Era la una de la mañana y _____ aparcó el coche frente a la casa de los padres de Lauren. Había estado muy silenciosa en el camino de vuelta y _____ la notaba más distante por minutos. Lo cual no comprendía.
Había muchas cosas que no entendía acerca de esa mujer. Demasiadas.
Lauren:Bueno, tengo que entrar —dijo ella—. No quiero que mis padres...
____:Quédate sólo un minuto más —le pidió ____, al tiempo que le acariciaba un brazo.
Percibió la tensión de su cuerpo, pero Lauren asintió y, poco a poco, se relajó. Se quedaron sentadas, en silencio, y ____ se dio cuenta de que jamás en su vida se había sentido tan contenta, tan tranquila.
Miró por la ventana hacia los jardines de césped y flores. Siempre había envidiado a esas familias en las que los padres iban al campo de fútbol con sus hijos y las madres organizaban fiestas de cumpleaños. Siempre le había parecido que eran miembros de un club privado en el que sólo los privilegiados podían entrar..
Sólo Camila y Normani podían comprender ese sentimiento, aunque ninguna de las dos lo admitiría. Se habían pasado demasiado tiempo intentando hacerse los duros, fingiendo que todo les daba igual...
Se giró hacia Lauren y la besó con una avidez que la sorprendió.
____:Esto no ha sido una aventura de una noche, Lauren —le dijo cuando separó los labios—. Voy a volver. No sólo mañana, sino al día siguiente, y al siguiente y al siguiente. Y al siguiente también. Te lo aseguro.
Lauren:____, me marcho dentro de tres semanas...
____:Entonces disfrutemos de esas tres semanas. Tú, Daniel y yo. A partir de mañana mismo; es decir, a partir de hoy —_____ consultó el reloj—, dentro de nueve horas exactamente. Os recogeré para ir de picnic.
Lauren hizo ademán de denegar con la cabeza, pero ella la abrazó y volvió a besarla hasta dejarla rendida.
Empañaron las ventanas antes de que, finalmente, la acompañara hasta la puerta. Y mucho después de su último y hambriento beso, después de que ella entrara y apagara la luz del porche,____ se sentó en la camioneta y se quedó pensativa, preguntándose qué tenía esa mujer para haberla atrapado de esa forma.
Una orquesta de jazz actuaba en el parque. El viento soplaba con suavidad y agitaba las hojas de los árboles, que daban sombra a las docenas de mantas y sábanas que se extendían sobre el césped. Los adolescentes jugaban al baloncesto en una cancha cercana, mientras que los más pequeños correteaban por un parque.
Una tarde de parque como otra cualquiera, pensó Lauren, salvo que esa vez ella y Daniel habían ido con _____ Smith.
Suspiró, se quitó las sandalias, se subió la falda por encima de las rodillas y se sentó sobre la sábana que _____ había tendido bajo la sombra de un árbol. Daniel le había pedido a _____ que lo empujara en los columpios y ella se había quedado sacando las cosas que su madre había insistido en preparar: ensalada de atún, sándwiches de jamón y queso, alitas de pollo, pastas de chocolate y litros y litros de limonada. Había comida suficiente para alimentar a toda la ciudad, y aún sobraría algo.
Sabía lo que su madre tramaba; que aprobaba la relación que _____ estaba tratando de sacar adelante. Pero no iba a dejarse influir por Clara, pues ya era mayor, aunque no más inteligente en lo concerniente a ____.
La lógica y el corazón disputaban sin descanso, pero Lauren no había logrado renunciar a disfrutar de unos días preciosos junto a ____. El dolor de dejarla quedaría compensado por la felicidad de esos momentos.
Daniel dio una carcajada de alegría mientras _____ lo empujaba un poco más alto. Lauren también sabía lo que era sentirse en el cielo, extática. Le bastaba una mirada o una caricia de ____ para empezar a elevarse y acabar con la cabeza en las nubes.
El pecho se le hinchó de felicidad al ver tan unidas a las dos personas a las que más quería en el mundo. Quería recordar cada minuto que iban a compartir, cada imagen, cada olor. Más tarde, cuando regresara a Londres y las noches se le hicieran interminables, podría recordar cada uno de esos mágicos momentos.
Sobre todo, se acordaría de la noche anterior; de cada susurro y cada beso. Y esa vez, mientras hacían el amor, había sido su nombre el que había salido de los labios de ____. Sí, _____ había sabido perfectamente que estaba junto a Lauren Jauregui, y aquello sería un recuerdo imborrable.Daniel la llamó y Lauren lo saludó con la mano. Luego, cuando ____ le guiñó un ojo, el corazón se le aceleró. Notó que la estaba mirando con hambre, y no precisamente de ensalada.Sabía que volverían a hacer el amor, lo cual la excitaba y perturbaba por igual.La comida estaba lista cuando, minutos después, Daniel llegó corriendo y se sentó sobre una mantita verde.
Daniel:¿Me has visto, mami?, ¿has visto que alto estaba?
Lauren:Has ido tan alto que los pájaros no podían volar —repuso Lauren con voz amorosa.
_____ tomó asiento junto a ella, la rodeó con un brazo por los hombros y le dio un beso en los labios antes de que Lauren pudiera protestar. Esta miró a su hijo, cuyos grandes ojos se habían agrandado aún más.
Daniel:¿Por qué besas a mi mami? —le preguntó Daniel a ____, asombrado.
____:¿Por qué me gusta un montón —contestó ella, sin soltar a Lauren—. ¿Te parece bien?
Daniel:Si a ella le gusta, a mí también —dijo Daniel, tras meditar la respuesta unos segundos. Luego, distraído por el ladrido de un perro, desvió la mirada—. Mira, ahí está Joshua —dijo al ver a un rubio con pecas, compañero de la escuela, quien lo estaba saludando y haciéndole señas para que fuera a jugar con él. Daniel pidió permiso a su madre con la mirada y, cuando ésta asintió, tomó dos pastas de chocolate y salió como una bala.
Corría como un atleta, pensó ____. Entonces se preguntó si el padre de Daniel habría sido atleta, algún deportista famoso al que hubiera conocido en el periódico.
Aunque, por otra parte, prefería no saber nada del padre, para no aceptar que Lauren había estado con un hombre.
Se olvidó de su enojo y la volvió a besar, en esta ocasión con más ardor, solo que esta vez Daniel ya no estaba presente.
Lauren:_____ —Lauren interrumpió el beso—. Por favor.____:Cuando anoche decías por favor significaba que querías más —le susurró ella al oído.
Lauren:Ya sabes a qué me refiero —se resistió Lauren—. Aquí no podemos hacerlo.
____:¿Por qué no?
Lauren:No quiero que Daniel se confunda con nosotras —repuso tras localizar a su hijo con la mirada—. Quizá no lo entendería.
____:Yo no lo entiendo, y estoy más que confundida —replicó ____—. ¿Por qué no me lo explicas tú?
Lauren:Ya te he dicho que me voy dentro de tres semanas. Sería duro para Daniel si te tomara demasiado... cariño.
____:¿Y a ti, Lauren? -susurró ella.-. ¿A ti también te resultaría duro?
Lauren:Nosotras somos adultas, _____. Sabemos cómo manejar nuestros sentimientos.
Lo que no era cierto. Porque ____ no tenía ni idea de cómo controlar los sentimientos que Lauren había despertado en ella. La deseaba más que a ninguna mujer y no se trataba de mero sexo, por bueno que éste fuera.
____:De acuerdo, lo haremos a tu manera—concedió ____—. Cuando Daniel esté cerca, seré buena... Pero cuando no esté delante, te aconsejo que estés atenta, porque voy a ser muy mala —añadió en tono pícaro, al tiempo que le rozaba el labio inferior.
_____ apreció el deseo que nubló los ojos de Lauren, la cual había cerrado los ojos y entreabierto la boca.
____:Me voy a jugar al fútbol con los chicos—prosiguió ella, obligándose a cumplir su reciente promesa—. Pero piensa en lo que acabo de decirte.
¿Cómo quería que pensara nada?, se preguntó Lauren, tan excitada que apenas podía respirar. En todo caso, pensaría en ella: en su boca, sus manos, sus labios...
Xx:¡Lauren!
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Quedate Conmigo (Lauren Jauregui y tu)
FanficSipnosis (tn)_______ Smith, con su encanto devastador, siempre había sido la fantasía sexual de Lauren Jauregui. De modo que cuando a la tímida Lauren se le presentó la ocasión, se las ingenió para seducirla... y se marchó con un regalo inmejorable...