Un Güero Enamorado

Vigilado

Wallabee abrió sus ojos viendo que estaba en su habitación que estaba iluminaba por la luz que emanaba del sol, el chico sabía que aquel sueño había sido extraño, aunque sabía que su amiga estaba en ese sueño, no sentía que solo era parte de su sueño, sentía que ella realmente estaba allí junto con él, entonces vio su reloj que marcaba las 6 de la mañana tenía que estar listo para tomar el autobús escolar, tomando un baño tomó una camiseta sin mangas (camisa de resaque). Una vez vestido, el Güero fue por su sudadera naranja la cual había sido lavada por su madre la cual ya no se encontraba en su casa ya que tenía que llevar al menor de la familia a la guardería para que ella fuera a trabajar como lo hacía su marido para traer el sustento para su familia. Pero el chico ahora tenía que ir a la escuela para ir con sus amigos y con su ahora “novia” quien no era de su agrado, Ashley sabía que Wallabee podía llegar a estar con Kuki todo el día y era mejor evitar que se reuniera con ella. Aunque ellos así lo quisieran, Wallabee no pensaba en Kuki, solo pensaba en el mal suelo qué había tenido al principio de la noche, sabía que su pesadilla era real y no pida hacer nada más contra los de la otra cuadra. Esperaba a salir de la escuela para ir a la casa del árbol, sin embargo, no sabía que los de la otra cuadre lo estarían vigilando a cada rato, era para él algo tedioso tener guaruras a su alrededor, al verlos quería que se fueran, pero no podía hacerlo por el hecho de que ellos lo interrogarían por cuestionar el hecho de querer estar con él, pero era lógico que no era así, ellos sabían que si lo descuidaban podía huir para ver a Kuki, aunque ellos ahora solo eran amigos, pero eso a los de la otra cuadra no les era relevante, solo querían tenerlos separados para hacerlos sufrir, era injusto para más de alguno, pero era probable que así fuera por un buen momento. Como sabían que los chicos del barrio no aceptarían que ellos entraran a la casa del árbol, optaron para vigilarlo a través de un mosca robótica—. No entiendo porqué soy el blanco de esos mocosos mimados, solo estoy en esto porque no tenía de otra estoy en esto. —justifico el Güero—. Ah —Hoagie suspiro pesado—, Ay amigo, no sabemos ni como ayudarte, pero se que tarde que temprano ese momento llegara. Los demás solo abrazaron a Wally para darle apoyo, tenía que hacer para detener el plan los de la otra cuadra. Solo tenía que seguirles el juego pero no podía estar con Kuki, aunque era parte del abrazo, no tenía derecho a abrazarlo por separado—: Wally siente que es nos va a ver la cara de idiotas, pero no se lo permitiremos, pero no se saldrá con la suya, es mejor tener un plan B antes de que ellos vuelvan a pensar que no los estamos separando el uno del otro, pero tenemos la solución a este problema, ja, ja, ja —dijeron los de la otra cuadra al ver que los dos chicos aun se hablaban a espaldas de ellos. Los de la otra cuadra ya tenían un plan para los dos chicos con el único proposito de hacer que los dos chicos no volvieran a estar juntos, como si ellos fueron los buenos de la historia. El días siguiente llego todos tenían que presentarse a la escuela como era la olbigción de todos los niños los de la otra cuadra amaban ir a la escuela, sin embargo, ya tienan el plan listo solo era cuestion de tiempo para que lo ejecutaran, solo tenían que informar a Kuki para eso y a su vez al güerro sobre la primera parte de su plan.
—Bien, vamos por la primera parte del plan, Bruces ve hablar con Kuki sobre el plan de esta noche —dijeron los demás a uno de sus hermanos, Bruces fue a hablar con Kuki para decirle que estaba invitada a una noche con sus padres en esa misma noche. La chica no sabia que su amigo el Güero estaría ahí, a pesar de lo que estaba pasando, el chico estaba obligado a estar ahí con Ashley: Los de la otra cuadra estaban felices de que su plan estuvieran saliendo a la perfección, los chicos del barrio esa tarde al salir de la escuela debían tomar su una misión a que apenas salieron se les fue otorgado.
—Bien, ¡Chicos del barrio a sus posiciones. —de pronto fue interrumpido por los dos chicos que tenían una relación forzada—. Uno, tengo una cita —dijeron los dos al mismo tiempo—. ¡¿Qué?! ¡¿Tú tienes una cita?! —ser preguntaron entre ellos sorprendidos por que los dos tenían una cita al mismo tiempo, el pelón sentía muy mala espina ya que esto le era extraño, sin embargo, los dejo ir a sus citas—: Vayan chicos, nosotros nos encargamos de esto —dijo Nigel a sus dos amigos.
los dos chicos se quedaron solos sentían incomodidad al estar cerca el uno del otro, les era mejor seguir caminando sin hablarse, era mejor solo seguir adelante.