Seokjin estacionó su auto y volteó a ver a Hoseok, quien estaba durmiendo en el asiento de al lado. Suspiró pesadamente; sería un trabajo despertarlo con cautela. Lo movió despacio, pero esta vez Hoseok abrió los ojos de golpe, luciendo visiblemente molesto.
— Kim Seokjin... Primero me secuestras a mitad de la madrugada... Y aún peor, estoy en pijama.
— Tengo una razón válida e importante.
— Dímela — frunció su ceño.
— Taehyung tuvo a su bebé... La noticia salió en Dispatch y Jungkook me avisó por mensajes.
Hoseok se sorprendió y luego suspiró.
— Seokjin, seguro hay muchos reporteros y la prensa afuera del hospital. Me imagino que mi hermana no se ha aparecido por el hospital ahora mismo, sino hasta mañana.
— Tienes razón... No pensé en eso.
— Y aparte, ya no son horas de visitas... ¿Qué tal si venimos mañana temprano?
— Sí... Y así sirve que recogemos tus resultados — Seokjin se quedó pensativo. ¿Todo el tiempo estuviste despierto?
— Sí... Pero pensé... Si él me despierta, él tiene que cargarme hasta el auto y después regresarme hasta la cama de igual manera — sonrió ampliamente.
Seokjin solo negó divertido.
— Aun así, pensaba hacerlo — encendió el auto de nuevo y suspiró—. Cuando lleguemos, le mando un mensaje a Jungkook para preguntar por Taehyung.
— Sí... Seguro Sunmin también lo hará o te llamará a ti — bostezó —. Tengo mucho sueño — dijo y sus ojos no tardaron en cerrarse a causa del sueño y cansancio.
Seokjin sonrió mientras miraba a un dormido Hoseok y después arrancó el auto.
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Jungkook miraba enternecido a Taehyung cargando a su cachorro, su pequeño se veía como perfección pura en los brazos de Taehyung, quien tenía una sonrisa en el rostro.
— Es hermoso — dijo Taehyung acariciando la mejilla regordeta del bebé.
— Lo sé — Jungkook se acercó a ellos, besando la frente de Taehyung y tomando la pequeña mano del bebé en la palma de su mano —. Es tan pequeño y perfecto.
— Sí, es tan pequeño y delicado que incluso tengo miedo de ser tan brusco y lastimarlo.
— Es tan hermoso, y más porque se parece a mí — bromeó, sacándole una pequeña sonrisa a Taehyung.
— Sí, ¿lo quieres cargar? — Jungkook asintió y tomó al pequeño, quien abrió sus ojitos, de los brazos de Taehyung, quien bostezó —. Duerme, amor... Este príncipe y yo tenemos cosas que hablar — Taehyung no necesitó más y sus ojos se cerraron, y Jungkook se sentó en el sillón con el pequeño en brazos —. Papi y papá te esperaron por mucho tiempo con mucho amor — sonrió —. Papá siempre te cuidará de todos, e incluso cuando estés grande y papi Tae te quiera castigar porque hiciste travesuras — acarició la pequeña nariz del bebé —. Eres perfecto, mi príncipe.
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