Amor De Ensueño.

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Dolor, es un sentimiento que causa la sensación de morir y vivir al mismo ritmo, sentir un poco el infirmo en este vivir...

—¿Eh...? ¿Kuki? ¿Qué haces? —preguntó Abigail.

—Estaba escribiendo —respondió.

Cinco se dio cuenta de que su amiga estaba escribiendo desde que llegaron a la casa del árbol, Kuki escribía algunas frases en hojas pero algunas no tenían sentido otras estaban en Japones e inglés más no terminaba las frases, las dos chicas eran amigas, La morena veía el dolor que tenía mucho dolor por causa del Güero Torres quien ya no era su novio, la chica se había ilusionado con el chico, el chico solo estaban en su cuarto tirando en su Ring donde Wally pude llegar a dormir en aquel Ring de lucha libre. Echado sin nada que hacer solo miraba hacia el vació, no pida dejar pensar en lo que había pasado entre él y Kuki. No podía ir hablar con Kuki, sentía que estaba mal volverle hablar por el hecho de que ahora era novia de Ashley—. «esto no tenía que nada que ver» —Pensó el Güero Torrez viendo aun la nada cuando de pronto...

—Hola, Güero, ¿puedo pasar. —el chico se levantó al oír aquella voz que conocía bien—. Eh... —suspiro—. Pasa Kuki.

La chica asiática pasó a ver a su amigo él cual estaba sentado en su Ring viendo como su amiga se iba acercando a él—. Hola Kuki, ¿qué te trae a mi habitación... —El chico no termino de hablar cuando de pronto ella lo beso sin importarle que Wally estaba con otra, lo único que quería era besarlo y amarlo para siempre, saboreaba cada parte de su boca, pero no era la única que lo estaba saboreando los labios de otro, Wally solo se estaba dejando llevar por el momento, aunque tuviera novia estaba besándose con su ahora amante a quien amaba sin medida a diferencia de su novia. Pasaban los minutos, y se seguían besando. Mientras estos dos se besaban los de la otra cuadra creían que su plan estaba saliendo a la perfección, por el contrario, los dos chicos se besaban con todo el amo del mudo, pero no era posible separarlos.

—Bien, todo esta pasado a la perfección —dijeron los de la otra cuadra—. Ja, ja, ja, los dos ahora han de estar llorando por su separación.

Ellos creían que habían logrado hacer que los dos chicos se encontraban en la casa del árbol que era el sector V, aunque era posible que nadie los viera, los de la otra cuadra sabían que debían tener cuidad de que los dos chicos no se volverán a ver. El día pasó y como siempre llegó la hora de dormir como siempre. Pero algo raro estaba pasando Wallabee se encontraba en un restaurante: el chico rubio no sabía que estaba haciendo ahí, solo sabía que esperaba a alguien en aquel en aquel lugar de comida. Por un instante teorizo que estaba esperando a Kuki, sonrío, creyendo que esperaba a su amada. Cuando un fuerte viento abrió las puertas del lugar, el Güero tembló de miedo por lo que comenzó a suceder, no comprendía lo que estaba pasando en su momento, Wally vio la silueta de una chica—. ¿Kuki? —preguntó el Güero con emoción. Pero al verse a la luz Ashley apareció—. Hola Güero —dijo la chica dejando a Wally pálido y frío al oír la voz de aquella chica que no le caí para nada bien. Wallabee despertó de golpe por lo que había soñado en su momento.

—¡Eso fue horrible! —exclamó Güero dándose cuenta de que estaba en su casa descansando.

Para el chico no era nada agradable que los de la otra cuadre les haya hecho esa maldad contra su amor por le chica asiática. Pero a pesar de que el australiano se volvió a acostar, no podía dormir con tranquilidad, ya que aquel sueño no solo lo susto, sino que, también asusto su sueño se fue por unos momentos, hasta que cerro sus ojos abriéndolos en un campo muy amplio esto lo confundió, el chico tenía puesta una túnica blanca, podía ver que sus pies pisaban el pasto verde que había por todo el campo, Si bien creía que estaba solo, vio a lo lejos a otra persona en aquel campo lleno se árboles frutales, era posible que este sueño fuera diferente, o tuvieran un destino diferente como compensación por el mal sueño anterior a este que estaba teniendo: el chico camino hacia la otra persona que veía que tenía el cabello negro no quería hacerse ilusión por quien fuera que fuera que fuese aquella persona que estaba recogiendo frutas. El chico sabía que era mejor solo saludar a la persona que estaba con él en aquel lugar, Ahora que se estaba acercando, sentía que podía hacer una mala idea la que estaba cometiendo, pero no podía dejar de caminar, llegando con miedo con su mano toco el hombre de aquella persona de cabello largo y negro. Cuando la persona se dio la vuelta el Güero se dio cuenta de que si era su amada Kuki—. ¡Kuki! —exclamó el chico feliz de ver a su amada, Wally abrió sus brazos para abrazar a su amante—. ¡Kuki! ¡Qué bueno que estas aquí! —gritó el chico por su felicidad que emanaba de él mismo—. ¡Hola Güero! ¿qué haces aquí tontito? —Saludo la chica para luego preguntar—. Bueno, creo que estoy confundido y no se ni que estoy haciendo aquí —respondió él a su amada—. Bueno, es un lugar muy bonito, incluso puedo correr aun teniendo esta túnica blanca, aunque yo prefiero el verde. —La chica siguió tomando las frutas de los árboles. El chico levantó a la chica para que alcanzara los frutos que estaba más arriba de donde ella podía tomar, el chico sabía que su amiga era capaz de seguir tomando más furtos de todos árboles, Wally no sentía cansancio ni tenían razones para decirle que bajara de sus hombros. Estaba feliz de verla bajar varios frutos de los árboles los cuales eran muchos en el lugar.

Un Güero EnamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora