Al llegar de la empresa, fue directo a la habitación que compartía con su mocoso.
Tomó la manija de la puerta, pero estaba cerrada con llave. Estaba por tocar, pero el rubio abrió y se tiró a su brazo, empezando a restregarse en el pelinegro para impregnarlo de su olor.
Cuando Jungkook estaba completamente impregnado de su olor, fue cuando sonrió satisfecho. — Listo, ahora hueles a mí. Puedes entrar.
Con Taehyung en sus brazos, entró a la habitación. Se quedó sin palabras. La habitación tenía impregnado muy fuerte el olor de Taehyung. La cama estaba llena de camisas, cobijas, almohadas, las cuales tenían el olor de ambos impregnados, formando un nido.
— Taehyung... — Taehyung se soltó de él y subió a la cama, palmeando el lugar a su lado e invitándolo a entrar, y así lo hizo. Le regaló una sonrisa y entró al nido.
— Alfa, ¿te gusta nuestro nido?— Sonrió.
— Sí, amor, me gusta mucho. — Se acercó a Taehyung, juntando sus frentes y mirándose a los ojos. — Eres lo más hermoso que la vida me pudo dar.
— Alfa, te amo... — Un bostezo hizo reír a Jungkook.
— Porque no dormimos un ratito y vamos a cenar algo.
— Sí, para cenar quiero pizza. — Sonrió.
— Eso no es una cena.— Cruzó sus brazos.
— Shhh... Es mi cena o duermes fuera de mi nido.— Sonrió burlón.
Jungkook bufó, dándose por vencido. Estaba a punto de decir que sí, pero un ronquido lo hizo sonreír.
(...)
Ahí estaba Jungkook, a las tres de la madrugada, manejando por las oscuras calles de Seúl.
La razón: Taehyung estaba sollozando porque quería helado de chocolate y sushi.
¿De dónde sacaría sushi a esas horas? Estaba desesperado. Podía tener billones de dólares, ser el CEO de empresas mundialmente, pero en ese instante no pensaba razonablemente. Al tener a Taehyung a su lado llorando con las hormonas al 1000 por hora, desestabilizando todas sus emociones.
Se pegó con el volante repetidas veces y paró cuando una persona llegó a su mente. ¡Joder, cómo no lo pensó antes!
Prendió el auto con una sonrisa. — Alfa, bebé, quiere sushi — Puchereó Taehyung.
— Tranquilo, amor, ya sé quién te hará sushi. — Arrancó el auto, sabiendo que esa persona posiblemente lo golpearía por despertarla.
{....}
Lisa lo miraba con el ceño fruncido, su cabello despeinado, en su rostro se reflejaba el cansancio y el sueño que su cuerpo acumulaba.
— Lisa, por favor, te pago.
— Mierda, ¿cómo te atreves a venir y joder a las 3 de la madrugada?— Suspiró.
— Por favor, te doy lo que quieras. Estoy desesperado.
— ¿Qué quieres?
— Sushi. Prepara sushi para Taehyung.
— ¿Un antojo? — Sonrió.
— Sí, y lo peor es que tiene las hormonas disparadas, está llorando.
—¿Dónde está? ¿Por qué no baja?— Su ceño se frunció levemente.
— Se quedó en el auto. — Se estremeció ante la filosa mirada de su prima.— Voy por él.
Con pasos rápidos, salió de la mansión Monoban y se acercó al auto, donde le abrió la puerta y ayudó a bajar a Taehyung.
— Kookie...
— Ya, amor, Lisa te hará sushi.
Taehyung le regaló una de las sonrisas que tanto amaba y lo abrazó. — Te amo mucho, mi alfa.
Jungkook besó su mejilla y lo tomó de la mano, caminando hacia la mansión, donde Lisa fulminaba con su mirada a Jungkook.
Lisa se acercó hasta ellos con una cobija afelpada en sus manos, la cual puso en los hombros de Taehyung, cubriéndolo del aire helado que corría esa noche._te pasas Jeon.. Mira que sacarlo sin algo que lo cubra estando fresco
Lo acercó hacia ella y entraron a la mansión, dirigiéndose a la cocina donde Lisa ya había empezado a hacer el sushi.
Jungkook ayudó a Taehyung para que tomara asiento. — ¿Dónde está Jennie?
— Se quedó en casa de su madre, cuidándola, ya que la vieja decrépita está enferma.
— Tan rencorosa como siempre.
— Es que no entiendo qué le hice para que no me soporte... Qué suerte tienes, Taehyung, al tener a una suegra como mi tía.
— Lo sé, la señora Sunmin es muy linda. Sonrió.
— Sí... ¿Dónde está la brujita?
— Debe estar por despertar... Por lo usual, siempre despierta a esta hora por su biberón.
Un llanto resonó en el radio de bebés que Lisa portaba. — Ya despertó.
— Sí, ¿Jungkook, puedes ir por ella, por favor? — Jungkook solo asintió y, a pasos apresurados, salió de la cocina.— ¿Cómo te está tratando la maternidad?
— Más o menos... — Suspiró.— Me gusta sentir a mi bebé moverse y dar pataditas cuando escucha la voz de Jungkook o cuando acaricia mi vientre, pero los antojos en la madrugada y las hormonas me están acabando.— Su labio se abultó formando un puchero mientras acariciaba su vientre.
—No te preocupes, cariño... Todo eso es normal, y créeme que cada cosa vale la pena cuando miras a los ojos al ser que durante 9 meses cuidaste en tu vientre... Al ser que concebiste con amor... Y que todas las noches le hablaste mientras se movía como un remolino.— Sonrió mientras acomodaba las rebanadas de sushi en el plato de porcelana.
Taehyung estaba apunto de hablar cuando entró el pelinegro con una pequeña que no pasaba de los dos años en sus brazos.
— Aquí está Jiyoon. — Se sentó mientras la pequeña sostenía con sus manos el biberón.
La pequeña dejó de beber cuando, a su casi nulo olfato, llegó un olor a leche materna y un poco de dulce.
Sus pequeñas manos quitaron el biberón de su boca y Jungkook lo tomó, poniéndolo en la barra pensando que no tenía más apetito. Pero todos se quedaron asombrados cuando extendió sus cortos brazos en dirección a Taehyung.
—Bl... Bl... — Lisa entendió todo y le hizo señas a Jungkook, quien se acercó a Taehyung con la pequeña en brazos.
— Amor, —habló obteniendo la atención del omega rubio.
—Mande,— Jungkookie. Le sonrió y acarició la mejilla regordeta de la bebé.
— ¿La puedes sostener un momento?— Taehyung asintió y el pelinegro la sentó en las piernas del rubio.
La bebé pasó con cariño su mejilla por el vientre hinchado del omega, quien sonrió al sentir al bebé moverse.
Lisa se acercó y dejó el plato de sushi en la barra, a un costado de Taehyung. — ¿Saben el sexo del bebé?
—No, queremos que sea sorpresa,— bostezó.
Lisa tomó a la pequeña, que ahora dormía en los brazos de Taehyung, y la cargó. — Es muy hermosa.
— Lo sé, todo lo que luchamos por su custodia valió la pena.— Sonrió con ternura.— Sabes, no sé cómo hay personas sin corazón como para abandonar a un pequeño ser que es una parte de ti... Cuando adoptamos a Jiyoon, con tan solo dos semanas de haber nacido, entendí muchas cosas.
— Es muy bonita... Y estoy seguro de que tiene unas madres estupendas que darían la vida por ella. —Sonrió y empezó a comer su sushi.
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Eres Mio
FanfictionTaehyung al ser engañado por su novio decide acostarse con el hermano mayor de este para vengarse pero nunca habría adivinado que el hermano de su ex novio lo marcaría para que no pueda escapar de él _ Eres mio Kim Taehyung _ ©prohibido copias o ad...
