Chapter 1: Instinto de supervivencia.

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Es una noche oscura, afuera hace frío y el hielo comienza a caer por las calles, a cada paso que doy por el Distrito 12 se acerca más aquel familiar aroma, el suelo suena con mis pisadas, tengo la nariz roja y los dedos tan fríos que perdieron sensibilidad.

—Hola— salude al joven de cabello dorado cuando se asomo por la puerta de la panadería—... disculpa, es que el olor me llamo a entrar.

—Hola— él sonríe al decir esto—. Por favor, adelante, entra— me indica hacia el interior de la tienda— ¿Qué te gusta? ¿Pan? ¿Rollos? ¿Panecillos?

—Todo me gusta— respondo, aguantando la risa—, pero no tengo mucho presupuesto hoy, ¿qué me recomiendas?

—Entonces— dice él, cogiendo una de las bandejas de pan que están en la estantería—... tenemos pan de avena y miel, pan de centeno, pan de canela, bollitos— comienza a enumerar los diferentes tipos de pan, señalando la bandejas—. Si no te decides, lo haré por ti.

—Sorpréndeme, Peeta.

—Bien, déjame ver— su voz es suave, agradable de escuchar—. Creo que te gustaría algo de pan de avena y miel— dice, cogiendo un panecillo pequeño en una bandeja, aunque él sabía bien que ese era mi pan favorito—. Este es muy popular.

—¿Cuánto pides por ese?

—Con un abrazo es suficiente— respondió él sin dejar de sonreír, solté una pequeña risa antes de acercarme a mi mejor amigo y darle un abrazo cálido, acompañado de un suave beso en su mejilla—. ¿Qué tal dormiste?

—No muy bien, ya sabes, con la aproximación de la cosecha, todo se siente más tenso— él asiente, y luego coge con precisión un pan con avena y miel—. ¿Puedo comerlo aquí? Muero de hambre, salí de mi casa lo más rápido que pude.

—Claro, toma asiento— responde él, y se hace a un lado para que pueda sentarme en una de las sillas cerca de una de las ventanas del local—. Aprovecha y cómetelo mientras está caliente. ¿Y ahora por qué huyes de tu casa?

—Bueno, mamá se pone un poco histérica cuando se trata de los juegos, la ponen histriónica— Peeta soltó una pequeña risa imaginando a mi madre revoloteando por la casa—. Sobre todo porque es el primer año de Rory. En fin, ¿cómo te sientes para mañana? ¿Asustado?

—Un poco— admite él, frotándose la parte trasera del cuello—. Aunque ya sabes, mi nombre no esta muy repetido.

—Este pan vale la pena— digo entre dientes, dando otro mordisco a la corteza de pan de avena—. Quería permitirme un buen pan antes de, ya sabes, esperar a que digan mi nombre o que cualquier otra chica del distrito arruine su vida.

—Si, tienes razón.  Si yo fuera a ser el próximo tributo, me encantaría una última vez... comer algo delicioso, pasar un poco de tiempo con gente querida— se encoge de hombros resignadamente—. ¿Y tú cómo te sientes al respecto? Si tú nombre sale llamado en un momento...

—No me siento preparada para eso, pero creo que sí me llaman, daré lo mejor de mi.

—Yo... he visto algunos de los otros juegos, y es verdad que me siento un poco intimidado— confiesa con una risita avergonzada—. He visto lo que pueden hacer con sus espadas y me pregunto si puedo compararme con ellos y ser lo suficiente bueno.

—Seguro que si, si yo tuviera que pensar en un buen tributo para el Distrito 12, serías tú

—No sé— responde, sacudiendo la cabeza—. Dios no lo creo, pero... me esforzaré.

—Supongo que solo queda esperar la cosecha, y rezar para que no salgan nuestros nombres.

—Sí, sí, creo que eso es lo mejor que podemos hacer— concuerda él, tomando asiento frente a mi—. También sería genial, sabes... si nos pudiéramos ver después de esto. Para pasar el rato.

Man Of Fire [Peeta Mellark]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora