja

-puedo detenerme acá un momento y...

-si

mi respuesta automática lo hizo reír

-pendejo desesperado-dijo deteniendo el auto en una calle desierta

-me tenes en abstinencia porque le tenes miedo a mi familia...

-veni

Me subí sobre sus piernas y le pasé las manos por encima de sus hombros.
Él tomó mi cintura con ambas manos y besó mi cuello dejandome pequeñas marcas en él.

-¿tenes muchas ganas de esto?-preguntó levantando mi suéter para acariciar mi abdomen

-muchas, me calentas un montón

Me quitó el suéter y la remera; afuera hacía frio pero el calor de los dos empañaba los vidrios del auto.

Finn bajó por mi pecho besandolo mientras yo le abría el pantalón.
en algún momento, entre sus besos y caricias, me sacó el jean y la ropa interior, estábamos muy incómodos pero eso no importaba, creo que la abstinencia nos tenía mal a los dos.

-chupalos, mi amor-pidió llevando dos dedos a mis labios

tomé su muñeca y chupe sus dedos con fuerza, dejandolos llenos de saliva.
Él tomó mi nuca y empujó mi cabeza llevando sus dedos hasta mi garganta, haciendome toser

-no te ahogues y chupalos bien, no quiero que te duela-murmuró antes de morderme el cuello

llevó sus dedos a mi entrada y los metió lento pero detenerse.
toda mi piel parecía hervir, sobre todo cuando con la punta de ellos rozó aquél punto sensible

-dios...

-¿te gusta tener mis dedos adentro?

-me encanta

-mira lo fácil que te abris, putito-dijo moviendolos un poco

-soy tu putito ¿no?

-todo mío

volvió a besarme con fuerza sin dejar de moverse adentro mio y luego, tirando de mi pelo, inclinó mi cabeza hacía atrás

-voy a meter uno más ¿de acuerdo?

-si

metió uno más y los movio un poco más rápido dejando su mano libre sobre mis hombros

-ahorcame, Finn

-¿te gusta eso?-preguntó llevando su mano hasta mi cuello

dije que si moviendo la cabeza y entonces sus dedos empezaron a apretarme.

Cuándo sintió que estaba listo, sacó sus dedos y acomodó la punta de su pene.
sin dejar de apretarme el cuello empujó su cadera guiandome con la otra mano y entonces entró lentamente en mi, dejando que mi cuerpo se acomode a su presencia dentro.

FuturoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora