Clara:Gracias por acercarme, cariño -dijo Clara Jauregui tras salir del coche de Lauren-. Ruby Peterson me llevará a casa después de la partida de bridge y tu padre estará encerrado en la habitación viendo el partido de fútbol. Disfruta de una velada tranquila.
Lauren:¿Estás segura de que puedes quedarte con Daniel? -preguntó Lauren, temerosa de quedarse a solas y tener demasiado tiempo para pensar.
Clara:Por supuesto. Ruby va a traer a su nieto Tommy. Seguro que lo pasan bien juntos. Dale un beso a tu mami, Daniel.
Este obedeció gustoso y Lauren sonrió mientras le ajustaba el cuello de la camisa.
Daniel:La abuela dice que Tommy va a traer sus coches teledirigidos y que yo también puedo jugar.
Lauren:Sobre todo, pórtate bien -repuso Lauren mientras le acariciaba el pelo cariñosamente.
Clara:Lauren cariño -arrancó entonces Clara , tras mirar con el ceño fruncido las dos cestas de pastas que llevaba en las manos-.Creo que he hecho demasiadas pastas. ¿Por qué no te acercas a casa de _____ Smith y le dejas una de las cestas?
Lauren sabía que se trataba de una encerrona. Su madre no había dejado de hablar de lo guapa que _____ era y de que seguía soltera; pero también sabía que si le decía a Clara que no estaba interesada en ella, ésta insistiría aún más.
Lauren:Claro, mamá.
Más tarde, mientras giraba por la carretera Ridgeway, pensó en tirar las pastas por la ventana, pero la idea de desperdiciar alimentos la disgustaba. Y si se las comía ella todas, sólo conseguiría acabar con dolor de estómago.
Pero no quería ver a ____. Ya la había visto más que suficiente. La visita a su taller el sábado anterior, el helado en la ciudad...
Eso había sido lo peor: ver a ____ y a Daniel reírse juntos mientras discutían sobre el mejor sabor de la heladería.Y cada vez que ____ la había mirado, cada vez que le había lanzado una sonrisa, ella había notado como si se le formara un nudo en el pecho. Por eso no quería estar tranquila; porque estaba segura de que recordaría la escena en el despacho cuando ésta había estado a punto de besarla...
Miró hacia la cesta de las pastas y decidió que la solución era escribir una nota. La dejaría delante de su puerta y _____ la encontraría a la mañana siguiente.
En ello resuelta, estacionó en el aparcamiento de su taller y apagó el motor. Luego garabateó unas líneas en un trozo de papel y salió del coche.
La noche era cálida, una suave brisa soplaba entre los árboles, y la luna brillaba en medio del cielo constelado.
Por mucho que le gustara Londres, debía reconocer que el cielo era más hermoso en Miami. ¡Había tantas cosas que echaba de menos cuando no estaba en la casa en que había nacido!
Había pensado en regresar en más de una ocasión. Podría trabajar como autónoma, o colaborar con algún periódico local. El trabajo en Londres había empezado a hacérsele pesado. Aquella baja temporal le había venido de maravilla, no sólo por sus padres, sino por ella misma también. Además, quería que su hijo pudiera ver a sus abuelos todo el tiempo, en vez de comunicarse con ellos por carta o por teléfono.
Pero ya no podía ver cumplido su sueño.
Ya no podría volver a Miami definitivamente; no, estando allí ya _____ Smith.
La puerta del taller estaba abierta, había luz en el interior, la radio sonaba de fondo y _____ cantaba acompañando la música. Dio unos pasos y la vio trabajando, con un destornillador en una mano y un carburador en la otra.
Se permitió contemplarla unos segundos, admirar la extensión de sus hombros y la potencia de sus muslos, ceñidos contra los vaqueros desgastados...
.
El pulso se le aceleró y comenzó a respirar con dificultad. El mero hecho de mirarla la hacía desear cosas que jamás podría tener.
Entonces, justo cuando iba a dejar la cesta y darse media vuelta, ______ se giró y sonrió al reconocerla:
____:Vaya, vaya, ¿qué te trae a la cueva del lobo? -preguntó ella mientras se limpiaba las manos con un trapo.
Lauren:Mi madre pensó que quizá te apetecerían unas pastas -repuso Lauren.
____:¡Qué detalle! -agradeció ____-, sin quitar la vista de Lauren, mientras aceptaba la cesta.
Lauren:Bueno, tengo que irme...
____:Quédate un rato -la detuvo _____-. Al menos tómate una pasta conmigo. Odio comer sola.
Lauren:De acuerdo... -cedió Lauren, vacilante-. Pero sólo una.
Mientras ____ se lavaba las manos, ella se acercó a una motocicleta, grande y potente, con un sillón de cuero negro nuevo. Lo único que le faltaba era el motor.
Lauren:¿Es tuya? -preguntó cuando _____ hubo vuelto.
____:De un amigo. Solíamos montar juntos... ¡Pastas de chocolate! - exclamó entusiasmado tras quitar la servilleta que cubría la cesta-. Están deliciosas -añadió tras dar un primer mordisco y ofrecerle una a Lauren.
Lauren:Se lo diré de tu parte -aseguró ésta-. ¿Por qué has dejado el circuito? -preguntó a continuación, devolviendo la mirada hacia la moto.
____:Ya iba siendo hora -repuso ______ sin más-. Demasiados hoteles, demasiados restaurantes.
Lauren:¿Y mujeres? -preguntó Lauren a su pesar.
____:No te creas lo que dicen los periódicos sensacionalistas -contestó ella con una amplia sonrisa en los labios.
Lauren:Lo siento, no debería habértelo preguntado -se disculpó ella, ruborizada-. No es asunto mío.
____:No tengo secretos -comentó ____ entre dos galletas-. ¿Y tú, Lauren Jauregui? ¿Tienes secretos? -añadió susurrante.
El corazón se le detuvo, pero la proximidad de _____ la hizo acelerarse al instante. ¿Secretos? Ella nunca podría contarle sus secretos, se dijo Lauren mientras la veía morder una pasta con sensualidad.
____:¿Damos una vuelta? -prosiguió ____.
Lauren:¿Una vuelta?
____:¿Alguna vez has montado en moto? -le preguntó ella-. Entonces te estrenarás conmigo -añadió después de que Lauren denegara con la cabeza.
Lauren:Pero no tiene motor -acertó a balbucear ésta.
____:No hace falta -repuso ____. Entonces la rodeó con las manos por la cintura y la elevó. Lauren exhaló un suspiro, pasó una pierna sobre la moto y, de modo instintivo, agarró el manillar-. Tú tienes el control, Lauren. Siéntelo -añadió, tras sentarse detrás de ésta y agarrarla por las caderas.
Y la sintió. Logró contagiarse de aquel juego ilusorio y se dejó llevar por la emoción del momento.
Lauren:¿Adónde vamos? -preguntó sin aliento.
___:Donde te apetezca, nena. Tan lejos y rápido como quieras.
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Quedate Conmigo (Lauren Jauregui y tu)
FanfictionSipnosis (tn)_______ Smith, con su encanto devastador, siempre había sido la fantasía sexual de Lauren Jauregui. De modo que cuando a la tímida Lauren se le presentó la ocasión, se las ingenió para seducirla... y se marchó con un regalo inmejorable...