Epílogo.

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Habían pasado 2 semanas y los enamorados estaba comiendo helado en la heladería de la ciudad, ambos se veían felices de volver a ser novios, el chantaje de los de la otra cuadra se terminaron, ellos no los molestarían por mucho tiempo, sus amenazan no eran relevantes para ellos.

—Estoy tan feliz de verte aquí junto a mí comiendo un helado —se alegró Wally.

—Mi Güero, eres un encanto, siempre buscando la forma de hacerme sonreír o reír, pero gracias por ser parte de mi vida, y si es posible algún día casarme contigo y ser felices hasta que seamos ancianos.

—Creo que estoy convencido en eso —dijo Wally soltando una lagrima de sus mejillas.

Los dos siguieron con su pasea con rumbo a la casa del árbol para ver a sus demás amigos, quienes estaban viendo lo de su siguiente misión, pero tenían que esperar a la pareja de novios para que se pudieran ir.

—No puedo creer que vayamos a esperar a aquellos dos —dijo Abigail aburrida.

—Anímate 5 se ven felices juntos.

—Bueno, al menos eso es lo agradable.

Los dos se comenzaron a reír a carcajadas por los comentarios que estaba haciendo sobre sus amigos cuando se escuchó que alguien llego por el elevador y ese alguien eran Wally y Kuki quienes estaban felices tomados de las manos.

—Bien, nos debemos ir chicos.

—Si UNO.

—¡Chicos del barrio a sus posiciones!

Fin.

Un Güero EnamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora