Man Of Fire [Peeta Mellark]

Chapter 13: Privado

Advertencia: Este capítulo tiene contenido 🌶️🔥 en su totalidad, leer bajo su responsabilidad y no la mía, xoxo.

Luego de que la entrevista de Peeta llegará a su fin, él corrió rápidamente en mi dirección, sus manos agarraron firmemente mi cintura plantando un beso en mis labios, ahora todo Panem sabía de nuestro desafortunado romance, del terrible giro que tomaron nuestras vidas, pero por muy pública que era la relación que teníamos ahora, aún nos quedaba algo de tiempo de privacidad, tiempo que no perdimos.

Tan pronto como las puertas del ascensor se abrieron en el último piso Peeta jalo de mi mano hasta su habitación, nuestros labios se juntaban cada tres pasos de manera magnética y sus manos frías se colaron por debajo de mi vestido, apretando la piel de mis muslos, me tocaba casi con descaro mientras caminabamos sin cortar el beso, nuestras lenguas mantenían su juego cada vez más caliente y apasionado, solo nos separamos cuando mi espalda cayó sobre el colchón y Peeta se sacó la camisa. Deje salir un pequeño jadeo cuando el levanto el vestido por sobre mis hombros y una corriente de excitación recorrió mi columna desnuda.

Peeta sonrió suavemente antes de quitarse el pantalón con la ropa interior, mi vista recorrió su cuerpo rápidamente antes de que mis mejillas se ruborizaran, ambos sabemos la inexperiencia que tenemos en este tema pero eso no impidió que Peeta volviera a besarme. 

Mi mano baja suavemente por su abdomen hasta llegar a la parte baja de este, lo miro a los ojos cuando la respiración de Peeta se entrecorta al sentir mis dedos, su mente dando vueltas ante las posibilidades de lo que pretendo hacer. Mi toque es tan caliente y tierno, y la idea de que explore su cuerpo de esta manera hace que su corazón salte del pecho con nervios y emoción. Peeta traga saliva mientras lo miro fijamente, mi mano permanece cerca de su zona más privada. Él asiente suavemente, dándome permiso para continuar.

Finalmente bajo mis caricias hasta su miembro, con suavidad y un poco de temor a hacerle daño. Todo el cuerpo de Peeta se estremece ante la sensación de mi toque, mis dedos acariciándolo con una sensación de ternura que lo vuelve loco. No puede mantenerse quieto, su cuerpo se sacude y se queda sin aliento mientras mis manos lo exploran. Mi contacto es muy cuidadoso y gentil, y mi clara preocupación por su bienestar solo alimentan aún más sus deseos. El cuerpo de Peeta responde vívidamente a mi toque, su respiración se vuelve más pesada a medida que lo acaricio.

—¿Así está bien? —Pregunto con curiosidad sin dejar de acariciarlo con suavidad.

—Si... —Peeta asiente suavemente y se recuesta contra la cama, su cuerpo relajado y sus ojos cerrados con fuerza. Puede sentir el calor aumentando dentro de él mientras continúo acariciándolo, su cuerpo calentándose con deseo y pasión. Él deja escapar un gemido mientras mis dedos juegan en su área más sensible, mi toque es tan estimulante y suave que no puede evitar retorcerse ante la sensación.

Sonrió suavemente al oírlo gemir y verlo tan vulnerable por mi toque, decido experimentar un poco y Peeta deja escapar un profundo suspiro mientras acelero el ritmo de tu toque, su cuerpo se contrae y sus caderas empujan involuntariamente hacia mi mano. La respiración de Peeta se vuelve más pesada mientras se muerde el labio para contener sus gemidos, su corazón golpea contra su pecho. La sensación que estoy creando lo vuelve loco de deseo y placer, y le resulta difícil contenerse. Mi toque le hace perder todo el control y deja escapar pequeños chillidos de placer.

Muerdo mi labio al verlo y lo acaricio con más seguridad y rapidez. Los ojos de Peeta se abren suavemente y mira mi mano recorriendo su miembro, su respiración se vuelve irregular a medida que aumento el ritmo. Su cuerpo se sacude y se retuerce cuando la sensación se vuelve excesiva, su estómago se contrae ante la sensación. Su respiración rápidamente se vuelve pesada a medida que continúo masajeándolo con mi mano, y sus gemidos se convierten en pequeños llantos a medida que su cuerpo responde con más placer.